miércoles, 30 de mayo de 2012

"La comida me hizo amigo de Fidel Castro"


El actor francés Gerard Depardieu confesó que su afición por la comida, y en especial por el paté, ayudó a forjar su amistad con Fidel Castro.

"Lo conocí en 1992 cuando le hice paté", dijo Depardieu, de 63 años, durante una entrevista en el show de Graham Norton, trasmitida por la cadena BBC y de la que se publicaron fragmentos. "A él también le encanta comer, y tiene mucha curiosidad por la comida".

El actor afirmó además que él (Fidel Castro) "es un amigo y voy a cazar con él y con su hermano Raúl. Ellos saben todo de todo y son personas normales".

Al parecer, Depardieu no se refirió a sus inversiones en los campos petroleros cubanos -otra conexión con el régimen de los hermanos Castro. El actor era uno de los inversionistas de la corporación petrolera Pebercan, con sede en Montreal.

Pebercan -pionero de la inversión extranjera en Cuba- anuló en el 2009 el convenio establecido con la estatal Cuba Petróleo (CUPET) por 16 años. El principal detonador de la fractura fueron las crecientes deudas que el gobierno cubano acumuló con el consorcio canadiense, calculadas en más de 120 millones de dólares.

Tampoco especificó cuándo fue la última ocasión que cazó con los gobernantes cubanos.

Depardieu fue uno de los ilustres invitados a los festejos por el 80 cumpleaños de Fidel Castro, organizados por la Fundación Guayasamín en La Habana en diciembre de 2006. Las celebraciones no contaron con la presencia de Fidel Castro, que se encontraba en una etapa crítica de salud tras una complicada cirugía intestinal.

Amante de los puros y del buen vino, el actor retornó a Cuba a comienzos del 2009 para agasajar al célebre tabaquero Alejandro Robaina (1919-2010) en ocasión de su 90 cumpleaños. Esa es la última visita conocida del artista a la isla.

Depardieu tiene también inversiones en las industria textil y de comunicaciones en Rumania y en la industria vinícola de Francia, Argentina, Italia, Argelia y Marruecos. Ha actuado en más de 180 películas y en 1990 fue nominado a un Oscar por Cyrano de Bergerac.

Visiblemente obeso, Depardieu dijo en el programa de Norton que no le importaba en lo absoluto su peso.

"Estoy maravilloso como estoy", aseguró.

El actor, periodista y presentador irlandés Graham Norton conduce su programa de una hora en la BBC desde febrero del 2007, con altos niveles de audiencia.

Café Fuerte, 9 de marzo de 2012

lunes, 28 de mayo de 2012

La fiebre del oro en Cuba


Nicolás, 46 años, tiene un olfato especial para los buenos negocios. Siempre se traza grandes metas. En estos momentos, en su casa bien cuidada del Reparto Sevillano, examina meticulosamente varias prendas y piezas de oro.

Nicolás las va separando en pequeñas pilas de acuerdo a sus quilates. “Aquí tengo no menos de 8 mil dólares”, dice y sus ojos se abren desmesuradamente. Joyeros como Nicolás, en estos días persiguen frenéticamente el oro.

Siempre el metal áureo ha sido un gran negocio en el mundo subterráneo habanero. Pero hoy en día ha cobrado un valor inusitado. Vea usted, de entre 15 y 20 dólares que se cotizaba el gramo de oro 10, 14, 18 y 22 quilates hace un año, el precio se ha disparado a 30 y 35 dólares.

Y se ha convertido en una auténtica fiebre del oro. El negocio deja una tajada suculenta. Los joyeros suelen tener buenos contactos con extranjeros de paso por La Habana que pagan el oro al por mayor casi dos veces más caro que la inversión realizada.

Richard, un canadiense circunspecto con pinta de tipo importante, viene con asiduidad a Cuba, para además de zambullirse en las quietas y azules aguas de Varadero o jugar golf en un campo de 18 hoyos, comprar todo el oro posible.

Conoce al dedillo cómo funciona el mercado negro en la isla. Durante un tiempo trabajó para una compañía canadiense que tiene negocios de minería en Cuba. “Pago el gramo de oro a 52 dólares, tengo amigos que a mi llegada ya me tienen comprado un lote”, señala Richard. La forma en que lo saca del país prefiere no contarla.

Según Mayra, trabajadora de un aeropuerto, es muy fácil sacar oro en prendas o fundido en pequeñas láminas. “Al mostrar tres billetes de 100 dólares, en la Aduana miran para otro lado y usted puede sacar de la isla hasta un elefante”, dice risueña.

Las leyes vigentes del país sancionan hasta con 5 años de cárcel el tráfico ilegal de joyas y metales preciosos. También se imponen multas entre 500 y 1,500 dólares.

Hace dos décadas, joyería estatales compraban oro a precios ridículos. Demetrio, residente en el Vedado, solía vender orfebrerías de oro y jarrones de porcelana. “Ya no. En la calle los joyeros particulares te pagan mucho mejor. Con el oro que yo vendí al régimen a finales de los 80, me dieron unos certificados que solo me alcanzó para comprar una lavadora, un televisor y un equipo de música. Fue un atraco”.

En esa etapa, a pesar de que la tenencia de dólares era ilegal, el gobierno compró y canjeó por pacotillas electrónicas o coches rusos, importantes cantidades de oro, plata, porcelana fina y obras de arte. Pero en este verano de 2011, la gente no cuenta con el Estado a la hora de vender oro. Hay un ejército de joyeros privados y personas que invierten su dinero en oro, dispuesto a pagar precios que ellos consideran más justos.

Casi todos los habaneros propietarios de reliquias familiares, se las vendieron al Estado. La necesidad imperiosa de reparar sus casas y tener comida en la nevera les obligó a desprenderse de bisuterías valiosas. Con la subida del oro en el mercado internacional, la fiebre por el metal áureo también ha llegado a Cuba. Y los joyeros o personas que trabajan para ellos, se han tirado a las calles a la caza del oro.

“Todavía hay familias que tienen prendas de oro. Además, compramos muelas y hasta viejos relojes rusos Poljot con un baño de oro 22”, indica Ramón, joyero de Centro Habana.

Mientras la gente hurga en el armario o en el baúl de los recuerdos, en busca de orfebrerías, los joyeros de la capital sacan sus calculadoras.

“Deja buen billete este negocio. Lo que me inquieta es la velocidad con que ascienden los precios del oro. Para diciembre el gramo de oro 18 en Cuba puede alcanzar los 40 o 45 dólares. Para esa fecha, yo comenzaré a vender el oro comprado a contactos que tengo en Miami”, señala Nicolás. Él siempre ha tenido un olfato especial para los buenos negocios.

Iván García

Foto: La Habana, años 50. La Joyería Cuervo y Sobrinos fue la más famosa que hubo en la isla. Quizá algunos piensen que la foto y la información sobre esta joyería no guarda relación con el tema abordado por Iván en esta crónica, pero como nací en 1942, soy testigo de que siempre para los cubanos el oro fue el metal más usado. Y no sólo por la gente rica, también por las familias modestas. Lo recuerdo en este post de 2008, publicado en mi blog . Entre los muchos sitios que en internet se localizan dedicados al mercado del oro se encuentra éste. (Tania Quintero).

sábado, 26 de mayo de 2012

De La Habana a Cannes, con el mar de fondo



Una tarde de marzo de 2011, desde Lucerna, Suiza, me telefoneó mi madre, la periodista Tania Quintero, para decirme que Manuel Aguilera, mi jefe en El Mundo/América, diario español donde colaboraba desde octubre de 2010, me había acreditado para cubrir la conferencia de prensa que el actor Benicio del Toro y otros participantes del proyecto fílmico 7 días en La Habana, ofrecerían en el hotel Meliá Cohiba, Vedado, a pocos metros del malecón habanero.

A ese tipo de eventos oficiales no suelen ser acreditados periodistas independientes. Por ello, a la productora Laura Olaizola, quien desde Madrid se ocupaba de las filmaciones, se le advirtió que las autoridades cubanas podían vetar mi presencia. Laura le trasladó los datos de mi carnet de identidad a la persona que la representaba en Cuba y le comunicó que podrían no dejarme entrar.

Mientras, Tania preparó sinopsis de cada uno de los siete directores a cargo de las siete historias que serían rodadas en la capital: el cubano Juan Carlos Tabío; los argentinos Pablo Trapero y Gaspar Noé; el español Julio Medem; el francés Laurent Cantet; el palestino-israelí Elia Suleiman y el puertorriqueño Benicio del Toro.

A todas estas, mi dinero en divisas eran 20 pesos convertibles y debía dejarlo para comprar una tarjeta y poder conectarme a internet desde el Meliá Cohiba, una vez terminada la conferencia de prensa. Entonces a Tania no le quedó más remedio que leerme por teléfono las sinopsis y yo fui tomando nota, pues no a ser al cubano y al puertorriqueño, al resto no los conocía.

Por suerte, no tuve impedimentos para cubrir la rueda de prensa ni tirar fotos. Tampoco para hablar con los artistas, realizadores y periodistas nacionales y extranjeros. Pasadas las 8 de la noche, cuando desde una computadora del hotel iba a enviarle a Tania las fotos y el texto, para que ella me lo revisara y se lo reenviara a mi jefe, cuya redacción radicaba en Miami, la laptop se paró. Se había terminado la carga y había olvidado el cargador en la casa.

