lunes, 24 de octubre de 2011

Morenitas del Caribe


Lo que va de ayer a hoy. Los otrora y fabulosos equipos de voley femenino de Cuba, conocidas internacionalmente como las morenas del Caribe, quedaron atrás.

La actual sexteta es una caricatura de las legendarias y formidables negras cubanas que jugaban un voleibol fantástico. Desde 1978, cuando se titularon campeonas mundiales, aquella hornada comandada por las formidables atacadoras Mercedes Pérez y Mercedes Pomares, la central Ana María García y una armadora de ensueño como Imilsis Téllez, comenzó a tejer un etapa dorada del voley mundial.

Olvídense de las niñas magas del Oriente, Japón, que jugaban casi de memoria y defendían al campo como solo saben hacerlo los conjuntos asiáticos. Dejemos a un lado al potente plantel de la antigua URSS, que le metía miedo al susto, por la estatura de sus jugadoras y su indudable arsenal técnico.

A partir de 1978 la historia del voley se escribió en castellano. El conjunto era una mezcla explosiva de talento natural, saltabilidad increíble, potencia inaudita en los remates y una preparación física de cosacos.

Cuba era otra cosa. Inédito. Seis mujeres que le pegaban a la bola como si la odiasen, con una defensa de campo débil, pero bloqueando en la net eran insuperables.

El artífice del salto de gigantes del voley para mujeres en Cuba es Eugenio George. Considerado el mejor entrenador de la disciplina el siglo pasado por la FIV.

George es el padre de las morenas del Caribe en un período comprendido entre 1978 y el 2004. Una leyenda. Un tipo al cual se le debe colocar una tarja en vida con letras góticas en todos los museos del deporte en Cuba.

Después del asalto a la entonces Leningrado en el 78, la trayectoria de nuestro volibol femenino fue impresionante. Ganaron al hilo tres medallas de oro olímpicas entre 1992 y el 2000. Y otros tantos mundiales.

Luego que las dos Mercedes, y la maravillosa pasadora Imilsis Téllez dijeran adiós al deporte, la nueva hornada era oro puro. Apareció una autentica líder, como Mireya Luis, una camagüeyana de solo un metro 73, con pinta de bailadora de rumba y con un alcance en su salto de hasta 3.30 metros.

Era un muelle. Y un espectáculo. Sus remates llevaban dinamitas. Es la cubana más famosa en China y Japón, dos plazas fuertes del voly.

Junto a Mireya, la sexteta cubana estaba integrada por grandísimas jugadoras al estilo de Regla Bell, Magalys Carvajal, Tania Ortiz y la fenomenal Regla Torres, elegida la mejor voleibolista del siglo XX.

Para esas mujeres todo era coser y cantar. Cuando tenían un partido cuesta abajo, y se lo proponían, le daban la vuelta al marcador con una facilidad pasmosa. Dudo que algún deporte colectivo en Cuba haya tenido un equipo que marcó tan claras diferencias con sus rivales.

Las morenas del Caribe del 78 o la década del 90 hasta el 2004, era una versión de juego increíble parecido al once de fútbol de Brasil del 70, o el actual Barcelona, que encandila a los entendidos y fanáticos.

Pero la crisis estacionaria que sacude a Cuba desde 1989, con el llamado período especial, ha pasado factura al voley para mujeres. En un mundo donde el deporte es profesional y altamente exigente, la locura de Castro de tener selecciones que compitan como profesionales y cobran salarios de obreras, provocó deserciones dentro del voleibol femenino cubano. Y menguaron su nivel.

Se hicieron deportistas libres Magalys Carvajal, Regla Bell y Taimaris Agüero, que juega con la selección italiana. Otras jóvenes talentosas también abandonaron el país. Y un deporte de laboratorio, como el voley, donde la masividad es reducida, retrocedió en calidad.

Las últimas perlas de la selección, la atacadora principal Rosir Calderón y la central Nancy Carrillo hicieron mutis. Este silencio, junto al retiro de estrellas como Zoila Barro y Yumilka Ruiz ha convertido a la otrora maquinaria de hacer voley en un equipo mediocre.

En el Grand Prix, celebrado en varias ciudades asiáticas y en Polonia, en la primera semana, las cubanas perdieron dos partidos ante Rusia, lógico, es la actual campeona mundial y con Tailandia, un equipo de la media hacia abajo. Sólo le ganó a Perú.

Las cubanas se despidieron con sólo dos triunfos frente a siete derrotas. En la olimpiada de Londres 2012, Cuba no debe estar entre los diez primeros.

Los compasivos cronistas deportivos cubanos aun siguen llamándole "fabulosas morenas del Caribe". Qué fuerte. Su actual quehacer sobre el mondoflex es una parodia. Juegan de lágrimas.

Iván García

Foto: Equipo nacional de voleibol femenino que compitió en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

1 comentario:

  1. Aunque con algunos errores como decir que Ana Maria era central cuando en realidad era la otra pasadora del 4-2 me dusta el sitio y te invito a dar tu opinion sobre las causas del desmoronamiento de las para mi inolvidables morenas.

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