lunes, 4 de mayo de 2015

Cuaderno de viaje (VIII) Radio Martí, la voz de la disidencia cubana



En el verano de 2011, durante una estancia en Camagüey, provincia a 570 kilómetros al este de La Habana, la dueña de la casa donde me hospedé desde el amanecer escuchaba Radio Martí, emisora radial fundada el 20 de mayo de 1985 por la administración de Ronald Reagan, con el objetivo de ofrecer a los cubanos informaciones censuradas o manipuladas por el gobierno de Fidel Castro.

La señora me contaba que desde 1985 por Radio Martí escucha radionovelas, noticias y el espacio matutino dedicado a la gente del campo. Cuando he viajado a otras provincias, casi todas las personas con las cuales hablo, se informan o siguen los juegos de béisbol de la Grandes Ligas, a través de Radio Martí. Probablemente se escuche más en el interior del país que en la capital.

Tiene una explicación lógica: la interferencia impuesta por el régimen a la emisora es menor. En Varadero, situado en la Península de Hicacos y a lo largo de toda la costa norte de Cuba, la programación de Radio Martí se escucha nítidamente.

Ahora mismo, tras el nuevo escenario geopolítico entre Cuba y Estados Unidos, dos antiguos adversarios de la Guerra Fría, diversas voces dentro del Congreso estadounidense se cuestionan la efectividad y penetración de Los Martí, como le llaman a la empresa que engloba a la emisora radial, un canal televisivo y una página digital.

Entre sus requisitos para normalizar las relaciones con Estados Unidos, Raúl Castro pidió desmantelar ese medio de comunicaciones. Desde su primera emisión en 1985, el gobierno de La Habana censura con una barrera de interferencias electrónicas las señales de radio y televisión. A la web Martí Noticias no se tiene acceso desde Cuba.

Usar la radio como un vehículo para informar a ciudadanos de naciones totalitarias, donde las noticias, filmes y libros son controlados por una autocracia no es una novedad. Durante la etapa del comunismo soviético, Estados Unidos creó Radio Europa Libre y Radio Liberty, emisoras que permitieron difundir lo que el Kremlin ocultaba.

La llamada 'guerra asimétrica' que según el régimen, Estados Unidos utiliza para desestabilizar a Cuba, es cuando menos una exageración.

Con la llegada de Fidel Castro al poder en enero de 1959, la propaganda dentro la revolución se convirtió en un poderoso instrumento de control social. Un año antes, el 24 de febrero de 1958, ya desde la Sierra Maestra, habían comenzado las trasmisiones de Radio Rebelde, que contribuyó a difundir el pensamiento verde olivo.

Unos meses después de ocupar el mando presidencial, Fidel Castro barrió con toda la prensa libre, estatizó periódicos y revistas y fundó Prensa Latina y Radio Habana Cuba, medios que en lo adelante tendrían la misión de vender al mundo las supuestas bondades del sistema cubano, alternando propaganda negra, gris y blanca.

En sus emisoras oficiales, Estados Unidos, Reino Unido, Francia o España también suelen hacer uso de esas herramientas para su provecho. Pero la narrativa es otra. VOA, BBC, Radio Francia Internacional o Radio Exterior de España, a pesar de ser públicas, aceptan criterios discrepantes.

Lo digo con conocimiento de causa. Soy colaborador asiduo de Radio Martí desde 1996. He participado en programas radiales y me han publicado artículos criticando a la disidencia cubana o al gobierno de Estados Unidos sin ningún tipo de censura.

De cerrar Radio Martí, la disidencia y el periodismo independiente no tendrían una vía de retroalimentación para llegar a los cubanos dentro de la Isla. Si el gobierno cubano permitiera que las voces disidentes tuvieran espacios legales en los medios, la emisora enclavada en la Florida no tendría sentido. Pero no es el caso.

En noviembre de 2014, al regreso de un taller de periodismo de investigación en San Diego, California, estuve cuatro días en Miami. Conocí personalmente a productores, conductores y periodistas que trabajan en Los Martí.

Hablé francamente con Karen Caballero, presentadora de TV Martí. Debatí con Álvaro Alba, Ofelia Oviedo, Héctor Carrillo, Amado Gil, José Luis Ramos, Rolando Cartaya, Margarita Rojo, Omar Montenegro, Luis Felipe Rojas y Juan Juan Almeida sobre el futuro de ese medio.

Tuve un encuentro muy provechoso con Carlos García Pérez, director de Radio y Televisión Martí, y con los funcionarios Humberto Castelló y Natalia Crujeiras. Sostuve que las trasmisiones radiales de esa emisora son cruciales para darle voz a la oposición y rebotar en Cuba los artículos de la prensa independiente.

Es una pena que TV Martí no se capte en la Isla, debido a la interferencia del régimen. Lo ideal sería que tuviera mayor alcance. Se sabe del poder de la imagen.

Mi opinión: cualquier estructuración que sufran Los Martí debe ser para mejor. Darle más espacio a periodistas independientes y blogueros alternativos es algo que se debe concretar.

Se puede mejorar la programación radial en temas relacionados con el ocio y la recreación. Se pudiera hacer un paquete más atractivo de noticias internacionales, sobre todo de Venezuela, país con un marcado interés en algunos sectores dentro de Cuba.

Miles de amas de casas son asiduas a las radionovelas. Se pudiera ampliar la oferta con más programas dirigidos a las mujeres. Los deportes siempre tendrán alto rating, deben tener mayor espacio.

Los periodistas independientes desde la Isla debemos contar historias amenas. Estamos en el siglo 21. Nunca antes los seres humanos tuvieron acceso a tantas fuentes de información como ahora. Para llegar a ellos necesariamente tenemos que ser novedosos.

El gobierno de Raúl Castro prohíbe la libre circulación de noticias e informaciones. Le teme a Radio Martí. Por eso la censuran.

Iván García

Foto: Cuba al Día, programa noticioso que de lunes a viernes, de 3 a 4 de la tarde, trasmite Radio Martí. Producido por Ofelia Oviedo, es conducido por Tomás Cardoso, Omar López Montenegro y la periodista Cary Roque.

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