Apresuradamente cogí un taxi en la puerta del Meliá Cohiba y me fui hasta la casa de un amigo, para que me prestara su laptop. Le dije al chofer que me esperara (el viaje de ida y vuelta me salió en 10 cuc). Por la diferencia de hora, en Suiza era de madrugada.

Ya en el hotel sonó mi móvil. Era Tania, preguntándome qué había pasado, si no demoraba mucho porque estaba muerta de sueño. Le respondí que si la comunicación no estaba muy lenta, en unos 20 minutos recibiría lo que había redactado y varias imágenes. Unas horas después, salía publicado en El Mundo/América  y en el blog Desde La Habana.

Para ahorrar tiempo y dinero, acordamos que Tania redactara la nota sobre la terminación de los rodajes, iniciados en marzo de 2011 y finalizados dos meses después, en mayo. Con el mismo título y foto salió en El Mundo/América y en su blog.

A no ser por los 667 francos suizos con 25 céntimos que en el mes de abril Tania tuvo que pagar a Swisscom, la conexión periodística Miami-Madrid-La Habana-Lucerna funcionó a la perfección.

Todavía no he visto el filme 7 días en La Habana, pero me alegra que haya sido mostrado en Cannes. Es el más importante festival cinematográfico del mundo y esa ciudad de la Riviera francesa también está bañada por el mar.

Iván García

Foto: Seis de los siete realizadores de la cinta 7 días en La Habana, posan en Cannes, el día de su presentación, el 24 de mayo de 2012.

El delito de Ernesto Borges


El trabajo de espiar es tan antiguo como el hombre. Episodios de espionaje podemos encontrar en el antiguo testamento. Josué, en su afán por guiar a los antiguos israelitas hasta tierra prometida, envió un grupo de encubiertos a Jericó, que bajo el manto de una prostituta estudiaron e investigaron las mejores estrategias para atacar y conquistar la ciudad.

“El arte de la guerra”, el mejor libro de estrategias de todos los tiempos, su autor Sun Tzu nos enseña, entre otras cosas, como recaudar información para exterminar al enemigo no en la lucha sino en la paz.

La primera mujer espía que se conoce fue Dalila, quien siguiendo orientaciones de Hanún, el rey de los filisteos, averiguó el secreto del origen de las fuerzas de Sansón, y luego le corta el cabello.

Los espías de ficción son muy sensuales. Tom Cruise en Misión Imposible, Cameron Díaz en Los ángeles de Charlie, o la interminable saga del legendario James Bond.

La realidad es diferente, Aldrich Hazen Ames ex oficial y analista de contrainteligencia de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense nacido en Wisconsin y alistado desde muy temprana edad. Comenzó realizando trabajos de poca importancia y terminó siendo reclutado por los rusos. El New York Times lo describe como “El topo más destructivo” en la historia de la CIA. En febrero del 94 fue arrestado y condenado a cadena perpetua.

Margaretha Geertruida Zelle, (Mata Hari) una holandesa que estudió danza oriental de quien se dice que socavó información de alcoba. Fue acusada de actuar como doble agente para Francia y Alemania, condenada a muerte y ejecutada en 1917.

Oleg Penkovsky, Teniente Coronel de la artillería rusa, calificado por la CIA como uno de los mejores espías al servicio de Estados Unidos. En 1961, cuando era coordinador de Investigación Científica del Ejército de la URSS, comenzó a transmitir información al servicio de inteligencia británico (MI6) y a los norteamericanos. Penkovsky fue ejecutado por la KGB, y su contacto en Moscú, Greville Whynne, castigado a años de prisión.

El espionaje auténtico es una figura delictiva en todo código penal, la labor fundamental de los servicios secretos es buscar información para utilizar o traficar. Es también una actividad excesivamente cara y selectiva. No por gusto los tan sofisticados órganos de búsqueda de información cubanos, después de la caída del campo socialista, han bajado de lugar en el ranking del espionaje mundial.

El caso de Ernesto Borges es más que significativo. Después de graduarse en la escuela superior de la KGB en Moscú, regresa a La Habana e ingresa en la Dirección de Contrainteligencia del Ministerio del Interior.

Según dice la sentencia número dos del Tribunal Militar, en junio de 1998, Ernesto decide entregar información de interés a los servicios especiales de los Estados Unidos. Para ello, recopiló documentación sobre 26 agentes que trabajaban para el Departamento de Seguridad del Estado (DSE); añadió datos sobre la estructura de su sección, integrantes, características, seudónimos, operaciones especiales, y luego pretendió ponerse en contacto con funcionarios de la Sección de Intereses de los Estados Unidos en Cuba.

Visto así, es inteligible la sanción de la magistratura marcial. Pero Ernesto nunca entregó lo compilado, porque, si es cierto que lo intentó, también es cierto que en su empeño, Ernesto parecía un dinosaurio bañándose en el malecón. Quizás por eso en la tarde del 15 de julio de 1998, sin aún tener preciso a quien informar, agarra su preciado sobre y lo lanza por encima de la cerca perimetral de la casa de un funcionario estadounidense. El 'regalo' cae al césped, y la acción es observada por el teniente Iván Pérez Albear. El DSE recuperó el sobre y su contenido.

Es real que el capitán Ernesto Borges cometió alguna fase del delito de espionaje, pero nunca fue un espía. De acuerdo a la severidad de la sanción y el posterior tratamiento de las autoridades, me hace creer que no ha sido juzgado por su acción, si no como previsión de posibles contingencias de muchísimos soldados que, como él, sienten un enorme descontento.

La táctica es vieja y sencilla: esparce cierto temor entre presas perturbadas, asegura la estampida y da control al depredador.

Juan Juan Almeida
Martí Noticias, 7 de marzo de 2012

jueves, 24 de mayo de 2012

Esa sanguijuela llamada corrupción


Lo que a sus 39 años Daniel no puede conseguir o se dilata por la vía legal, lo obtiene con dinero en mano. En una parcela perteneciente a su familia, él construye una casa con carácter de arrendatario.

Tres veces por semana por el lugar pasan inspectores del Instituto de la Vivienda. Quizás, el organismo campeón de la corrupción en la isla. Están a la caza de cualquier irregularidad. Si te pillan, te sacan dinero. Preferiblemente moneda dura.

Ya Daniel ha desembolsado 1,200 pesos convertibles (1000 dólares) para arreglar una serie de trámites burocráticos. Los funcionarios son insaciables, siempre quieren más.

Se ha convertido en algo habitual. Das plata y miran a otro lado. La corrupción en la isla no es un mal pasajero. Es un fenómeno endémico y está enraizado en el sistema socialista cubano.

Si vas a permutar, reparar tu morada o construir una casa, prepara el bolsillo. Por los cauces legales, una simple tramitación puede demorar años. Pero si con disimulo enseñas un billete de 100 pesos convertibles, dólares o euros, todo enseguida se resuelve.

El personal que labora en las dependencias del Instituto de la Vivienda suelen durar en sus puestos de trabajo lo que un merengue a la puerta de una escuela. Genoveva, 54 años, una mulata gorda, conoce como nadie el manejo de los hilos de la corrupción. Trabajó en una oficina de la Vivienda.

“El tráfico con propiedades y terrenos es tremendo. Las personas que abandonan definitivamente el país, son objetivo central de los inspectores. Las buenas residencias pasan a una bolsa estatal, no se les entregan a una familia que perdió su hogar por el paso de un ciclón. Por debajo de la mesa se lucra con ellas, casi siempre se las otorgan a dirigentes del partido o de algún ministerio”, cuenta Genoveva, quien precisamente perdió su empleo por un rifirrafe a la hora de entregar una de esas casonas.

“Casi todos los que trabajan en Vivienda y tienen poder de decisión, están detrás del tráfico de influencia y el dinero. Un asesor me había ofrecido una alta suma por esa mansión. Cuando el negocio parecía amarrado, se apareció un gerifalte, que la deseaba para una de sus queridas. El lío que se formó me costó el puesto”, recuerda.

De su paso por el Instituto de la Vivienda, Genoveva obtuvo una buena casa y dinero suficiente para montar una “paladar” (restaurant particular). Además de ofrecer comidas, a parejas discretas alquila habitaciones a 15 pesos convertibles la noche.

La cadena de corrupción va más allá de las viviendas. Abarca todos los niveles. Desde un policía de tránsito que te detiene para multarte, y cuando lo "tocas" (le das dinero) rompe la multa, hasta un especialista que luego de hacerle un “regalo”, te consigue un turno para hacerte una tomografía axial.

En una de las últimas listas de los países más corruptos del mundo, dada a conocer por Transparencia Internacional, de un total de 180 naciones valoradas, Cuba ocupaba el puesto número 61. Cuando se lo digo a Daniel, indignado responde:

“Qué va, eso no puede ser. Están equivocados. Deben haber hecho ese informe sin haber puesto un pie en Cuba. Y no hablo por hablar. Lo digo por mí mismo, que a diario soy víctima de esa sanguijuela llamada corrupción".

