viernes, 26 de agosto de 2011

Se cierra el cerco


Algunos especulan que el régimen ganará la batalla. Otros prefieren no prestar atención a los rumores sobre la nueva estrategia que sacará del aire al enemigo. Para estos últimos, lo importante es seguir disfrutando de las programaciones de las televisoras hispanas de Florida y dejar a un lado los comentarios que adelantan una ofensiva final del gobierno.

Poco a poco se han articulado, en la capital cubana, cientos, o miles, de redes de cables ilegales, que van de casa en casa, a través de patios y azoteas, por encima o subterráneamente, y permiten compartir la señal de televisión foránea, a pesar de los frecuentes operativos policiales, que hasta el momento no han logrado desmantelar las conexiones satelitales.

Al frente de este lucrativo negocio, están quienes pueden pagar los equipos de recepción, con los componentes necesarios, para recibir y distribuir el contenido de los canales 23 y 51 de Miami. Ellos originan cada red y cobran por el servicio. El precio oscila entre los 6 y 12 dólares al mes, medio mes de salario para cualquier cubano. Incluso existen rebajas para las familias de bajos ingresos, y también está la opción pagar a plazos.

Hasta ahora, ninguno de los métodos empleados por el gobierno para eliminar el fenómeno que tanto le preocupa, ha sido exitoso. Desaparece una red y surgen diez. Entre los motivos que explican la continuidad de lo que se tipifica como un delito en el código penal, habría que citar los sobornos a los jefes de sector de la policía y otros funcionarios vinculados a la empresa de telecomunicaciones, que, por el precio requerido, alertan sobre la hora y el día de las redadas.

La nueva estrategia sería activar los mecanismos de vigilancia y delación tradicionales, establecidos a nivel de cuadra. El nuevo plan a implementar en las próximas semanas para acabar con la referida ilegalidad, es darles un ultimátum a las Comités de Defensa de las Revolución (CDR), para que delaten a los infractores en sus cuadras.

El incumplimiento de la disposición conllevaría medidas disciplinarias, con sus respectivas afectaciones laborales y sociales, que -el gobierno espera- muy pocos estarían dispuestos a enfrentar. La delación entre vecinos, que parecía “adormecida”, vuelve a los primeros planos, aunque en realidad nunca ha dejado de estar presente cuando observamos la historia de Cuba desde el comienzo del socialismo, hace medio siglo.

Miles de cubanos desean seguir en su viaje virtual por un mundo que les han prohibido. Prefieren los chismes de la farándula a los discursos antiimperialistas. Los anuncios de las rebajas de Wal-Mart, que el nuevo culebrón de las enfermedades y tratamientos de Hugo Chávez en La Habana. Las telenovelas antes que la cuadrada Mesa Redonda.

-Nos conformamos con ver algo diferente. Este comunismo es muy aburrido. Al menos con la televisión de allá tenemos un aliciente, un motivo para soñar despiertos.

Marta Vega habla con desenfado y con cierta tristeza ante la posibilidad de que los chivatos del Comité le pongan fin al combustible con que sueña mientras espera un futuro mejor.

Jorge Olivera
Cubanet, 7 de julio de 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios en este blog están supervisados. No por censura, sino para impedir ofensas e insultos, que lamentablemente muchas personas se consideran con "derecho" a proferir a partir de un concepto equivocado de "libertad de expresión". También para eliminar publicidad no relacionada con los artículos del blog. Por ello los comentarios pueden demorar algunas horas en aparecer en el blog.