Recientemente me encontré con un viejo amigo, Alberto, que todavía conservaba un televisor Caribe en blanco y negro (en la foto). Increíblemente, funcionando. Entre una reparación y otra -a lo largo de tres décadas-, me comentaba que si se volvía a romper lo arrojaría a un rincón. Renuente a invertir más dinero en reparaciones, o mejor dicho en innovaciones, ya que no existen piezas de repuesto para estos artefactos, Alberto me dijo: “Si todo esto se producía en Cuba, ¿por qué uno no encuentra lo que lleva?”.
Y me pregunto: ¿alguna vez existió, a escala industrial, autos o electrodomésticos cien por ciento cubanos? ¿alguien se acuerda de los radios Nocturno, Juvenil 80, Siboney o Ritmo, de los televisores Caribe, TVC 440, 388 y 380, de los autos Montuno, los ómnibus Girón y los camiones Taino?
Desde 1959 a la fecha, la revolución cubana ha graduado a cientos de miles de técnicos e ingenieros mecánicos y en telecomunicaciones, muchos de estos cursaron estudios en el desaparecido campo socialista europeo y la antigua Unión Soviética. Y sí, a pesar de tanto talento desperdiciado en función del Estado, de recursos importados que una vez se derrocharon para producir radio-caseteras y televisores en blanco y negro que pocos podían comprar, en la década de los 80 tuvimos un intento de despegue industrial.
¿Fue la industria automotriz y electrónica en ese período, capaz de producir con total autonomía?
Desde un simple radio multi-banda hasta el único auto ligero (Montuno) fabricado en Cuba -con carrocería de fibra de vidrio-, todo se ensambló con partes y piezas importadas de la URSS, Checoslovaquia, Hungría, Polonia y la RDA. Si alguna vez existió una “revolución industrial” en la isla, les aseguro que fue a partir del ensamblaje y bautizado como “Hecho en Cuba”.
Desde un simple radio multi-banda hasta el único auto ligero (Montuno) fabricado en Cuba -con carrocería de fibra de vidrio-, todo se ensambló con partes y piezas importadas de la URSS, Checoslovaquia, Hungría, Polonia y la RDA. Si alguna vez existió una “revolución industrial” en la isla, les aseguro que fue a partir del ensamblaje y bautizado como “Hecho en Cuba”.
Por ejemplo, los autos Montuno se ensamblaban con motor BW y los TVC 440 con la mayoría de los componentes Philips e Hitachi. Incluso, los muebles de los radios y televisores, llegaban conformados desde la URSS con la marca y el logo impreso. Una parte del ensamblaje electrónico también se hizo en Cuba: se montaban manualmente los semiconductores y luego se estañaban en una vieja máquina que dejó de existir a principio de los 90.
En fin, como mi viejo amigo, nos creímos el cuento de Made in Cuba. Nada, la historia no ha cambiado y seguimos ensamblando parte de lo que hoy se vende en las tiendas recaudadoras de divisas.
Odelín Alfonso
Texto y foto: Blog La Matrícula, 22 de noviembre de 2012.
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