Iván García

martes, 22 de mayo de 2012

Confesiones de un verdugo en China

Policías chinos exhiben a condenados a muerte

Hu Xiao no es un trabajador común y corriente en China. No cultiva tierras, ni cumple turnos en una manufacturera o en una fábrica electrónica. Su labor es más instantánea y cruenta: dispara un rifle para cegar la vida de delincuentes condenados a muerte por la justicia del país comunista.

A pesar de los dilemas éticos que esto conlleva, su función de verdugo no le parece complicada. Hu asegura que su trabajo "normalmente es sencillo", excepto en el caso de un prisionero que se levantó y corrió hacia su rifle cargado cuando se disponía a ultimarlo.

Recientemente, este policía le contó algunas de sus experiencias al diario oficial Pekín Wanbao, en un artículo que ofrece una infrecuente mirada al gremio de los verdugos en China, y a las condiciones en las que mueren los sentenciados a la pena capital.

Resulta difícil saber cuántos chinos son ejecutados cada año, porque el gobierno de Pekín no difunde cifras al respecto.

Pero un informe de 2011 de la organización independiente Dui Hua, dedicada a la defensa de los derechos humanos en China y que tiene su sede en San Francisco, Estados Unidos, afirma que el país ajusticia anualmente a 4 mil personas. Amnistía Internacional afirma que este número es mayor que en cualquier otra parte del mundo.

Con todo, la cifra representa -según Dui Hua- la mitad de la cantidad de ejecuciones registradas en China hasta 2007, año en el que se introdujeron cambios en la legislación para que la Corte Suprema del Pueblo revise las condenas a pena de muerte antes de que se hagan efectivas.

Hu, un ex militar que desde hace casi dos décadas es oficial de la policía judicial, parece tomarse el drama humano de las ejecuciones con una frialdad forjada por la rutina.

"De hecho, no es tan complicado como piensan los de afuera", relata en el artículo del Pekín Wanbao, citado por la agencia Reuters. "Todos nosotros usamos rifles con un cañón de un metro de longitud, nos ubicamos a unos cuatro metros del condenado, apuntamos, halamos el gatillo y eso es todo".

Hu dice que la mayoría de los individuos llevados al cadalso sienten tanto terror que se desploman en el suelo y que, al ser levantados, no pueden mantenerse en pie. La excepción, añade, fue un exsoldado sentenciado por homicidio. "Al momento de la ejecución, los criminales se arrodillan en el piso, pero este hombre se levantó y corrió hacia mí. Toda esa gente se merece el castigo que recibe por los crímenes que cometieron", sanciona Hu.

No obstante, grupos de derechos humanos han denunciado que los condenados a la pena capital, comúnmente ciudadanos acusados de delitos como asesinato, narcotráfico o funcionarios señalados por corrupción, rara vez reciben un juicio justo.

El principal método de ejecución en China es el disparo con rifle, pero el gobierno ha dado pasos para usar más la inyección letal, como en Estados Unidos, una modalidad menos propensa a "contratiempos".

Pero Hu sólo habla de su rutina con armas de fuego en el artículo del Pekín Wanbao. Este oficial, cuya foto no se publica y su edad no se especifica, le relata al vespertino cómo fue su iniciación en el gremio de los verdugos. Dice que el día que empezó el trabajo, los agentes más veteranos le hicieron observar dos ejecuciones e inspeccionar los cuerpos recién privados de vida y que cuando le tocó halar el gatillo por primera vez no sintió nervios.

"Pero en mi segunda ejecución sí me puse nervioso. No porque sintiera miedo, sino porque temía que si fallaba el disparo me convirtiera en el hazmerreír de mis colegas". Hu añade que a los policías jóvenes les cuesta más acostumbrarse a las ejecuciones. "Para los agentes de más edad, como yo, es tan sólo una rutina", confiesa.

Aunque quizás llegue a convertirse en una labor algo menos frecuente. En 2011, China redujo el número de delitos que conllevan la pena de muerte. El robo grave, el contrabando de animales raros, el fraude impositivo, la sustracción de fósiles y el tráfico de oro y plata ya no figuran en la lista. El gobierno también decidió exceptuar de ese castigo a los mayores de 75 años.

Las ejecuciones se han vuelto un tema de debate en el país. En diciembre pasado, más de 20 académicos y funcionarios chinos discutieron sobre la pena capital en una conferencia realizada en la ciudad de Hangzhou.

BBC Mundo, 9 de enero de 2012
Foto: AFP. Según organizaciones de derechos humanos, China ejecuta 4 mil personas cada año.

domingo, 20 de mayo de 2012

Gusanos "revolucionarios"


Cuando Norberto (nombre supuesto) desertó en un torneo deportivo en Canadá, las autoridades cubanas , como es habitual, intentaron borrarlo de la memoria colectiva de una fanaticada que aplaudió delirantemente sus espectaculares mates al canasto.

Ningún cronista se atrevió a escribir su nombre. Ni narrar sus hazañas deportivas. Cuando se cuenta la historia del baloncesto criollo, con toda intención, se mutilan , los momentos de glorias que Norberto trajo al baloncesto nacional.

Mucho tiempo después, con más de 40 años, Norberto arribó a La Habana cargado de maletas y regalos para familiares y amigos. No es la primera vez que viene.

En uno de los viajes se hizo santo. Y en las calurosas noches habaneras se sienta con un grupo de amigos a bajar una hilera de botellas de ron añejo mientras hablan de deporte, mujeres y por supuesto de la situación actual.

Aunque Norberto se opone a la forma de gobernar de Raúl Castro, es cauteloso a la hora de dar sus opiniones políticas. “Tú sabes, aquí tengo a mi madre y parte de mi familia”, se justifica.

El temor real de Norberto es que el gobierno revise su lista negra y por haber desertado en ‘misión oficial’, le niegue la entrada al país y no pueda pasear por las calles de la ciudad que nació y compartir con sus amigos de la infancia .

Como Norberto actúan otros cubanos en el exilio. Odiar todo el tiempo no es sano. Pero olvidar las ignominias sufridas tampoco es aconsejable. El recurso utilizado por un amplio sector de cubanos que anualmente visitan la isla y aseguran no interesarles la política, es sinónimo de cobardía.

La patria es de todos. Por tanto, las autoridades no te conceden ningún favor dándote visa para visitar tu país por un par de semanas. No se debe solicitar lo que es un derecho natural.

El tema emigración es una asignatura suspensa por los hermanos Castro. No se olvide que durante mucho tiempo, el régimen odió a los cubanos que preferían otros horizontes para vivir con decoro, alejados de las cansonas campañas revolucionarias.

Recuérdese Camarioca 1963. O Mariel 1980. Vergonzosos capítulos de la revolución, cuando para demostrar el apoyo a su ideario, lincharon verbalmente con gruesas ofensas, andanadas de piedras y huevos y el calificativo de ‘escoria’ impuesto por un ofendido Fidel Castro a los miles de compatriotas que decidieron marcharse.

En las oficinas de inmigración a quienes se iban les ponían las siglas HP en sus expedientes. Es difícil pensar que esos mismos mandarines que detestaban a los que abandonaban el barco revolucionario, ahora hayan hecho un examen de conciencia y replanteado su discurso enérgico, cargado de rencor hacia los emigrantes cubanos.

Si en 1978 Fidel Castro dio paso al concilio y la reunificación familiar fue, sobre todo, por criterios económicos. Casi dos mil millones de dólares al cash y otros miles en pacotillas y llamadas telefónicas, no es algo despreciable para una economía que hace agua por todas partes.

Pero, como toda autocracia, las autoridades se abrogan el derecho de decidir cuáles cubanos residentes pueden entrar a la isla. A ellos les da igual que se opongan al sistema, mientras lo hagan de forma anónima.

Se calcula entre 30 mil y 70 mil los cubanos que aparecen en una lista negra. Son aquéllos que abierta y públicamente critican al régimen desde las naciones donde viven. Disidentes, intelectuales y periodistas que con sus textos desnudan las interioridades de un sistema casi científico a la hora de reprimir y apagar opiniones discrepantes.

El gobierno clasifica a los ‘gusanos ’ (desafectos) en tres categorías. Los mansos o buenos, que generosamente gastan con los suyos miles de dólares ahorrados. Y solamente en casa de sus parientes, en voz baja, critican el estado de cosas. Ésos no les molestan. A fin de cuentas, en Cuba, una mayoría silenciosa habla pestes de los Castro.

Luego vienen los más preciados. Los ‘gusanos’ “ revolucionarios ” residentes en Estados Unidos. Muy útiles a la propaganda castrista. Porque desde el corazón del “imperio” respaldan las políticas de los Castro, van a mítines en apoyo de los cinco espías y hasta desayunan o cenan con personeros del gobierno durante su estancia en Cuba.

‘Gusanos’ de verde olivo se encontraron entre los participantes en un encuentro sobre emigración patrocinado por el régimen, el pasado 28 de abril en La Habana. Entre ellos puede haber algún que otro disenso, pero en lo fundamental, coinciden con el fin del embargo, están de acuerdo con la “actualización del modelo económico” lanzado por Castro II y piden la libertad de los espías presos en Estados Unidos .

