miércoles, 30 de septiembre de 2015

¿Quién escucha las quejas de los cubanos?



El sistema institucional instaurado por los gobernantes cubanos presupone que los delegados del Poder Popular, a nivel de circunscripción, sean los encargados de recepcionar las inquietudes de la población.

Sin embargo, ese mecanismo se halla tan desgastado, y los ciudadanos confían tan poco en su eficacia, que muchas personas prefieren acudir a otras instancias para exponer los males que afrontan. Una de esas instancias la constituyen los medios de la prensa oficialista.

Porque lograr que una denuncia o solicitud aparezca en las páginas de un periódico, sobre todo si es de alcance nacional, podría significar que tal requerimiento fuese atendido de inmediato por las autoridades competentes, pues a ningún funcionario le gustaría que le colgaran públicamente el cartelito de la ineptitud. Al menos, eso es lo que indica la lógica.

Pero, una vez más, la realidad no cubre las expectativas. El periódico Juventud Rebelde, en su edición del domingo 2 de agosto, publicaba la relación de las respuestas de organismos y entidades gubernamentales a las quejas enviadas por la población a ese diario en el período comprendido entre el 16 de octubre de 2014 y el 15 de abril del actual 2015.

Las cifras reflejan la creciente desidia oficialista: si antaño las respuestas oscilaban en un rango entre el 85 y el 88 por ciento, en esta ocasión solo alcanzan el 73 por ciento. Incluso, en este último porcentaje se incluyen respuestas brindadas después de transcurrir más de 60 días de haberse publicado las quejas correspondientes, algo que no debe de satisfacer a los ciudadanos demandantes.

Como casi siempre sucede, los asuntos que más concitan los requerimientos de la población son los relacionados con la vivienda -el que más quejas provoca, con un 18% del total-, el acueducto, el alcantarillado, la telefonía, los servicios comunales, el sistema judicial, y aquellos que tienen que ver con la asistencia y la seguridad social.

Resulta significativo el caso de la vivienda. Porque con independencia de las carencias habitacionales que padecemos los cubanos, la estructura institucional creada hace poco para encarar este problema ha empeorado la situación.

En un reciente programa televisivo Cuba dice afloraron los malos manejos del Instituto de Planificación Física -sucesor en esta materia del desaparecido Instituto Nacional de la Vivienda-, que ha generado más burocracia y mayor insatisfacción en la ciudadanía.

Cuando comenté con uno de mis vecinos la información aparecida en Juventud Rebelde, su reacción no se hizo esperar: “Todo no es más que una fachada. Los dirigentes que responden a las quejas, lo hacen para salir del paso, y en realidad se resuelven muy pocas cosas. Y los dirigentes ‘de arriba’ se hacen los que toman medidas contra los jefes intermedios que no ofrecen respuestas, tal vez alguna que otra amonestación”.

Y el mal servicio que se presta a la población en los trámites relacionados con la vivienda sirvió para que mi vecino trajera a colación la figura del general de división Samuel Rodiles Planas, presidente del Instituto de Planificación Física: “Con la cara de hombre enérgico que pone en sus discursos y apariciones públicas, y ahora nos enteramos de que su institución es la mata de la ineficiencia".

Orlando Freire Santana
Cubanet, 5 de agosto de 2015.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios en este blog están supervisados. No por censura, sino para impedir ofensas e insultos, que lamentablemente muchas personas se consideran con "derecho" a proferir a partir de un concepto equivocado de "libertad de expresión". También para eliminar publicidad no relacionada con los artículos del blog. Por ello los comentarios pueden demorar algunas horas en aparecer en el blog.