"El Tabarich, tiene un antecesor: el casino- cabaret Montmartre, edificado en la Cuba republicana –también para privilegiados– y luego, revolución por medio, convertido en el restaurante Moscú, a propósito de un proyecto de reanimación de La Rampa en la segunda mitad de los años 60", comentó el cineasta Enrique Colina.
En los 70 y 80, el restaurante Moscú tuvo cierto esplendor. Varias generaciones de cubanos no olvidan “la variedad de sus platos”, según Carmita, vecina de Guanabacoa. Margot, residente en Lawton, recuerda “los techos de madera tallada y la gentileza de los empleados”. Para otros como Desiderio Navarro, no le es tan cercano emocionalmente: “En esa época, el Moscú estaba a años luz de mi bolsillo”
En 1990, un incendio arrasó con el lugar. Ardió convenientemente, quizás a propósito, cuando se produjo la caída del campo socialista en Europa. “Tal vez fue un incendio premeditado", comenta Arturo, antiguo gastronómico.
Luego vino el enfriamiento entre Rusia y Cuba, a principios de la década de 1990 primeros. A partir del 2000, las relaciones tomaron un nuevo giro. En 2007, con el beneplácito de la Embajada de Rusia en La Habana y las autoridades cubanas, se creó el denominado Comité Coordinador Nacional. Lo conforman mujeres rusas y algunos cubano-rusos.
Intentan preservar la cultura rusa, las tradiciones de una comunidad que suma unos 1,077 rusoparlantes. Se valoró rehabilitar el antiguo restaurante Moscú. La idea fue bien recibida, al menos en apariencia. Pero terminó en saco roto.
El restaurante Tabarich se inauguró en octubre de 2013. “Está pensado para lo comunidad rusa que reside en Cuba, y para los cubanos nostálgicos de la era soviética. Fue diseñado con el trasfondo de ese período histórico”, me dice Pavel, su administrador.
Los dueños son dos hermanos que viven en Rusia: Antón, y desde allí financia el lugar, y Andréi, encargado de supervisar el negocio en la isla.
Los platos que se ofertan son realizados por chef cubanos que se han especializado en comida rusa.
Si le gustan los Pielmenis con salsa Smetana, acompañado con cerveza Cristal, ¡que el bolsillo aguante el golpe en pesos convertibles!
Texto y foto: Polina Martínez Shvietsova
Cubanet, 6 de marzo de 2014Leer también: Putin mira a La Habana, de Miriam Celaya.
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