El tercer grupo de ‘gusanos’ es tá marcado con hierro y fuego por los voceros oficiales. Son los ‘contrarrevolucionarios’, clasificados como ‘ mafia de Miami ’ o “agentes de la CIA” y entre los cuales se encuentran administradores de webs sobre temas cubanos y blogueros que por pluma tienen un látigo. Ésos nunca podrán volver . Y ni siquiera soñar con ser enterrados en la tierra donde nacieron.

Ya es hora que la diáspora cubana por todos los medios y formas posibles se oponga a los estancos creados por el régimen para dividir a la emigración. Es licito que los cubanos asentados en otras naciones tengan sus criterios , incluso favorables a los Castro. Pero lo condenable es que se aparte del diálogo a quienes se les oponen pacíficamente.

Mientras solo los ‘gusanos’ respetuosos o “revolucionarios” puedan discutir algunos temas - no los más candentes - esos encuentros en La Habana serán una astracanada.

Cuando se quiera hablar seriamente sobre la emigración cubana, hay que contar con los dos millones de compatriotas que residen en el exterior. Piensen como piensen.

Iván García
Video: Los huevos que te tiramos cuando te fuiste con la escoria, de Erick Sánchez, cantante, compositor y guitarrista. Sánchez nació en La Habana, el 13 de junio de 1969. Su vocación musical comenzó muy joven cuando aún sin tocar ningún instrumento cantaba a capella. Esta canción está dedicada a los cubanos que abandonaron el país durante el éxodo del Mariel en 1980, después de ser sometidos a crueles actos de repudio, donde se les golpeaba, se les tiraban huevos, papas y se les llamaba 'escorias', 'lumpens' y 'antisociales'. Unos años después, son recibidos con los brazos abiertos en Cuba pues ahora son trabajadores bien pagados en Estados Unidos, hombres de negocios y personas que la dictadura de los Castro necesita, porque envían millones de dólares por concepto de remesas familiares y cuando viajan a la isla gastan muchos dólares.
Leer también: Abrirse a la diáspora.

viernes, 18 de mayo de 2012

¿Hacia dónde rema Kcho?


Una amiga y colega que visitó la exposición Sacrificio en la encrucijada, una retrospectiva de la obra del artista de la plástica Alexis Leyva Machado (Kcho) actualmente expuesta en el Gran Teatro de La Habana, no dudó en escribir en el libro de visitas: “Es una retrospectiva morbosa.”

Estoy de acuerdo con ella. El tema recurrente en los dibujos, esculturas e instalaciones de Kcho son botes y balsas, que muchas veces semejan féretros. Los miles de balseros muertos en el Estrecho de la Florida son un tema demasiado sensible para oportunismos y manipulaciones.

Algunos dirán que precisamente ese horror es lo que quiso reflejar Kcho. Sólo que a juzgar por lo aceptado que es en los predios del arte oficial y por sus frecuentes muestras de adulación al régimen, Kcho seguramente es de los que culpa de los millares de cubanos muertos en el mar exclusivamente a la Ley de Ajuste Cubano. Me parece escucharlo, con su voz gutural, repetir la salmodia oficial sobre “la ley asesina” y que “el gobierno yanqui alienta las salidas ilegales”…

Para nada Kcho es un artista contestatario como quieren presentarlo ciertos críticos y galeristas europeos. Está bien claro hacia dónde rema. Es un artista 100 % oficialista, que sabe dónde pican los pejes gordos, y que por ello no pierde oportunidad de guataquearles. Sólo había que ver cómo se le caía la baba por el Comandante durante la presentación del libro Guerrillero del tiempo. Fue tanta su emoción al escuchar al Jefe, que a falta de palabras para ensalzarlo, por poco se arrastra a sus pies…

En justicia, hay que reconocer que, aparte de pintar, Kcho ha hecho dos buenas acciones por su pueblo. Una, cuando llegó primero que la ayuda oficial, al frente de una brigada de artistas, a su natal Isla de la Juventud para llevar entretenimiento a los damnificados de los huracanes del año 2008. La otra, cuando durante una Bienal, como parte de su instalación Vive y deja vivir, amontonó miles de ladrillos en forma de botes en una calle habanera, que duraron allí lo que un merengue en la puerta de una escuela porque la gente se los llevó en jabas, carretillas y hasta en el hombro, para con ellos levantar paredes divisorias y baños en los derruidos solares de la Habana Vieja.

Digo todo esto en pro y en contra de Kcho porque recientemente declaró a los periodistas: “Me interesa saber qué opinan de mi obra mis compatriotas o qué sensación les provoca”… Pero veo que según un artículo del periódico Granma del 1 de marzo (Kcho y el eco de la gente, de Félix López), todas las opiniones de los visitantes son laudatorias. Incluso las de los que reconocen no entender nada…

A propósito de no entender nada, frente al carrusel con la Virgen del Cobre se me ocurrió una pregunta: ¿A qué encrucijada y a cuál sacrificio se refiere el título de la exposición?

Como una visitante escribió en el libro: “Aché pa tí, mulato”, se me antoja otra pregunta que tal vez sirva de respuesta a la anterior: ¿El sacrificio tendrá que ver con alguna gallina prieta ofrendada a Elegguá para que le abra los caminos al comandante? Con tipos tan fidelistas como Kcho, uno nunca sabe.

Luis Cino
Cubanet, 6 de marzo de 2012
Foto: Tomada de Cubanet.

miércoles, 16 de mayo de 2012

La importancia de Hugo Chávez


Algunos podrían pensar que la suerte vino en ayuda de un atribulado Fidel Castro, cuando allá por el año 1998 la economía en la isla se iba a pique con una industria paralizada por falta de petróleo, exportaciones por los suelos, finanzas en números rojos, deudas internacionales abultadas y erogaciones de miles de millones de dólares para alimentar malamente a 11 millones de cubanos.

El comandante único estaba cruzando el desierto. Cuatro años antes, en agosto de 1994, una multitud se amotinó en el malecón habanero, exigiendo fronteras abiertas y poder huir en balsas rumbo a la Florida.

Las deserciones contínuas de profesionales, deportistas e intelectuales habían dejado de ser noticia. La educación y la salud pública, dos de los cacareados logros de la revolución, caían en picada.

En la Cuba de finales del siglo 20 casi nada funcionaba. Excepto la represión. Apagones a destajo. La gente comía poco y mal. Y sus destartaladas casas pedían a gritos reparaciones urgentes. Entre ciclones y escasa productividad, los cubanos se escudaban en el sexo y el ron barato. El futuro, cuando se planteaba, era huir. A donde fuese.

Con las barrigas vacías y los bolsillos sin un centavo, numerosas personas refutaban el discurso anti yanqui de un Fidel Castro, quien durante horas y por cualquier motivo, plantaba la carpa y movilizaba a la nación en pie de guerra con su “batalla de ideas”.

Justo cuando peor se pintaban las predicciones para la continuidad de la revolución cubana, en Venezuela llegó al poder Hugo Rafael Chávez Frías.

Un golpe de buena suerte. En su azarosa vida, Castro ha contado con la fortuna. Desde no haber sido linchado por soldados de Batista después de asaltar un cuartel en Santiago de Cuba; cumplir solamente 22 meses de una condena de 15 años de prisión en Isla de Pinos, gracias a una aministía general, hasta, muerto de sed y hambre y con solo tres fusiles viejos de cazar torcazas, agrupar a 7 hombres y emprender su lucha guerrillera.

Quizás la aparición de Chávez no haya sido producto solo de la buena suerte. Algún día, cuando se abran los archivos del templete estatal y la policía política, con lujo de detalles se conocerá el papel jugado por la inteligencia cubana en la formación política de Hugo Chávez.

El otrora teniente de paracaidismo fue seguido con lupa por los espías del Departamento América del Comité Central del Partido Comunista, quienes puntualmente enviaban sus despachos al buró del primer secretario. No fue casual que después del desatinado intento de golpe de estado, el 4 febrero de 1992, los servicios especiales cubanos le dieran un seguimiento especial al atolondrado militar de Barinas.

Tal vez el juego comenzó antes. Pero nadie puede negar que después de casi dos años en la cárcel (lo liberaron el 26 de marzo de 1994, al ser sobreseído su caso), donde único Hugo Chávez fue recibido con alfombra roja fue en La Habana. Con varias jugadas de antelación, Castro completó el perfil del venezolano y le abrió las puertas del Aula Magna de la Universidad de La Habana, para que el desconocido golpista diera una conferencia.

Por etapas, Castro y Chávez planificaron las futuras movidas de fichas. Desde la formación de un partido bolivariano, hasta su triunfo en las elecciones de 1998, detrás está la mano de Fidel Castro.

Venezuela tenía todas las condiciones creadas para que un populista exaltado, carismático y locuaz llegara al poder mediante el voto. Corrupción galopante y mal gobierno de los partidos tradicionales, mientras la pobreza y el crimen crecían sin cesar en tierras morochas.

Ese caldo de cultivo fue propicio para la entrada por la puerta de atrás de Chávez. Después se formó una entente latinoamericana de la izquierda carnívora con Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega. Pero a Castro se le iban los ojos hacia su discípulo venezolano.

