lunes, 2 de mayo de 2016

Para hacer una gran foto necesitas una buena idea, no un gran equipo



Siempre hay muchas fotos, pero con el tiempo suele ser una imagen la que acaba simbolizando los grandes acontecimientos históricos. Y la llegada de un presidente de Estados Unidos a Cuba 88 años después y tras décadas de bloqueo económico y relaciones más que tensas es uno de esos momentos llamados a pasar a los libros de historia.

¿Y qué imagen ilustrará este momento? Tal vez haya que esperar unos años para saberlo, pero si se pregunta a fotógrafos y editores gráficos, seguramente no duden demasiado: la fotografía del Air Force One acercándose al aeropuerto de La Habana, en la tarde del domingo 20 de marzo de 2016.

El enorme avión cruzando frente a una modesta carretera llena de coches -carros dicen allá- con muchos años de historia y los vecinos observando con curiosidad el momento de la llegada del líder del mundo a una pequeña isla que, a solo 90 millas de la gran potencia, ha sobrevivido a guerras frías, crisis de misiles, deshielos soviéticos….

Hay quienes hablan de una gran carga simbólica. De décadas de historia del siglo XX condensadas en ese avión y en esos almendrones, que es como en Cuba le dicen a los viejos autos americanos.

La foto entró a Reuters -nos explica Orlando Barria, fotógrafo de EFE en la República Dominicana y que también cubrió desde Cuba la llegada de Obama, primero sin firmar. Stringer, el nombre con el que se conoce a los colaboradores puntuales de una agencia o medio que cobran por foto, era lo único que podía leerse bajo la instantánea. Pronto, medios de todo el mundo empezaron a difundir la imagen, y Reuters actualizó los datos añadiendo una firma: Alberto Reyes.

Pero, ¿quién es Alberto Reyes? El segundo nombre y segundo apellido del fotógrafo cubano Yander Alberto Zamora Reyes. Aunque ya había colaborado en otras ocasiones con la agencia Reuters usando ese nombre para evitar problemas con el periódico Granma, donde trabaja, esta vez decidió dar la cara, según nos cuenta él mismo.

“No voy a renunciar al crédito de una de mis mejores fotos”, nos confiesa desde La Habana, justo después de cubrir el concierto de The Rolling Stones en la capital cubana. Era la foto que tenía en la cabeza, asegura, pero reconoce que jamás imaginó que tuviera tanta repercusión.

Barria, el fotógrafo de EFE, fue el primero en contar la historia de la instantánea a través de su cuenta de Facebook. Un relato que Zamora nos confirma. Ante la imposibilidad de acercarse a la comitiva presidencial por cuestiones de seguridad, optó por acercarse a las inmediaciones del aeropuerto, para esperar allí la llegada del avión, ya con la foto pensada, aunque en el último instante la escena mejorara: “La suerte quiso que casi en el momento de hacer las fotos, pasaran autos antiguos que caracterizan a la isla.”



El modesto equipo usado para la foto es también parte de una historia perfecta para repasar en las escuelas de fotografía o curar a los que creen que hace falta una gran cámara para hacer una gran foto. Una Nikon D7000 de segunda mano (“con problemas en los contactos de la óptica, pero se portó de maravilla durante la visita de Obama”, matiza el fotógrafo) y un sencillo zoom de 18-70 milímetros “prestado y con problemas de enfoque”.

“Durante la espera, sentado en una esquina esperando a que pasara el avión presidencial, cruzaba los dedos para que apareciera y pudiera lograr la foto pensada”, rememora Zamora. Y apareció. Con la ayuda de los vecinos que también salen en la toma y quienes, según nos cuenta, le avisaron cuando llegaba el avión, porque desde su posición tenían mejor visibilidad.

“Lo más destacable es que Yander posee un gran talento y disciplina, y eso es lo que le llevó a pensar la foto y elegir el lugar preciso”, explicaba Barria tras haber compartido con él unas Bucanero, una de las cervezas más populares en Cuba, y haber charlado de revolución y resolución con su compañero. Una imagen sencilla de un fotógrafo sencillo, hecha con un equipo sencillo. "Todo es tan sencillo que incluso se distribuyó inicialmente sin firmar".

Pero ahora ya sabemos que aquel Stringer se llama Yander Zamora, un fotógrafo del que seguramente oiremos hablar, capaz de hacer que su foto sea la foto, con mayúsculas, en medio de un gran despliegue de medios y de grandes nombres de la fotografía.

Si esto fuera una historia política y no fotográfica, podríamos decir que el ingenio cubano ganó frente al poderoso vecino del norte.

Iker Morán

Quesabesde, 29 de marzo de 2016.

Fotos: La del Air Force One es de Yander Zamora, de Reuters, y la de la Nikon es de Orlando Barria, de EFE.

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