El doctor Oscar Fernández Flores, además de ser especialista en nefrología, es un avezado investigador del béisbol cubano. Con 75 años de edad, vive actualmente en el Vedado aunque es natural de Guane, en la provincia de Pinar del Río.
Su pasión por el béisbol viene desde muy pequeño, pues se crió en una familia beisbolera. Su padre, abogado y notario de profesión, era un ferviente seguidor del Club Habana antes de 1940, y su hermano fue jugador de pelota profesional en la década del 50 en México.
Como consecuencia de la desaparición del béisbol profesional en Cuba el 8 de febrero de 1961, y la llegada en 1962 de las Series Nacionales implantadas por la revolución, comenzó una nueva etapa del béisbol en la isla.
En 2014, Oscar estuvo entre los 25 expertos que, bajo la dirección del cineasta Ian Padrón y el auspicio de la Comisión Nacional de Béisbol, dieron su voto para exaltar al Salón de la Fama cubano a diez peloteros: cinco que jugaron antes de 1961 y otros cinco que lo hicieron después de esa fecha.
En esta entrevista, Fernández Flores refiere cómo pudo consumar, con esfuerzos propios, un estudio investigativo sobre el recorrido de todo el béisbol profesional cubano.
¿Considera que su archivo escrito a mano sobre el béisbol del ayer es el único en la Isla?
-Desconozco si existe otro trabajo como éste en la isla. Pero la influencia para introducirme en este campo de la investigación comenzó en el año 2000, a partir de la preocupación de un buen amigo periodista, fallecido ya, que siempre mostraba su temor a que este beisbol del pasado quedara en el olvido. El conocía mi devoción por la pelota y yo guardaba una valiosa colección de información beisbolera de la prensa de aquella época.
-Me había leído libros de autores cubanoamericanos, entre ellos Roberto González Echevarría, Ángel Torres y Jorge Figueredo, que escribieron sobre el béisbol profesional después de la Revolución, pero también de otros autores cubanos como Severo Nieto y Raúl Diez Muro que escribieron antes de la revolución. Fue entonces que, acercándome como polilla de libro a la Biblioteca Nacional pude concluir este trabajo que hoy poseo.
¿Qué otro interés tenía para realizar este trabajo de rescate de la memoria histórica de nuestro deporte nacional?
-El béisbol profesional del pasado no se conoce mayoritariamente en la isla. Más del 60 por ciento de los cubanos de ahora nacieron después del triunfo de la revolución, y hay que decir que las autoridades del movimiento deportivo, desde ese momento, increíblemente han omitido el béisbol profesional, lo que entraña un grave riesgo para la memoria histórica de la nación. De ahí mi interés en realizar esta investigación.
¿Qué otra iniciativa independiente, además de su archivo, puede ayudar a desenterrar del olvido a los peloteros de aquella pelota profesional?
-Recientemente, a iniciativa del ingeniero José A. Pérez y con la ayuda de otros amigos entusiastas, poco a poco hemos podido localizar a algunos familiares de peloteros profesionales del pasado, a fin de entregarles un rico historial que en muchos casos desconocen.
-Hace apenas unos días varios parientes del pelotero profesional Avelino Cañizares me acogieron en su hogar donde pude disertar sobre este magnífico beisbolista. La experiencia fue extraordinaria; hubo lágrimas, asombros, emociones y un despertar del orgullo de aquella familia sobre Avelino.
-No conocían que Avelino fue el primer hombre en pararse con un bate en el home plate del gran Estadio del Cerro, en su inauguración el 26 de octubre 1946. Fue muy especial para mí, y espero seguir brindando a otros este tipo de servicio en aras del rescate de la memoria histórica de Cuba.
Texto y foto: León Padrón Azcuy
Cubanet, 27 de abril de 2016.
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