Tenía petrodólares por arrobas. Ya se podían revivir los engavetados planes revolucionarios en el continente. Antes había que rescatar a la primogénita revolución cubana, cansada, en harapos y sin fuelle. Gracias al petróleo venezolano se redujeron los extensos apagones en Cuba. Y con los dólares de los médicos, ingenieros y otros profesionales que colaboran en Venezuela, Castro recibió billetes frescos.

Detrás de las alianzas y el discurso polarizado y anti gringo de Chávez está Fidel Castro. Si el ALBA u otra asociación económica no han funcionado, es por la maldita incapacidad que generan estos sistemas autocráticos a la hora de producir riquezas.

De cualquier forma, se abrió la chequera generosa del Santa Claus sudamericano y la casta gobernante cubana se apuntaló en el poder y las corporaciones militares tuvieron liquidez.

De 2005 a la fecha, más de 28 mil millones de dólares ha recibido Cuba por concepto de ayuda por parte del gobierno de Chávez. Dinero que no ha provocado una espectacular crecida en la calidad de vida del cubano. No, para nada.

Esa plata ha ido a parar a inversiones secretas en telecomunicaciones, turismo y la modernización de las fuerzas represivas. Por eso, el inesperado cáncer de Hugo Chávez ha descolocado al gobierno de la isla.

Si Chávez muere antes de las elecciones del 7 de octubre, o pierde el poder, los mandarines criollos se las verán negras. Y, además, sin dinero para comprar petróleo, pues las nuevas prospecciones marinas de la Scarabeo 9 pueden demorar tres años en localizar pozos comerciales.

A ello, súmele el lógico degaste tras 53 años ininterrumpidos de poder. Una infraestructura del cuarto mundo y una agricultura raquítica que no ha sido capaz de llevar viandas, frijoles y vegetales a la mesa de los cubanos. La masa ganadera ha ido desapareciendo por los afilados cuchillos de matarifes clandestinos y apenas se produce leche.

El panorama se agrava con una disidencia que se ha tornado más contestataria y callejera.

Si vuelve otro 'período especial', que ya se sabe lo que es, una guerra sin el tronar de morteros, la calma chicha de la población podría agotarse. Es por eso que Hugo Chávez tiene una importancia cardinal: con él, los Castro afianzan su dinastía revolucionaria.

Los hermanos de Birán han hecho su apuesta. Un lance bien calculado a largo plazo. No se puede decir que fue una mala jugada. Aunque según las noticias de estos días, hayan apostado por un caballo perdedor.

Iván García
Foto: Fidel Castro recibe en la pista del aeropuerto de La Habana a Hugo Chávez en su primera visita a Cuba, el 13 de diciembre de 1994.

lunes, 14 de mayo de 2012

¿Y los no propietarios, qué?


Arrendatarios históricos, usufructuarios “gratuitos” y miembros de la comunidad que no ostentan el hoy en día privilegiado título de propiedad, se consideran discriminados por la puesta en práctica de la Resolución No. 391 del 2011 del Instituto Nacional de la Vivienda, al ser requisito indispensable su presentación para poder acceder a los subsidios estatales.

Recientemente, entró en vigor un Acuerdo del Consejo de Ministros en el cual se aprobó el Reglamento para el otorgamiento de subsidios a personas naturales con escasos recursos económicos, para realizar acciones de reparación en sus viviendas y como complemento directo de dicho acuerdo, el Instituto Nacional de la Vivienda, puso en vigor la Resolución No. 391 del 2011, en la que en su artículo 3.2 inciso b) estipula en su esencia, que en los casos de solicitud de subsidios para afrontar reparaciones menores, que no requieran licencia constructiva, es requisito para el otorgamiento del mismo, que el solicitante presente el documento acreditativo de la titularidad de la vivienda.

Josefa, vecina del Guatao en el capitalino municipio de La Lisa, asegura: “Fui a iniciar el trámite muy contenta, y me dijeron que no era propietaria del inmueble, salí muy desilusionada, quien implementó estas medidas no pensó en nosotros los usufructuarios, que somos los más necesitados, pues si tuviéramos dinero fuéramos propietarios. No entiendo nada, si ya llevamos viviendo en nuestras casas más de 20 años, ¿ por qué no podemos acogernos a esta medida o nos dan el título de propiedad? Es injusto, mi salario sólo es para mal comer, no me alcanza ni para cuatro sacos de cemento. Cuando llegue un airecito platanero, la casa se nos va a caer encima, es por eso que pregunto: ¿y los no propietarios qué? Nosotros no somos personas, no tenemos derechos”.

En Cuba existen miles de familias que han habitado una vivienda, de forma lícita y permante, durante más de 30 años, y en ella han nacido hijos y hasta nietos. Y no han podido adquirir la propiedad por ser un medio básico de algún ministerio o institución estatal. Esto ha servido mordaza social para quienes intenten elevar su voz críticamente y a su vez un mecanismo de subsistencia para funcionarios corruptos.

Curiosamente, estos “no propietarios o propietarios a medias” no se han indignado por su condición de discriminados, pues hace tiempo a sus ocupantes, mediante contrato, se les prohibió realizar reparaciones y transformaciones en las viviendas, permutarlas y mucho menos venderlas, donarlas o arrendarlas. Un contrato al que hacen caso omiso autoridades y supuestos usufructuarios.

¿ No cree alguien que ya es hora otorgarle el debido título de propiedad a estas desesperadas personas, para que puedan reparar sus casas, ya sea por su cuenta o mediante subsidios, para que no existan más frustraciones, derrumbes y muertes evitables?

Texto y foto: Joisy García Martínez
Autor del blog El criollo liberal.

sábado, 12 de mayo de 2012

El negocio de los taxis particulares en La Habana



Sin burócratas o especialistas viales que hayan trazado un esquema de viajes que cubra toda La Habana, los taxistas particulares, gracias a su olfato y conocimiento de las rutas por donde transita la mayor cantidad de ciudadanos, se las apañan para hacer dinero.

Varios itinerarios establecidos funcionan con la precisión del metro de Nueva York. Y siempre los vehículos viajan atestados. En la populosa Calzada Diez de Octubre, a Tatiana, empleada de un hotel, se le ha hecho tarde. “Llevo 15 minutos intentando tomar un taxi hacia el Vedado, pero todos pasan llenos. Es alucinante. Cada día es más difícil alquilar un ‘almendrón’ (viejos autos estadounidenses)", señala Tatiana y mira nerviosamente su reloj.

Desde octubre de 2010, cuando el gobierno del General Raúl Castro ofreció nuevas posibilidades para ejercer el trabajo particular, el número de taxis creció en flecha. Antes, cuando en 1994 el gobierno oficializó las iniciativas privadas, las licencias de taxistas, junto a las de venta de alimentos, fueron las más solicitadas.

Entre 1998 y 2009 las autoridades lanzaron una campaña de acoso contra los taxistas privados y en particular los ilegales. La compra a China y Rusia de más de 700 ómnibus articulados y rígidos, alivió un poco el caótico servicio del transporte público.

Pero ya en 2011, debido al déficit de piezas de recambio, innumerables ómnibus se encontraban parados. Y ese mal endémico que en 53 años de revolución ha resultado la transportación de pasajeros, volvió a afectar a La Habana.

Mientras un ómnibus como promedio demora media hora en pasar y circulan repletos, el servicio de taxis privados se convirtió en la única opción a quienes les urge llegar a tiempo a un sitio. O prefieren viajar sentados, sin los molestos empellones a riesgo de perder la billetera a manos de un ‘choro’ (carterista), ni tener que soportar los malos olores dentro de una atestada 'guagua'. Las mujeres prefieren coger taxis, y evitar el ‘repello’ o 'jamoneo' (sodomía), algo habitual dentro de los ómnibus, donde abundan los pervertidos sexuales.

Viajar de un lugar a otro en La Habana siempre fue un problema. En los años 80, cuando la URSS era una nación y tenía abierto hacia Cuba el grifo de rublos, petróleo, leche condensada y compotas de manzana, el servicio de transportación en la capital nunca llegó a ser bueno. Y eso que circulaban unos 2 mil 500 ómnibus Ikarus, de fabricación húngara, españoles Pegaso y japoneses Hino.

Tres mil taxis estatales completaban la flota del transporte urbano, gracias a automóviles comprados a subsidiarias de Estados Unidos en Argentina. Fueron los años cuando Carter gobernaba en la Casa Blanca e intentaba tener relaciones civilizadas con Castro y soñaba llegar a un entendimiento.

En 1990 llegó el 'período especial', todavía vigente. En los años más duros, cuando la gente comía cáscaras hervidas de plátano burro y aparecieron enfermedades exóticas como la neuritis óptica y el beri beri, el transporte público se convirtió en un espejismo.

Los habaneros decían que los taxis estatales y las 'guaguas' se podían comparar con el cometa Halley: pasaban cada 86 años. Un chiste exagerado. Pero en aquella etapa, usted caminaba decenas de kilómetros sin que por su lado pasara un ómnibus.

