viernes, 23 de septiembre de 2011

Empresarios capitalistas, cómplices de explotación laboral en Cuba


Cuando de dinero se trata todo vale. Empresarios capitalistas de naciones democráticas evaden olímpicamente estatutos universales a la hora de invertir en Cuba.

No cuestiono el derecho de una corporación occidental a hacer negocios con los hermanos Castro. No. Lo que se trata es de cumplir las reglas de juego. Si Meliá desea construir y administrar hoteles, como ahora sucede, perfecto.

Pero, por favor, cíñánse a las leyes internacionales. Es bochornoso hacerse el tonto. Empresarios asentados en la isla pagan el salario de sus empleados en dólares y el Estado, único empleador, los cobra en su totalidad.

Luego ingresan un sueldo de miseria al trabajador. Pongamos ejemplos. Ricardo, ingeniero en telecomunicaciones desde hace 20 años, señala: “Cuando ETECSA (empresa cubana de telecomunicaciones) era una compañía mixta con una corporación italiana, el sueldo de un profesional rondaba los 2 mil dólares. Los días de cobro, el gobierno nos ingresaba 500 pesos cubanos (23 dólares) y entre 27.50 y 35 pesos convertibles (30 o 40 dólares)”.

Es decir, el Estado pagaba algo más de 60 dólares. Entre 1,200 y 1,940 dólares se lo guardaba. ETECSA cuenta con 16 mil empleados. Durante 14 años, el tiempo que uró el negocio de empresarios italianos con Fidel Castro, por concepto de salarios el régimen tuvo beneficios millonarios.

Agregue que al inicio, las ganancias en el negocio fueron del 51%. Pero con el paso de los años llegó a ser del 71%.

Cuando los mandarines calcularon el filón de posibilidades futuras de ETECSA en torno a la telefonía internacional, móvil y comercialización a corto plazo de internet, enviaron de vuelta a Roma a los italianos y se hicieron con el negocio.

Hace unos meses, una misteriosa sociedad anónima cubana, RAFIN S.A. (fue creada en 1997 y sus siglas corresponden a Raúl y Fidel Inversiones) compró el 27% de las acciones que aún quedaba en manos de la corporación europea.

Según una funcionaria de ETECSA, en esos años los trabajadores de la empresa recibían una atención adecuada. Los socios italianos desembolsaban al Estado cubano dinero para almuerzos, meriendas y actividades recreativas. También daban plata para que cada empleado recibiera una bolsa con artículos de aseo. Tenían derecho a medicinas y atención oftalmológica. “Después que los italianos se fueron, las cosas han empeorado”, asegura la funcionaria.

Gracias a la fuerte inyección de divisas, la única empresa de telecomunicaciones de Cuba se modernizó. La compañía italiana financió cursos en el extranjero para adiestrar en nuevas tecnologías al personal. Adquirió equipamiento avanzado y medios de transporte.

Pero cuando al gobierno se le antojó, los echó a un lado. El caso de la compañía italiana no es el único. Desde 1982, el régimen diseñó una rocambolesca ley de inversiones extranjeras. A pesar de algunas modificaciones en los años 90, y ciertas enmiendas que se espera realicen próximamente, invertir en Cuba es un negocio de alto riesgo.

Es triste ver como naciones democráticas exigen a Cuba respeto por los derechos humanos y callan ante la explotación y groseras violaciones laborales que practican o son cómplices sus empresarios.

Cuando la compañía estadounidense Nike tuvo que abonar una alta suma por prestarse a la esclavitud laboral en China, se hizo justicia. Pero todavía numerosos monopolios transnacionales lo siguen haciendo sin recibir castigo.

En sus países son escrutados permanentemente por instituciones jurídicas y la sociedad civil. Pero fuera de sus fronteras se comportan como genuinos explotadores coloniales.

Ya es hora de que se le ponga coto. Tribunales internacionales deben imponer fuertes sanciones a los que permiten la explotación laboral en Cuba.

Se debe demandar al gobierno cubano. Si desea hacer negocios con empresarios capitalistas, debe pagar lo pactado al trabajador. Los empresarios foráneos también deben exigirlo. Por ganar dinero fácil y rápido son capaces de hacer tratos con el diablo. O con los hermanos Castro.

Iván García

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios en este blog están supervisados. No por censura, sino para impedir ofensas e insultos, que lamentablemente muchas personas se consideran con "derecho" a proferir a partir de un concepto equivocado de "libertad de expresión". También para eliminar publicidad no relacionada con los artículos del blog. Por ello los comentarios pueden demorar algunas horas en aparecer en el blog.