Nacida el 20 de mayo de 1985, Radio Martí ha sido en estos 26 años una verdadera manzana de la discordia.
Vilipendiada por el gobierno cubano con artillería mediática de grueso calibre e interferida por técnicas electrónicas, sobre todo en La Habana. Cuestionados sus gastos y eficacia por el Senado y el Congreso de Estados Unidos, líos de corrupción interna y una programación que años atrás mermó notablemente, no ha sido óbice para que la emisora sea un canal informativo diferente para muchos cubanos y una tribuna única de la disidencia, periodistas independientes y blogueros.
En estos 26 años ha habido excelentes espacios, conducidos por profesionales de calibre. Entre otros, recuerdo a Clara Domínguez, Angélica Mora, José Luis Ramos, Amado Gil, Edemio Navas, Rolando Cartaya y Álvaro de Insúa.
Por las ondas hertzianas, pese al ruido insoportable de la interferencia, se ha podido escuchar puntos de vistas y criterios sobrios de Carlos Alberto Montaner, Michel Suárez, Rafael del Pino, Alcibíades Hidalgo, Raúl Rivero o Elías Amor.
Después que en septiembre de 2010 el abogado cubanoamericano Carlos García-Pérez asumió la dirección, la programación y página web, Radio Martí han dado un salto de gigante.
Lo más escuchado sigue siendo el clásico beisbolero de Estados Unidos, en el mes octubre. Los play-offs finales son seguidos por una enorme audiencia. La causa es simple. En el país no se transmite béisbol de las Grandes Ligas.
En sus inicios, innumerables personas de la Cuba profunda se engancharon a Radio Martí gracias al culebrón El derecho de nacer, de Félix B. Caignet, y a dos programas conducidos por Carlos Quintela, Por tus montes y caminos y A mi manera.
La emisora debiese recuperar la transmisión de radionovelas. En pleno siglo 21, en la isla siguen siendo muy populares, sobre todo por amas de casas y jubilados. Encuestas locales arrojan que el lugar cimero en la radio nacional lo ocupan los folletines radiofónicos.
En las noticias, Radio Martí ha tenido un avance notable. Se enfoca lo que es realmente noticioso. Se es cuidadoso con las declaraciones de algunos periodistas de barricada, quienes tienden a exagerar y hasta mentir al dar sus informes.
Lo hacen por ingenuidad, mala fe o siguiendo un guión predeterminado por los servicios especiales, al estilo del topo Serpa Maceira. A no dudar, la emisora radicada en la Florida ha sido un objetivo primario de la inteligencia cubana.
Dentro de su empleomanía han infiltrado a sus espías. El gobierno de verde olivo sabe lo que se juega. Y el papel que desarrolló la radio en Europa del Este. No obstante el paso aplastante de la televisión e internet, la radio es un medio de comunicación esencial en países autocráticos.
Por muchas razones. El bajo costo de un aparato que si además es pequeño y de baterías, se puede llevar en un bolsillo. Ahora mismo, las excelentes crónicas de Juan Juan Almeida sobre hijos y mandarines del régimen están pegando fuerte en Cuba.
Siempre fue un misterio la vida de los familiares y los excesos sociales de “la vanguardia de la revolución”. Esas crónicas sirven para reforzar la opinión callejera del discurso de doble rasero del gobierno: 'haz lo que yo digo, no lo que yo hago'.
El mérito indudable de Radio Martí, amén de ser una puerta abierta a informaciones negadas en la isla, es su nombre. El régimen ha atacado el uso del nombre del prócer y humanista. Resulta que José Martí es el paladín de ambos bandos.
Los leales a Castro lo utilizan de bandera. La oposición y el exilio también. Sin embargo, en 26 años, el tiempo que el comandante único llevaba en el poder cuando surgió la emisora, ninguna estación en Cuba había utilizado el nombre del apóstol.
Cosa rara. Fidel Castro se vanagloria de ser un ferviente martiano. Pero estaciones radiales o televisivas en la isla fueron denominadas Radio Rebelde y Tele Rebelde, que destacaban su gesta guerrillera en la Sierra Maestra.
No se le ocurrió al régimen poner a una cadena de radio o televisión el nombre del insigne cubano. Quien quiera que haya sido el de la idea se lleva las palmas. Aunque la música identificativa de la emisora, Clave a Martí, versión de una canción compuesta en 1880 por Tereso Valdés, tampoco está exenta de
La actual programación de Radio Martí es más profesional. De mantener ese patrón de calidad, volverán a recuperar oyentes. Pero, como les contaba, nunca dejará de ser una emisora incómoda al gobierno. Ya saben sus razones.
Iván García
Esta emisora ya no es incomoda al "regimen" (en cuba no hay gobierno). Esta emisora es un medio mas para la distracción y el olvido. Ademas de ser una clave para infiltrar a los "falsos exiliados y balseros" que el propio regimen pone en las costas norteamericanas y en la frontera con mexico.
ResponderEliminarLa verdad es que es mas "PROFESIONAL" y ya no es una emisora politica contra castro "sinó una emisora mas; pero financiada por el estado" Le hacen mas propaganda a los castros que a los repudiados disidentes. Esta se ha convertido ya en la emisora del deporte y la farandula infiltrada en el exilio "Y CON MUCHO EXITO" Ahora son apoliticos y no se unen ni apoyan las noticias que "reciben" porque ni corresponsales tienen (serios) Esto es ahora un lugar donde trabajan los elegidos y se ganan su sueldo....Pero no son contra los castro......Lo que si es divertidisima para sacar a la gente de el pensamiento y la acción anticastrista......"RADIO NEUTRAL" debian titularla (y se sabe que castro paga mucho dinero a cualquiera)