Aparecieron los ‘camellos’. Vaya invento. Un camión al que se le adaptó un remolque chapucero, diseñado por algún ingeniero sádico. Apiñados como sardinas en lata, en un solo viaje se trasladaban más de 300 personas. En los 'camellos', ya desaparecidos, se veía de todo. Broncas dignas de un cartel de boxeo hasta mujeres que salieron preñadas.

Con la llegada de Hugo Chávez al Palacio de Miraflores, fluyó el petróleo y la luz a Cuba. También el dinero. Y Castro abrió la chequera para comprar un centenar de locomotoras y varios miles de ómnibus a China, sin pagárselos del todo, como es costumbre.

Pero el transporte urbano sigue siendo un dolor de cabeza. La tabla de salvación han sido los taxis, sobre todo los privados. Si tienes suficientes divisas y comida en la nevera, puedes darte el lujo de tomar un taxi estatal por pesos convertibles (cuc o 'chavitos').

Que, por cierto, ya no se sabe hasta qué punto son del Estado. Hay conductores de taxis por divisas que cuando usted lo alquila, por el retrovisor mira su pinta. Si no le parece un inspector, un 'talibán' (comunista) o un tipo del G-2 (policía secreto), apaga el taxímetro y te hace una oferta: “3 'chavitos' desde la Víbora hasta el Vedado”.

Siempre cobrará menos si el taxímetro está encendido. Un taxista estatal tiene que entregar a las arcas gubernamentales entre 60 y 65 pesos convertibles diarios. Después de entregada esa cantidad, descaradamente alquilan el auto como si fuese suyo.

Todos los choferes por divisas tienen celulares y una red de clientes. No es mal negocio: aprovechan la reparación y el petróleo asignados por el Estado. Aunque para estar doce horas diarias en la calle, se ven obligados a comprar petróleo extra. Y cuando el auto se les avería, de su bolsillo desembolsan plata para que los mecánicos apresuren su trabajo.

Pero no tienen que pagar impuestos mensuales, ni los fines de año entregar a las cajas del régimen miles de pesos por concepto de impuestos. Los taxistas particulares sí.

Un conductor privado debe pagar 600 pesos mensuales si maneja un auto de cinco plazas y 800 pesos si conduce un jeep. Y en diciembre, cerca de 7 mil pesos. Además de pagar la gasolina y el petróleo que consumen. A partir del 1 de marzo de 2011, la gasolina especial pasó a costar de 1.30 cuc a 1.40 el litro (1.52 dólares). La gasolina regular, usada por la mayoría de los propietarios particulares de vehículos, subió de 1.15 cuc a 1.20 el litro (1.30 dólares). La de menor calidad, denominada 'motor', de 0.95 cuc a 1.00 cuc el litro (1,09 dólares). En el caso del diésel, el especial pasó de 1.20 cuc a 1.30 el litro (1,41 dólares), y el regular de 1.15 cuc a 1.20 (1.30 dólares).

A los privados, el gobierno no les vende ni una tuerca. Ni neumáticos o pintura. Tampoco les da derecho a utilizar talleres estatales para chapistear el carro. A pesar de las limitaciones, tener un taxi es un buen negocio. Tipos con muchos billetes se dedican a comprar viejos autos, jeeps y camiones, todos Made in USA, para dedicarlos al transporte de pasajeros.

Por La Habana circulan más de 6 mil vehículos privados con sus correspondientes licencias.

Pero cerca de mil taxistas alquilan 'por la izquierda', sin licencia. Damián, 48 años, es dueño de cinco autos. Su negocio es alquilarlos a choferes que poseen licencia, pero no auto. “Todos los días me tienen que entregar 1,000 pesos (45 dólares). Yo les aprovisiono de combustible y si hay una rotura, la reparación corre por mi cuenta”. Semanalmente se busca entre 30 y 35 mil pesos (1,300 y 1,400 dólares).

Gerónimo trabaja para este nuevo tipo de empresarios privados. Y no se queja. “Gano entre 500 y 600 pesos diarios (22 y 27 dólares). Además de almuerzo y merienda. Si lo hiciera para el Estado, ni soñar con esas cantidades”, comenta tras culminar su jornada de doce horas.

La tarifa de un taxi particular es de 10 a 20 pesos (de 0.50 centavos de dólar a un dólar), según la ruta. Y resulta la forma más rápida de viajar dentro de la ciudad. Un buen negocio para todos. Incluyendo al Estado.

Iván García

Foto: Taxis particulares circulando por la Calle Línea, una de las principales avenidas de La Habana.

jueves, 10 de mayo de 2012

Caín en una sala de cine



G. Caín, uno de los críticos de cine más importantes del siglo pasado en Hispanoamérica, cronista de la revista habanera Carteles, polémico, apasionado y tajante, ha invadido las 1.500 páginas del primer tomo de las Obras Completas de Guillermo Cabrera Infante (Gibara, 1929-Londres, 2005), que comienza a publicar Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores.

Ahí está, con una pieza memorable de Guillermo que presenta a su oscuro heterónimo, Un oficio del siglo XX, la colección de reseñas sobre cine que los lectores buscaban (y buscarán) para acercarse, con la ayuda de un experto, a las claves técnicas y emocionales de las películas y para disfrutar, en un recorrido paralelo, de una prosa atrevida, diferente, escrita por un hombre para el que las palabras tenían un significado, un valor y eran, al mismo tiempo, unas piezas de juego porque él sabía descubrir otros contenidos con un embalaje de sílabas o letras.

Este primer tomo (serán ocho en total) se titula Cronista de cine. La edición y el prólogo son de Antoni Munné. Incluye otras notas inéditas de G. Caín y una selección de entrevistas del joven periodista (parodista, diría años después el autor de Tres tristes tigres) con personajes como Luis Buñuel o Marlon Brando, que se inscribió en el hotel Packard de El Prado bajo un nombre falso y salió a la calle, según le dijo a Cabrera Infante, con la idea de comprar una tumbadora porque era fanático de los tambores y de la música afrocubana.

Hay que esperar la salida de los otros tomos con toda su materia de creación pura, sus guiones de cine, conferencias, ensayos, artículos y opiniones para tener una dimensión real de su obra. También los libros inéditos que dejó (ya se publicaron La ninfa inconstante y Cuerpos divinos), al cuidado de su esposa, la actriz Miriam Gómez.

Cabrera Infante está en la historia de la literatura de la lengua española porque acompañó su talento con muchos años de trabajo sobre la tecla dura. Y por su fidelidad a la necesidad de contar historias y de contarlas sin olvidar del todo al guajiro de su Gibara natal, fiel al tono y el vocabulario de La Habana que, gracias a él, se podrá reconstruir, al lenguaje que le enseñó el peregrinaje temprano de su vida y al refugio que puede ser la palabra para un exiliado.

El escritor de Puro humo, Todo está hecho con espejos y Ella cantaba boleros, tuvo que salir de su país a principios de los años 60. Ahora que comienza a crecer esta labor abarcadora y definitiva de sus Obras completas, se trabaja en los medios oficiales de Cuba para tratar de apropiarse, aunque sea, de un fragmento de su figura. Se ha publicado un folleto dizque académico con ese propósito.

La pieza se quiso presentar como su reconciliación con Cuba, como si el escritor necesitara reconciliarse con el país en el que nació, la tierra que quería y la gente que sentía cercana tanto en aquella isla como en los sitios a donde salieron a buscar amparo los que han tenido que irse.

Otra cosa es el concepto de la burocracia y su rechazo a los manipuladores. Para esos tramposos dejó escrita este párrafo: «Como enseña esa gran novela cubana del presidio, Hombres sin mujer, de Carlos Montenegro, existe una cultura de la cárcel. Toda Cuba es una enorme cárcel. Es legítimo que exista una cultura en la Cuba de Castro. Pero es, inevitablemente, una cultura cautiva».

Raúl Rivero

martes, 8 de mayo de 2012

Libros y multitudes al otro lado de la bahía


Reinier, joven informático de aspecto desaliñado, es de los que asiste a la 21 Feria Internacional del Libro en busca de textos imposibles de conseguir durante el año entero en las librerías de la capital. “Rastreo por todos los stands de las casas editoriales extranjeras. Busco libros sobre informática u otros temas técnicos que solo puedo encontrar en el marco de las ferias del libro”, acota mientras hace una cola de casi 100 metros para entrar al pabellón mexicano.

La 21 Feria Internacional del Libro de La Habana 2012 estuvo dedicada a las Culturas del Caribe. Fue inaugurada el 9 de febrero y al día siguiente abierta al público. Pese a ser jornada laboral, miles de personas entraban y salían cargados de bolsas de nailon repletas de libros en los diferentes stands habilitados en la Fortaleza San Carlos de La Cabaña, al otro lado de la bahía habanera.

Las autoridades de la ciudad tienen bien engrasados los servicios gastronómicos y de transporte. Justo frente al Capitolio, media docena de ómnibus son desviados del servicio habitual - empeorándolo aún más - para trasladar a los visitantes hasta la sede del evento. En un viaje de quince minutos te llevan hasta la entrada de la Cabaña. En los amplios parqueos del recinto, un mar de carpas de vivos colores han sido montados como cafeterías de servicio rápido.

