miércoles, 2 de abril de 2014

Si Tom Jones fuera americano...



Si Tom Jones fuera americano, todavía en Miami se estuviera escuchando la gritería por haber estado en La Habana, en el XVI Festival del Habano, y donde para complacer peticiones, cantó en la cena de gala.

Pero Sir Thomas John Woodward es británico. Nació el 7 de junio de 1940 en Glamorgan, Gales, nación del Reino Unido situada al oeste de la isla de Gran Bretaña. Hijo de minero y ama de casa, ya de niño cantaba en coros escolares, fiestas familiares y bodas. Al enfermar de tuberculosis, tuvo que hacer un año de reposo, sin poder asistir a clases. Durante esos meses se dedicó a escuchar música y dibujar.

Pese a sus esfuerzos personales de superación, obtuvo malas calificaciones y tuvo que dejar la escuela. Entre otros oficios, fue vendedor a domicilio y constructor. A los 17 años se casó con Linda Trenchard, de cuya unión es su hijo Mark, quien en 1987 relanzó la carrera de su padre tras la muerte del manager que éste tenía.

Adoptó el nombre artístico de Tom Jones en honor al personaje literario de la novela de Henry Fielding (Reino Unido 1707-Portugal 1754). Inició su carrera profesional en 1963. Ha publicado 40 discos con más de 100 millones de copias vendidas. En 2006 fue nombrado Caballero de la Corona Británica por la reina Isabel II. En el 2000 ganó el Brit Awards en la categoría de mejor cantante masculino y en 2003 por su sobresaliente trayectoria musical.

Recientemente, mi viejo amigo y colega Jorge Olivera en Diario de Cuba escribió que "el humo del tabaco no le dejó ver nada" a Tom Jones en Cuba. Creo que las cosas no se pueden clasificar en bueno o malo, blanco o negro. Tienen matices y colores, como la vida misma.

Muchos cubanos piensan que Cuba es conocida en el mundo. Y no lo es. Fue una de las primeras vivencias que tuve cuando en noviembre de 2003 llegué a Suiza. Diez años después, lo conté en mi blog, en La desconocida Cuba.

Tom Jones es fumador de tabacos cubanos desde los años 60. Ésa fue su primera visita a La Habana, invitado por su amigo David Tang, empresario británico de origen chino que tiene un despacho de abogados especialistas en inmigración en el corazón del Soho londinense. Tang también es Sir, se desempeña como cónsul honorario de Cuba en Hong Kong y es un gran promotor de habanos y rones cubanos.

Desgraciadamente, de la realidad del cubano de a pie y de la disidencia, se sabe poco fuera de la isla. Cuando un periódico o una revista importante publica un reportaje sobre Cuba, por lo regular trata acerca de turismo y últimamente de gastronomía, debido al boom de los 'paladares' o restaurantes privados.

A ratos, una noticia se cuela en los telediarios y, por unos segundos, los europeos recuerdan que existe una capital llamada La Habana, que una vez fue una ciudad moderna y cosmopolita. Uno de esos instantes ocurrió el año pasado, cuando Beyoncé y su marido, el rapero Jay-Z, se alojaron en el Saratoga, céntrico hotel habanero.

Tom Jones, es cierto, no se llegó hasta Alamar, a saludar a Berta Soler. Estoy segura que de haber sabido quién era ella y quiénes eran las Damas de Blanco, hubiera ido. Porque como decimos los cubanos, 'no está en ná'. Lo he seguido como coach en las tres ediciones de The Voice UK, que trasmite la BBC, y es un tipo sencillo y natural.

Durante su estancia en La Habana, Tom visitó la Escuela Nacional de Ballet y según he leído, se tiró fotos con todos los que se le acercaron. Algunos ni siquieran sabían quién era, pero al verlo elegante y caballeroso, intuían que era famoso.

Periodistas oficiales debieron haberle hecho una buena entrevista a Jones y el ICRT haber aprovechado para trasmitir un especial con sus canciones. Es una pena que de un cantante con un repertorio amplísimo, en Cuba solo recuerden Delilah.

Estrenada en 1968, Delilah narra un crimen pasional, el de un hombre que apuñala a la mujer después de haberla visto con otro. Una canción que en estos tiempos de lucha contra el machismo y la violencia de género, sería boicoteada por las feministas.

Ya pasa de los 70, pero la edad no ha sido óbice para que Tom Jones siga grabando discos (el último, Spirit of the Room es de 2012) y haciendo giras internacionales. Diez o doce semanas al año, da conciertos en el MGM Grand de Las Vegas. Para este verano, ofrecerá dos conciertos en España: el 1 de julio, en el Palacio de los Deportes de Madrid, y el 17 de agosto en el Starlite Festival de Marbella.

Como Tom Jones es británico y no americano, si los anticastristas de Miami se enteraron de su presencia en la isla de los Castro, se quedaron callados y no amenazaron con destruir sus discos. Como hicieron en 2009 con los de Juanes, por su concierto en la Plaza de la Revolución de La Habana o ya han anunciado que van a hacer con los discos de los Estefan.

Tania Quintero
Foto: Tom Jones cantando en la cena de gala del XVI Festival del Habano, celebrado del 24 al 28 de febrero de 2014 en la capital cubana. Tomada de ABC.
Leer también: Tom Jones estuvo en La Habana, de Luis Cino.

1 comentario:

  1. Tom tenía 10 años en 1950. Recuerda perfectamente la canción que le gustaba al minero, a su padre: "Bésame mucho". Una canción escrita el mismo año de su nacimiento. Por cierto, no es cubana. La mexicana Consuelito Velázquez es su autora.
    No es improbable que, si le preguntasen a Tom, recuerde la cartilla de racionamiento que se implantó en Gran Bretaña durante la SGM y que duró varios años después de cocluída la misma.
    La década de los años 50 del Siglo XX fueron muy duros para la población británica. A principios de los sesenta todavía se podían apreciar las secuelas de la guerra.
    Son estas las preguntas que le debe formular un periodista a Sir Tom Jones.
    Tal vez entonces pudiera entender lo que ha tenido que aguantar el pueblo cubano.

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