Ha muerto, a los 80 años, en Madrid, el escritor y periodista Carlos Alberto Montaner. Considerado por la revista ‘Foreign Policy’ como uno de los 50 intelectuales más influyentes de Iberoamérica, fue uno de los columnistas más leídos en el mundo de habla hispana. Se calcula que alrededor de seis millones de personas leían sus artículos que aparecieron durante décadas en distintos medios de prensa del mundo de habla hispana.
Fue autor de 27 libros, entre los que se destacan ‘Viaje al corazón de Cuba’, ‘Por qué desapareció el comunismo’, ‘Libertad: la clave de la prosperidad’, ‘Fabricantes de miseria’, ‘Manual del perfecto idiota latinoamericano’ (en coautoría con Plinio Apuleyo y Álvaro Vargas Llosa), las novelas ‘Perro mundo’, ‘La trama’, ‘La mujer del coronel’, ‘Tiempo de canallas’ y ‘Otra vez adiós’.
Montaner se mantuvo escribiendo hasta el pasado mayo, cuando se despidió de sus lectores al anunciar su retiro debido a una enfermedad degenerativa que lo aquejaba (parálisis supranuclear progresiva).
Fue uno de los más sólidos y coherentes intelectuales que tuvo que enfrentar el régimen castrista. De ahí el odio y la saña con que siempre fue atacado. Lo tildaban de terrorista, agente de la CIA y otras acusaciones absurdas. En realidad, lo más cerca de las bombas y el terrorismo que estuvo Montaner fue cuando en La Habana, en 1958, siendo un adolescente, prestó auxilio a una muchacha aterrorizada por el estallido de un artefacto explosivo colocado por miembros del Movimiento 26 de Julio en un centro recreativo. Aquella joven se convertiría en su esposa y la madre de su hija.
Aunque llevaba más de seis décadas exiliado, desde que con apenas 19 años, en enero de 1961, logró escapar de la cárcel adonde había sido enviado por oponerse al régimen, nunca perdió el contacto con la realidad cubana.
Hace quince años, en junio de 2008, cuando lo entrevisté para CubaNet, la entrevista más interesante que he hecho, no pude resistir la tentación de comentarle, para regocijo suyo, que de tan actualizado y claro que estaba sobre la situación cubana y por su comprensión de las posiciones de los que en Cuba nos oponíamos al régimen, parecía que se había ido la semana anterior al exilio.
Su visión de los asuntos cubanos, siempre certera, objetiva, sensata y difícil de rebatir, nunca fue nublada por el rencor y el apasionamiento. Por el contrario, siempre estuvo abierto al razonamiento y el debate respetuoso con sus adversarios ideológicos.
Recordemos que cuando Montaner debatió, en 2010, con Silvio Rodríguez, contestó afirmativamente a la pregunta del cantautor de si firmaría una carta por los cubanos víctimas de atentados de la CIA, pero invitó a Silvio a que firmara, a su vez, una carta en defensa de los presos políticos y opositores perseguidos por el régimen, lo que más que descolocar, revolcó al más oficialista de los cantautores oficialistas, poniéndolo a hablar de los enanitos verdes y otras boberías.
Más recientemente, Montaner supo defender y hacer valer su posición ante sus compatriotas del exilio de la derecha radical que le reprochaban su desacuerdo con las políticas del gobierno de Donald Trump. Fundador de la Unión Liberal Cubana y vicepresidente de la Internacional Liberal entre 1992 y 2012, Montaner nunca renunció al sueño de una Cuba en democracia. Pero su lucha por la libertad y la democracia no se centró solo en Cuba, sino que abarcó cada sitio del mundo donde imperara una tiranía, se violaran los derechos humanos o se viera amenazado el Estado de derecho.
Coincidí con Carlos Alberto Montaner en diciembre de 2015, en Miami, en el Festival Vista, pero solo pudimos saludarnos y tener una muy breve conversación. Me bastó, por si me quedaba alguna duda, para convencerme de que era un ser extraordinario y de que la causa de la libertad precisaba de muchos como él.
Hoy lamentamos su partida, pero nos consuela saber que quedan sus inapreciables enseñanzas. Ojalá sepamos aprovecharlas en una Cuba en democracia.
Luis Cino
Cubanet, 2 de julio de 2023.
Video: Luis Dener, artista y youtuber cubano radicado en Noruega.
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