En moneda nacional se oferta arroz frito con bastante buena cara, a 15 pesos la ración. Pollo asado y frito a 20 pesos el cuarto. Y pan con jamón y lechón a 5 y 10 pesos.

También cervezas y cubatas. Refrescos, golosinas y helados en cáscaras de coco. Dentro y fuera de la Feria se expenden alimentos en moneda dura.

En La Cabaña la afluencia de gente es vertiginosa. Las personas entran a paso doble a las antiguas galeras y manosean libros y revistas. Los precios de los libros por divisas no son cosa de juego en un país donde el salario promedio es de 20 dólares mensuales. Las revistas y libros más baratos cuestan 50 centavos en pesos convertibles o cuc, 12 pesos cubanos al cambio actual.

Acorde el salario devengado en la isla, los libros en moneda nacional no son baratos. Suelen costar entre 5 y 50 pesos, el papel y la impresión dejan bastante que desear.

Ya en moneda dura se pueden encontrar libros de calidad. Pero prepare su monedero. Hay diccionarios que cuestan más de 30 cuc .

Si su plan es comprarle libros a sus hijos, seguro regresa a casa con los bolsillos vacíos. Es amplia la variedad de libros infantiles de escritores universales, didácticos y para colorear. Los más asequibles cuestan 1 cuc. Una señora mayor armó un escándalo cuando al pasar por la caja le dijeron que el minúsculo libro de adivinanzas costaba 3 cuc , un tercio de su pensión como obrera textil.

Los niños son los que salen mejor parados en esta fiesta anual del libro. Padres y abuelos se las arreglan para comprarles textos con buenos diseños y excelente impresión. “Es verdad que uno debe pagar una fortuna , pero te recompensa cuando ves la alegría en el rostro de tu hijo”, dice Orlando, 34 años, quien asistió a la feria con sus dos hijos.

Turistas de paso, como el madrileño Fernando, se preguntan de dónde l os cubanos sacan dinero para comprar paquetes de libros que equivalen al salario de tres meses de un trabajador . “Los libros son muy caros en cualquier lugar del mundo, pero quien los compra, lo paga con lo ganado de su salario”, señala el ibérico. En Cuba la lógica no suele funcionar.

Libros, cervezas o aires acondicionados se venden como pan caliente en el país, a pesar de costar el jornal de un mes, en el caso de cervezas y libros, o dos años de trabajo cuando se trata de un electrodoméstico.

Varios son los factores que permiten a un segmento de cubanos gastar lo que no ganan. Uno, las remesas de los exiliados. Otro, la economía sumergida, mediante la cual a muchos ciudadanos les entra una cantidad de dinero por la izquierda, a veces cuantiosa.

De cualquier modo, los exorbitantes precios de los libros no le quitan la calma a tipos como René , 52 años, cuentapropista. Sentado en el patio trasero de La Cabaña devora un trozo de pollo asado y con una cuchara de cartón se lleva a la boca un poco de arroz frito. “Este país es así. No hay quien lo entienda, ni quien lo arregle. El gobierno con sus precios abusivos, sus impuestos de circulación por las nubes y la población viendo de qué manera se puede robar cuatro pesos”, indica .

Al caer la noche el sol amaina y corre una brisa fresca. La gente, desperdigada por el césped y de cara al mar, hojea los libros recién comprados o charla de cosas importantes o intrascendentes.

Lo hacen en los mismos escenarios donde hace 53 años se escuchaban las descargas de fusilería que acabaron con la vida de miles de opositores a Fidel Castro. En este falso invierno cubano, La Cabaña se ha convertido en un buen sitio para leer en familia y romancear las parejas.

De fondo, las luces de la ciudad comienzan a iluminar el panorama. Una vista única de La Habana desde el otro lado de la bahía que nos hace pensar en un remanso de paz. A pesar de todo.

Iván García

Foto: EFE. Tomada de El Nuevo Diario de Nicaragua.

domingo, 6 de mayo de 2012

Pelota cubana: ¿eclosión de la violencia?


El miércoles 1 de febrero, un amago de bronca entre Pinar del Río e Industriales, durante un disputado partido de la 51 Serie Nacional de Béisbol, condujo después a un disturbio callejero en la barriada del Cerro.

Todo comenzó con unos roces y empujones en el terreno entre el lanzador Odrisamer Despaigne, de Industriales, y el pinareño David Castillo, quien unos minutos antes, en el noveno inning, disparó un sencillo que disolvía lo que se insinuaba como un partido de no hit-no run. La discusión vació los bancos tras la expulsión de ambos jugadores.

"Golpes, empujones, gestos desagradables, palabras bien pronunciadas aunque fuera de lugar, agresiones verbales y físicas del público, y lo que es peor, agresiones de los peloteros al ‘respetable’, desenfundando bates cual espadas del verdadero Juego de Tronos (popular serie de televisión), desdibujaron uno de los mejores encuentros del presente campeonato”, describió un cronista en Cubadebate.

Pero las cosas no quedaron ahí. Hay mucho más que no mostraron las cámaras de televisión emplazadas en el Latino.

En Calor en las gradas, el periodista del periódico pinareño Guerrillero dio cuentas puntuales de la reyerta: "Una vez concluido el partido la emprendieron (los fanáticos) con el ómnibus de Pinar y con los agentes de la policía que escoltaban a los campeones de Cuba. Cristales rotos, desorden y cualquier cantidad de barbaridades cometieron aquellos que escudados en la multitud sacaron a la superficie lo peor de su personalidad”.

En un artículo inusual, el periodista pinareño calificó el hecho como resultado de “guapería colectiva” protagonizada por “hienas de la oportunidad” y “valientes de ocasión” que no pasa de ser una “masa enerdecida de estúpidos descerebrados”.

Al parecer, son los más duros calificativos que hayamos leído o escuchado contra los aficionados beisboleros de la Cuba posterior a 1959.

El periodista mencionó el consumo de alcohol en las gradas, las apuestas y otros males cotidianos en los estadios cubanos como causas directas de las manifestaciones de violencia.

Aunque los reportes oficiales no lo mencionan, al menos uno de los revoltosos fue arrestado tras lanzar un pomo lleno de agua contra los atletas.

De otra parte, un redactor del diario oficial Granma llamó a tomar drásticas medidas para impedir que tengamos que hacer la autopsia de un problema de más envergadura”.

No es, ni lejanamente, la primera vez que el béisbol origina trifulcas dentro o fuera de los estadios cubanos, sobre todo en La Habana, donde la población descarga su stress cotidiano al calor de los partidos de pelota, y las fuerzas policiales -casi ciento por ciento jóvenes orientales que viajan a la capital en busca de empleo- aprovechan para poner en práctica sus métodos de represión.

En marzo del 2010, un partido entre Industriales y Sancti Spiritus, en el estadio José Antonio Huelga, terminó con la policía en el terreno repartiendo golpes mientras trataban de controlar la situación.

El clima de agresividad de la afición en los estadios es en realidad fruto de un problema de fondo que viene afectando y haciendo metástasis en la sociedad cubana: una atmósfera de desfachatez matizada por el incremento de asaltos en plena calle, delitos sangrientos y homicidios vinculados en muchos casos al consumo del alcohol y las drogas.

Y la pelota no se juega en una urna de cristal ni puede estar ajena a los latidos de la calle.

Raúl Arce
Café Fuerte, 6 de febrero de 2012

viernes, 4 de mayo de 2012

Buena suerte, leyenda


En diciembre de 2010 el legendario pelotero capitalino Agustín Marquetti viajó a los Estados Unidos en visita familiar para encontrarse con sus hijos y nietos que residen en ese país. La presencia en la Florida de quien por más de veinte años escribió páginas de gloria como titular de la primera base de los equipos habaneros y la selección nacional, significó un acontecimiento de enorme resonancia.

Los aficionados cubanos de varias generaciones afincados en los Estados Unidos dieron una calurosa bienvenida a uno de los atletas más talentosos y carismáticos de las últimas décadas. El propio Marquetti se mostró sorprendido por la cantidad de entusiasta público reunido en el homenaje que se le tributó en un estadio de Miami.

Cuando fue remozado el Estadio Latinoamericano de La Habana para acoger la nueva edición de la Serie Nacional de beisbol se instalaron cuatro gigantografias en las torres del estadio para homenajear a figuras emblemáticas del béisbol capitalino en el último medio siglo. La ausencia de Marquetti entre los cuatro elegidos -Pedro Chávez, Santiago “Changa” Mederos, German Mesa y Pedro Medina- confirmó la certeza de que el popular slugger nacido hace 65 años en el poblado habanero de Alquízar, había decidido permanecer en los Estados Unidos.

Nadie como Marquetti merecería tal homenaje, esté donde esté, porque desde finales de la década de los 60, cuando comenzó a destacarse como recio bateador en una época de reconocida calidad en el béisbol cubano, escribió varias páginas de gloria en la historia reciente del pasatiempo nacional. En 1969 vistiendo la franela de La Habana implantó records de home runs con 19, en el campeonato mundial de Nicaragua 1972 decidió con batazo de vuelta completa el juego final frente al equipo de Estados Unidos. Marquetti defendió con éxito por una década los colores del team Cuba para contribuir a lograr varias victorias en campeonatos mundiales, juegos panamericanos y centroamericanos.

