viernes, 20 de junio de 2014

Historia de Cuba contada por los frijoles



Aunque falta cemento, acero y desodorante, muy particularmente se sienten los comestibles. Más que el pan de la cartilla de racionamiento que ha faltado algún que otro día, los estómagos en Puerto Padre claman por la “media noche”, el panecillo de un peso que podía adquirirse liberado, junto al pan racionado, pero que ahora no producen por falta de harina.

Para muchos sin poder adquisitivo, poco importó que durante varios días faltara el pollo en las TRD (tiendas recaudadoras de divisas). Pero sí importó, y bastante, cuando tras permanecer en largas colas en las carnicerías, la ración de “pollo por pescado” no alcanzó, pese a ser un producto racionado.

La gente tuvo que anotarse en una lista, para una segunda vuelta, que a ciencia cierta nadie sabe cuándo se producirá. “Esto es más de lo mismo, si no es Juana, es la hermana”, dijo malhumorado uno de los que no alcanzó su cuota de “pollo por pescado”.

Aunque Cuba está rodeada de mar, en esta isla el pescado es un producto escaso y caro, y a la hora de suministrarlo por la libreta, el gobierno lo sustituye por unas pocas onzas de pollo importado. En muchas ocasiones, por corrupción o mala administración, el pollo no alcanza para todos los consumidores de determinadas localidades, incrementando el descontento de la población.

En dependencia de la persona de quien usted lo adquiera, de la época del año, del lugar, de la calidad del producto y de la especie de que se trate, en Puerto Padre una libra de pescado u otra especie marina puede costar entre 15 y 40 pesos.

Pero si los productos cárnicos en este municipio holguinero resultan escasos y caros, sucede lo mismo con cereales y granos. En el caso del arroz, desde fecha tan temprana como la década del 50 del siglo pasado, aportaba el 24% a la dieta del cubano, mientras los frijoles incluían el 23%, según datos de la época del Instituto Nacional de Reforma Económica.

En una encuesta realizada en 1957 por la Agrupación Católica Universitaria entre la población rural de la isla, sólo el 4% de los entrevistados mencionó la carne como integrante de su ración habitual, el 11,22% la leche, solamente el 1% admitió consumir el pescado, y tan sólo 2,12% reconoció consumir huevos. Los investigadores se preguntaron cómo subsistía el campesino con tan deficiente aporte de carnes, huevos, leche y pescado.

La incógnita la revelaron los propios encuestadores en su informe: “Existe un hecho providencial y salvador: el frijol, elemento básico de la dieta campesina, es por excepción, un vegetal muy rico en proteínas. En otros países donde el maíz representa el papel de los frijoles en Cuba, las enfermedades carenciales son más frecuentes. Podemos asegurar, sin temor a error, que el campesino cubano no sufre más enfermedades carenciales gracias a los frijoles”.

"¿Hecho providencial y salvador los frijoles? ¡Eso sería en aquella época, cuando en Cuba los frijoles eran comida de pobres!”, exclamó un doctor, que a condición de no revelar su nombre, explicó a este corresponsal cómo la población local, aunque no está subalimentada, mayoritariamente si se encuentra mal nutrida, por dietas insuficientes o desbalanceadas.

En el cuenco de las manos sobra espacio para situar los frijoles que, por la cartilla de racionamiento, puede comprar el consumidor para todo un mes. Si acaso, alcanzan para un potaje o dos o tres arroces con frijoles. Gente que trabajó toda su vida y obtuvo una muy menguada jubilación, debe comprarlos a precio de mercado. “A mí ya se me olvidó la última vez que comí un potaje de frijoles colorados”, confesó un electricista jubilado.

Hoy en Puerto Padre, una libra de frijoles colorados cuesta 15 pesos; también 15 cuestan los frijoles blancos y los garbanzos, y entre 10 y 12 los frijoles negros. Una libra de arroz vale 5 pesos, un peso una cabeza de ajo pequeña, poco más de un peso una cebolla mediana, 5 pesos un pozuelo de ají y entre 3 y 7 pesos la libra de tomates. Una libra de carne de cerdo cuesta 25 pesos.

Aquel humilde arroz con frijoles que libraba de enfermedades carenciales a nuestros campesinos, si a la mesa se sientan seis personas a comer solamente arroz y frijoles, les costará 40 pesos.

Quizás sea ésta la razón por qué hay tantos niños bajos de peso y de talla, o por qué las consultas de policlínicos y hospitales permanecen atestadas.

Y no son carencias recientes, sino del último medio siglo, cuando por decreto, en Cuba la carne pasó a ser comida de elegidos, mientras que un potaje de frijoles dejó de ser comida de pobres.

Alberto Méndez Castelló
Cubanet, 26 de febrero de 2014.

8 comentarios:

  1. te garantizo que en la zona cero ahi tiene de todo
    a donde vive la familia capitalista de los castro

    los comunista son lo cubano que ;lo apoyaron
    y lo siguen apoyado

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  2. FOTOS INEDITAS) Los hijos de Fidel Castro gozando junto a un italiano. #Cuba
    mira la familia capitalista de cuba

    es poderoza hasta tiene control en la computadora para censural

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  3. hoy te estare presentando como vive la familia capitalista de cuba
    aqui tiene la hija del comandante en turno

    para mi la fotos o los video hablan solo mire la casa de la nina
    mariela

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  4. solo mire
    los pobre que apostaron por los castros
    no puede comer o entra a esto lugares

    -------------------------yo que soy capitalista como la familia
    de la zona cero podemo entra a esto lugare

    pero como cubano jamas ire a cuba triste pero es la verda jamas

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  5. ivan garcia no entrare mas a su blog
    por que lo que demuestro lo puedo perjudicar a usted ivan
    le deceo lo mejor para usted

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  6. En Cuba no hay nada racionado Iván. La libreta lo dice clarito: es de abastecimiento... Y como el régimen jamás le ha rendido cuentas al pueblo, abastece lo que le parece, cuando le parece y donde le parece. El pollo piloto va por el cotorro... el pollo de población va por Santos Suárez...Te acuerdas de eso? Del perro con tripa y el sin tripa?
    Si Fidel Castro hubiese, alguna vez en su vida, comido por la libreta de abastecimiento..., ahí lo dejo, no voy a seguir recordando porque duele mucho.

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  7. Gracias a todos los comentaristas, pero ese texto no es mío, es del periodista independiente Alberto Méndez Castelló, residente en Las Tunas y fue tomado de Cubanet, al final se aclara.

    En este blog se publican escritos míos y de otros.

    Siempre al final se pone el nombre y apellidos de la persona, y cuando se ha tomado de otro sitio, el nombre del sitio y la fecha de publicado.

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  8. En eso de que "en esta isla el pescado es un producto escaso y caro" no se sienta tan mal mi amigo o al menos comparta las penas porque en Bolivia el gas es inaccesible para muchos, en Argentina, el pais de las vacas, en trozo de carne no es para todos los dias.

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