Como pólvora se regó por toda Cuba. A partir del 1 de noviembre de 2009, las papas y los chícharos, se iban a vender sin racionamiento. Al dejar de ser subsidiados por el Estado, se venderán a precios más caros que los ofertados por la libreta de racionamiento.
La libra de papas que cuando era racionada costaba 0.40 centavos de pesos cubanos (menos de 5 centavos de dólar), se venderá a peso la libra, y la de chícharos, de 0.16 centavos la libra por la libreta, a 3.50 pesos (unos 20 centavos de dólar) por la libre.
La medida ha sido vista con recelo por la ciudadanía. Noel, 56 años, empleado, opina que “habrá que ver si funciona el abastecimiento de la papa y los chícharos sin causar déficit, yo al menos lo dudo”. Como él, muchas personas dudan de la capacidad del 'generoso Estado', de garantizar calidad y abundancia.
Estela, 67 años, ama de casa, está que trina. Ella recibe una discreta pensión de 194 pesos (alrededor de 8 pesos convertibles o cuc) “y si liberan una serie de productos alimenticios y los venden según la oferta y la demanda, los grandes perdedores seremos las personas de bajos ingresos y que no recibimos remesas familiares”.
A Marilín, 35 años, empleada, no le disgusta que desaparezca la libreta “pero creo que debieran subir los salarios, para poder hacer frente a una inminente carestía de la vida”. Casi todas las personas consultadas en La Habana, desean que se elimine la famosa cartilla de racionamiento, pero dudan que el ineficiente aparato estatal garantice los alimentos básicos de forma estable.
La libreta, como se le conoce en la isla, es un cuadernillo pequeño que consta de 10 hojas, donde en la bodega, panadería, carnicería o lechería, anotan la correspondiente cuota (arroz, pan, huevos, yogurt o leche), asignada a cada consumidor ese día, semana o mes (la leche, valga aclarar, es sólo para niños de 0 a 7 años).
Cada persona nacida y censada en la República de Cuba, tiene derecho a comprar 7 libras de arroz al mes, 3 de azúcar blanca, 2 de azúcar prieta, 20 onzas de frijoles colorados y 20 onzas de frijoles negros. Además, un paquete de espaguetis, media libra de aceite vegetal y dos sobres de café de 4 onzas. La venta de pan racionado es diaria, a razón de un panecillo de 80 gramos per cápita.
A los cubanos residentes en “el paraíso de los obreros y campesinos”, el benefactor Estado mensualmente le da derecho a comprar una libra de pollo, 10 huevos de gallina (5 por la libreta, a 010 centavos cada uno, y 5 extras, a 0,90 cada uno), media libra de pescado, 5 perros calientes elaborados con pollo y media libra de un picadillo de soya de bastante mal sabor. A esta distribución socialista, se une un jabón de baño y otro para lavar, que suelen demorar de dos a tres meses en llegar a las bodegas o tiendas estatales.
Con esta canasta de tiempos de guerra tienen que arreglárselas los cubanos. En el mejor de los casos, los productos de la libreta, duran entre 10 y 15 días, comiendo en pequeñas cantidades.
Que se recuerde, en el mundo moderno no ha habido un racionamiento de alimentos que se haya mantenido durante tanto tiempo. Según se rumora, Raúl Castro quiere abolir la libreta. Está por ver si el Estado puede garantizar la distribución estable de alimentos a precios que no sean excesivos. Habrá que esperar.
De momento, en los agromercados visitados en los primeros días de noviembre, todavía no se estaban ofertando ni papas ni chícharos, los dos productos que fueron noticia en una población pendiente del más irrisorio gesto gubernamental.
En los años 70, los niños solían decir una curiosa consigna: "Viva Cuba Libre, la papa por la libre". Décadas después, de forma parcial se hace realidad aquel lema. Habrá papa por la libre. Ya la libertad es otra cosa.
Iván García
Foto: Adalberto Roque, AFP. Recogida de papas en las afueras de La Habana.
Nota de Tania Quintero.- Este trabajo fue publicado en noviembre de 2009 en Puntos de Vista, una web ya desaparecida. Casi cinco años después, la distribución de alimentos por la libreta ya no es igual. Ahora, en algunos renglones es peor, como en el caso de los huevos, al cual le dedicaremos el próximo post, o de la papa, como a continuación pueden leer en estos cinco trabajos:
Continúan peleas por las papas
El misterio de la papa perdida
¿Papa por la libreta?
Ya la papa es un problema político
Foto: Cola para comprar papas en La Habana. Tomada de Cubanet.
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