En la arena nacional ganó varios títulos con los equipos de la capital, pero uno de los momentos más inolvidables de su trayectoria es el campeonato que decidió en 1986, en las postrimerías de su carrera, con espectacular vuelacercas ante el conjunto de Vegueros.

Sin embargo, no todo significó felicidad para Marquetti a su paso por el béisbol cubano. En plenitud de facultades y rendimiento deportivo fue apartado en 1981 de los equipos nacionales, a los que no regresaría jamás. Muchos años después pude conocer que para aplicar la drástica medida el señor Servio Borges, por aquella fecha una especie de Zar del béisbol cubano - a la vez director del equipo nacional, comisionado nacional de beisbol y director de deportes con pelota del Instituto Nacional de Deportes- tomó como pretexto que un hermano de Marquetti había abandonado el país recientemente.

El señor Servio Borges, quien perjudicó a más de uno a su paso por el béisbol cubano, finalmente también abandonó el país hace pocos años. Al parecer esta tragedia ha durado tanto tiempo que víctimas y victimarios se encuentran en el exilio.

Hace alrededor de una década, Marquetti también fue excluido de una selección de veteranos que enfrentó en Caracas a un similar de Venezuela, presumiblemente porque su hijo del mismo nombre había escapado hacia República Dominicana con la esperanza de jugar en el béisbol profesional.

Llama la atención que estas represalias no tomaron en cuenta la reconocida trayectoria revolucionaria que tejió el siempre afable Marquetti desde que era prácticamente un niño. Una vez retirado del béisbol, ocupó varias responsabilidades como entrenador y como colaborador en varios países de tres continentes. Sin embargo, a pesar de su prestigio y experiencia nunca se le designó director de un conjunto de la serie nacional, tal vez por ser una persona de criterios firmes y transparentes que no se ha limitado para hacer certeras críticas al devenir actual del béisbol cubano..

Ahora llega la noticia de que el ídolo deportivo de mi niñez emprende un nuevo camino junto a su hijo Agustín Marquetti Jr, como principales entrenadores de la Academia de Béisbol Miami Shaks (MSBA), fundada en noviembre de 2011, la cual debe ser un nuevo espacio para el desarrollo de jóvenes talentos del popular y complejo deporte.

Como lo ha hecho a lo largo de su brillante carrera, Marquetti de seguro imprimirá a su nuevo proyecto la sabiduría, pasión y simpatía que lo caracteriza. Desde aquí, con la admiración de siempre a quien, en la época en que se borraban en Cuba todos los títulos de cortesía, se ganó a fuerza de caballerosidad y talento el merecido apelativo de Don Agustín. Una leyenda a quien le deseo buena suerte.

Leonardo Calvo Cárdenas
Cubanet, 1 de marzo de 2012

miércoles, 2 de mayo de 2012

Despaigne, el pelotero cubano que hace la diferencia


De efectuarse una exhibición de los mejores peloteros cubanos para contratarlos en Grandes Ligas, es probable que Alfredo Despaigne, 25 años, jardinero del equipo Granma , no enamore a los cazatalentos.

Las golosinas serían los lanzadores Yadier Pedroso, con su mortífera bola de tenedor, o la recta de 97 millas de Vladimir García. Por supuesto, el antesalista Yulieski Gourriell, un pelotero de cinco dimensiones, tendría todas las papeletas para que las 30 organizaciones de Grandes Ligas abran la chequera.

Alfredo Despaigne no impresiona. No tiene biotipo de slugger. Mucho menos de cuarto bate. Este moreno nacido en Palma Soriano, Santiago de Cuba, solo mide 1,74 centímetros.

Eso sí, es fornido como un toro. Pesa 92 kilos y tiene un swing ultra rápido y poderoso, quizás el mejor del béisbol cubano. Técnicamente todo lo hace bien a la hora de batear. Es agresivo, oportuno y siempre está bateando.

Tiene una zona amplia de contacto y pocos puntos débiles como bateador. Puede enviar la pelota a 500 pies por cualquier ángulo del terreno. Y a la hora cero, cuando a muchos les tiembla el bate, Alfredo Despaigne suele sacar las castañas del fuego.

Pero Despaigne no la ha tenido fácil en su carrera como pelotero. En las pruebas realizadas para ingresar en una escuela deportiva santiaguera los preparadores lo desecharon.

“Eres muy bajito, dedícate a otra cosa”, le dijeron sin rodeos. Tenía 9 años y el golpe no melló sus deseos de llegar a ser una estrella beisbolera.

Si algo le sobra a Despaigne es carácter. Sus padres, Alfredo Despaigne Maceo y Rachel Beatriz Rivero, ante la insistencia de su hijo, se mudaron a la provincia Granma y lo inscribieron en una escuela deportiva de Bayamo.

Despaigne es la típica historia del deportista descartado, enviado a casa por los preparadores porque no mide 6 pies o no tiene un somatotipo adecuado.

La testarudez tuvo su premio. Ya en 2004 era jardinero central y cuarto bate de la selección juvenil de su provincia. Suelo acudir a los torneos de cadetes y juveniles para observar el desempeño de futuras estrellas.

Hace ocho años, una mañana nublada me llegué al estadio del Hospital Psiquiátrico de Mazorra, donde se celebraba la final por el título entre Granma y Ciudad Habana. Tenía las estadísticas de la novena granmense y una libreta para hacer apuntes de los jugadores con más talento.

Ese día, por los capitalinos lanzaba Ian Rendón, un zurdo que poseía un promedio de menos de una carrera por juego, dominaba un tenedor de nivel y una excelente curva.

Así y todo, en los dos primeros turnos al bate, Despaigne le pegó dos líneas feroces por el centro de terreno que donde picaron segó el césped .

Era rápido y tenía un excelente brazo, aunque tenía carencias a la defensa. En 2004 integró la selección nacional que se coronó campeón mundial en China Taipei. Y fue nominado como uno de los jugadores más valiosos del torneo.

Ese mismo año debutó en las series nacionales por todo lo alto , con el número 56, al año siguiente lo haría con su habitual 54. Defendió la pradera izquierda. En 320 turnos conectó 100 hits, 17 dobles, 5 triples y 10 jonrones. Nada mal para un novato.

Al no ser Granma un equipo de los clásicos en la pelota cubana -ya se sabe que me refiero a Santiago de Cuba, Pinar del Río, Villa Clara e Industriales-, sus jugadores no suelen estar entre los más mediáticos.

Por tanto, aunque se elogió la labor del debutante, no tuvo el énfasis informativo de novatos gloriosos como de Kendry Morales, quien pulverizó 10 récords de novato, o de Yulieski Gourriell, que venía antecedido de fama, ya sea gracias al desempeño como pelotero estelar de su padre, como por su labor en la categorías inferiores.

A partir de esa campaña, Despaigne conformó junto a Yoennis Céspedes (recientemente firmado por 36 millones de dólares por los Atléticos de Oakland) y Yordanis Samón el trío más ofensivo de la pelota cubana.

Internacionalmente debutó en 2005, en un evento de poca monta en Venezuela. El estadio, casi una sabana, con bardas por el jardín izquierdo a 400 pies, no fue óbice para que Alfredo Despaigne pegara dos soberbios jonrones.

En 2007, en una Copa Intercontinental en Taipei, se estrena con el equipo grande, como primer bate y jugando el jardín central. A partir de ese momento siempre ha estado presente en las escuadras cubanas.

Ya en 2009 implantó un récord para campeonatos mundiales, al conectar 11 jonrones. Sus números en las seis series que ha tomado parte son de espanto.

Echémosle una ojeada. En 2,354 veces al bate, Despaigne ha pegado 821 hits, 168 dobles, 18 triples y 164 jonrones, con un average de 349 y sluggin de 557.

Ha traído para el plato 551 carreras, a más de 90 por campaña y si sumamos a las 492 carreras anotadas, da un total de 1,043 carreras producidas, a 173 por temporada, el mejor promedio de la isla.

En la actual campaña, Despaigne está, como siempre, desforrando la Mizuno 200. Contabilizados 50 de los 96 partidos del calendario, tenía 21 jonrones, con un paso que augura romper el récord de 33 implantado por Yoenis Céspedes y José Dariel Abreu, promediaba para 357, 42 anotadas y 57 remolcadas.

Su OPS de 1,242 y sluggin de 757 es sencillamente de otra galaxia. Alfredo Despaigne viene a ser para la pelota cubana lo que Albert Pujols es en las Grandes Ligas.

Si Despaigne no es un pelotero con cinco herramientas es debido a su mala defensa. Defiende para 959, desastroso para un jardinero de una liga que se respete. Sus deficiencias al campo lo supera con creces madero en ristre.

Sus estadísticas ofensivas en 7 años no dejan lugar a dudas. Aunque a simple vista no impresione ni tenga pinta de Big Leaguer, Alfredo Despaigne es el mejor bateador cubano de la actualidad. Es la diferencia. Lo siento por Yulieski Gourriell.

Iván García

Foto: Tomada de Playersofelbeisbolcubano's Blog.