miércoles, 25 de septiembre de 2013

O navegas por internet o comes mejor


Una tarjeta para navegar por internet, en una de las 118 salas inauguradas el 4 de junio, cuesta 4.50 pesos convertibles (cuc) la hora. Y dos libras (un kilo) de carne de res en el mercado negro, 4.40 cuc. Si encuentra un cubano que prefiera internet a la carne de res, avíseme.

Raúl, ingeniero de 56 años, cada mes gasta 100 cuc en alimentar bien a su familia. "Me interesa internet, pero si mi esposa, mis dos hijos y yo nos conectáramos a internet una vez a la semana, gastaríamos 72 cuc al mes. Y comeríamos menos. Por ahora tendremos que esperar".

ETECSA, la empresa de telecomunicaciones de Cuba, pensó que la comercialización de internet, sería una golosina. Como ya ocurrió con la telefonía móvil: una línea inicialmente costaba 120 cuc y ahora cuesta 30 cuc, la cuarta parte.

Calcularon que los jóvenes se sentirían atraídos por abrir cuentas en Facebook y Twitter o en mantenerse al día en el mundo del deporte, la música y la moda, y estarían dispuestos a desembolsar los altos precios en moneda dura.

No ha ocurrido así. Al menos hasta la fecha. Jorge Legrá, director de Programas Estratégicos de ETECSA, informó que en los primeros quince días, solo 11 mil usuarios habían contratado los nuevos servicios en las 118 salas de navegación habilitadas en toda la isla.

Una empleada de la sala ubicada en el Casino Deportivo, un reparto habanero, afirma que casi siempre está vacía. "Los pocos que vienen han preferido abrirse una cuenta de correo internacional, que cuesta 1.50 cuc. La red local Intranet es lo más barato, 0.60 centavos, pero la aceptación ha sido menor. La conexión a internet, la más cara, a 4.50 cuc la hora, no ha tenido la repercusión que se esperaba".

Un ingeniero de ETECSA opina que la apertura de las 118 salas “ha tenido más eco mediático dentro y fuera de Cuba, que otra cosa. La realidad es dura y simple: el alto costo de la vida ha crispado los bolsillos de los probables consumidores. Internet interesa, pero es añadir una nueva carga al presupuesto familiar. Habrá que hacer ajustes, rebajar los precios y permitir que se pueda pagar en moneda nacional”.

En junio de 2010 el ALBA 1, como se le conoce al cable submarino de fibra óptica que enlaza a Venezuela y Cuba, se hizo operativo. Pero el tráfico de datos no comenzó a gestionarse en la isla hasta tres años después. Fuentes de todo crédito aseguran que antes de hacerse efectiva la conexión en las 118 salas cubanas, el ALBA 1 trasmitió datos concernientes a las elecciones de Venezuela en octubre de 2012, las regionales de diciembre de ese año y las presidenciales de abril 2013, donde en un dudoso plebiscito, Maduro superó reñidamente a Capriles.

Luego de tres años de silencio en Cuba, se hizo la luz. El acceso en las nuevas salas de navegación es de 2 megabit/s. Veinte veces superior a la de hoteles 5 estrellas como el Saratoga, donde el pasado mes abril se hospedó la cantante Beyoncé y su esposo Jay Z.

Ningún empleado del hotel Saratoga me ha podido explicar por qué, si la hora de internet cuesta 10 cuc, se mantiene la conexión a 100 Kilobit. Según un funcionario, "se negocia el monto de dinero que las empresas de turismo deben pagar. Pero los hoteles también se beneficiarán de la mejor conectividad del cable ALBA 1".

En declaraciones recientes, el director de Programas Estratégicos de ETECSA, entre otras medidas, anunció que para fines de 2014 está previsto ofertar conexiones a internet desde los hogares. Sería con tecnología ADSL y no a través de la red telefónica.

A pesar de que Cuba parece estar dispuesta a insertarse de lleno en el siglo 21, con la llegada masiva de internet y la televisión digital, los altos precios en divisas serán un freno para la inmensa mayoría de la población.

Si ETECSA y el gobierno, que a fin de cuentas es el que lo subsidia todo, no bajan las tarifas en pesos convertibles -o mejor aún, las cobran en pesos cubanos, la moneda nacional-, el cubano de a pie seguirá viendo internet como una quimera.

Y no estará dispuesto a gastarse 4.50 cuc por una hora en la red, mientras que por ese precio puede conseguir dos libras de carne de res.

Iván García
Foto: Antes de 1959, era común almozar o cenar bistec con cebollas y tostones o papas fritas. En los puestos de fritas, por 15 o 20 centavos, podías comerte un pan con bistec. Hoy es un lujo en Cuba, igual que un filete de pargo asado, un enchilado de langosta o un arroz con camarones. Como también lo es poder desayunar todos los días una taza de café con leche y pan con mantequilla. O tomar a menudo una champola de guanábana o un vaso de jugo de naranja.

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