martes, 8 de noviembre de 2011

La Cuba vieja y la nueva en una tienda por internet


Como dice el refrán, nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Así le pasa a menudo a los miles de cubanos que se han establecido fuera de Miami. Ahora que el verano llega a su fin, los estudiantes criados en Miami van a conocer esa experiencia mientras se marchan a universidades lejanas del sabroso pan cubano, los pastelitos y los frijoles negros.

Con los muchachos yéndose a la universidad y los días festivos a la vuelta de la esquina, es la temporada alta para Cuban Food Market, un suministrador en internet de todo lo cubano que se vende en Miami. Durante más de una década, sus propietarios María y Miguel Vásquez han estado enviando gustadas golosinas cubanas a todo Estados Unidos y el mundo, incluyendo España e Inglaterra, que están entre los mercados más grandes.

En septiembre, la tienda comenzó a enviar Cuban Care Packages a los soldados estadounidenses, principalmente en Afganistán e Irak. Los dueños dijeron que ellos cubrirán los costos de envío.

“La satisfacción vale más que meterse mil dólares en el bolsillo”, declaró María. “Esto es hacer algo por la gente y el país de uno”.

Dos almacenes en el Doral y La Pequeña Habana tienen siempre en existencia miles de artículos, tales como especias Badia, café Bustelo y Pilón, galletas cubanas, frijoles enlatados, conservas de frutas, etc. Ellos incluso ofrecen pan cubano y pastelitos de guayaba listos para comer, así como artículos para fiestas a pedido. Como promedio, envían entre 50 y 60 paquetes al día.

Plácido H. Serafín vive en un remoto pueblecito en Kentucky, pero todavía le gusta beber uno de los refrescos favoritos de su niñez: Ironbeer, originario de La Habana. Serafín, nativo de la provincia de Las Villas, recibe su provisión de Ironbeer a través de Cuban Food Market. También le gusta pedir casquitos de guayaba en lata, pan cubano, frijoles y turrones españoles para las Navidades. “¡Gracias a Dios que existen UPS y el Cuban Food Market!”, afirmó.

La otra mitad del negocio de la familia Vásquez es Sentir Cubano, tienda de souvenirs en La Pequeña Habana con más de 5 mil artículos, incluyendo guayaberas blancas y de colores, banderas cubanas, tazas de café, sombreros y mesas de dominó.

La Cuba vieja y la nueva están reflejadas en toda la tienda. Camisetas con mensajes tales como Married to a Cuban y Made in the U.S. with Cuban Parts atraen a las generaciones más jóvenes, mientras que la mayor parte del contenido de los souvenirs honra la Cuba prerrevolucionaria, con monedas revestidas de vidrio, fotos en blanco y negro y anuarios amarillentos que despiertan recuerdos semiborrados en los mayores.

De cierta manera, la tienda es un museo viviente. La gente de la localidad viene a menudo a donar reliquias de familia y a contar sus historias personales.

“Todo el que entra por esa puerta, haya venido hace 50 años o el otro día, se siente cubano. Ellos quieren celebrar su herencia”, comentó María.

La tienda cuenta con una amplia variedad de artículos únicos, desde muñecas Mariquita Pérez (fabricadas en España, en un tiempo vendidas en la isla), gallos de juguete que cantan cuando se dan palmadas, el popular papel higiénico con la cara de Fidel Castro impresa y obras de artistas cubanos recién llegados.

“Nadie tiene la variedad que nosotros tenemos. Somos una tienda nostalgica, pero también vendemos pastelitos y croquetas”, indicó María.

La familia Vásquez fundó la tienda de internet en 1999, impulsados por su deseo de sentirse conectados con su herencia. Sentir Cubano abrió sus puertas dos años más tarde. En la actualidad, el negocio tiene a unos 65 mil clientes registrados en su base de datos y recibe a cientos de visitantes en su local todas las semanas.

Caridad Delgado, quien vive a pocas cuadras de la tienda, ha sido clienta del sitio de internet desde el principio, aunque nunca ha puesto un pie en la tienda. De 77 años, no conduce y depende de otros para moverse. Hace un pedido casi todos los meses.

“Cualquier cosa que sea cubana me llama la atención”. He comprado guayaberas, CDs de Enrique Chia, camisetas, lo que sea. A mí me gusta ponerme una camiseta que dice Cubanita”, confiesa.

Muchas de las mercancías ofertadas han viajado por todo el mundo, e incluso a la isla. "Yo le mando cosas a mi hermana en la isla. Y regalos para el piloto español que a mi familia y a mí nos ayudó a escapar de Cuba hace 46 años”, asevera la señora Delgado.

Sue Arrowsmith
The Miami Herald, 15 de septiembre de 2011
Foto: Ironbeer y Jupiña, dos refrescos muy consumidos en Cuba antes de 1959, en botellas de cristal, y que ahora envasados en latas se pueden encargar a Cuban Food Market.

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