domingo, 24 de julio de 2011

Palabras, palabras, palabras

La palabrería con que se articulan los acuerdos para alcanzar soluciones concretas y que ponen sobre el tapete viejos y recientes problemas, alcanza su cumbre por estos días en La Habana.

Cientos de militantes del partido comunista participan en las asambleas municipales ampliadas, con el propósito de exhortar a la erradicación de la ineficiencia económica. Por el tono de las intervenciones, y los datos aportados, se sabe de incumplimientos en la producción, ilegalidades, falta de control, que lejos de disminuir, aumentan cada año.

A juzgar por el tiempo invertido en reuniones y simposios, a estas alturas deberían estar resueltos muchos de los problemas que forman parte de la agenda. Aún se está lejos de enmendar de manera efectiva los fracasos que nos mantienen en el estancamiento, según el diario Tribuna de La Habana.

Por ejemplo, en la reunión efectuada en Guanabacoa, salió a relucir el déficit en los ingresos al presupuesto y los atrasos en la sustitución de importaciones; además de irregularidades en la entrega de tierras en usufructo, los incumplimientos en la entrega de los volúmenes de leche de vaca para la industria y los bajos rendimientos agrícolas.

Respecto a la reunión que tuvo lugar en El Cotorro, se supo de los serios problemas en la empresa metalúrgica Antillana de Acero y la fábrica textil 9 de abril, donde se incumplen los planes de producción, las ventas al exterior, además de existir otras dificultades como el insostenible gasto de combustible y el pago de salarios sin el debido respaldo productivo.

En la asamblea realizada en la Habana Vieja, los reportes siguieron la ruta del pesimismo. Allí salió a la luz el incumplimiento de al menos 20 empresas que dejaron de aportar 26 millones de pesos al tesoro nacional.

Por último, en el pleno partido de Regla, se señalaron las graves fallas en varias empresas como la refinería Ñico López y la empresa de Comercio y Gastronomía, entre otras.

Ante los desaciertos, habría que preguntarse: ¿De qué sirve la existencia de más de un millón de militantes del partido y la juventud comunista? Provoca vergüenza la relectura de viejos problemas de siempre, que no acaban de solucionarse. Se podría adelantar que las monsergas que caracterizaron las reuniones serán similares a otras por venir.

Después de horas y días de tiempo perdido, el socialismo continuará derrumbándose en cámara lenta.

Jorge Olivera Castillo

Cubanet, 24 de junio de 2011
Nota.- De la canción Parole, parole, parole, una de las más famosas de la italiana Mina, hay versiones en español (Silvana di Lorenzo, Pimpinela), pero como preferíamos una canción cubana que llevara 'palabras' en el título, entre Tres palabras, de Osvaldo Farrés, y Palabras, de Marta Valdés, nos quedamos con la segunda, interpretada por Pablo Milanés (TQ).

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