El 5 de abril de 2016, las muchachas del
equipo de cricket de West Indies fueron recibidas como heroínas en Bridgetown, Barbados. Y no era para menos.
Por primera vez se habían coronado campeonas mundiales de la modalidad 20-20 de un deporte que, en ese país como en todo el Caribe anglófono, es casi una religión. Pero nada de esto vendría a cuento, no al menos aquí, si uno no supiera que entre las manos detrás de esa victoria hay un cubano.
Si por los años 80 alguien le hubiera pronosticado a Héctor Martínez Charles que a sus 53 andaría viajando medio mundo de la mano de un equipo de cricket, posiblemente le hubiera soltado una carcajada. Para entonces todo lo que había visto de esa disciplina eran unos cuantos estudiantes jamaicanos practicándola en Camagüey.
En el 2000 llegó a Antigua y Barbuda como colaborador deportivo, para trabajar en atletismo, una disciplina con la que ya había cosechado éxitos en Cuba. Tras nueve años de triunfos en ese otro país caribeño, como coordinador de las especialidades de saltos (altura y longitud), Héctor comenzó un camino en el cricket.
Fue a Antigua y Barbuda por el atletismo, ¿cómo termina entonces en el cricket?
-Varios jugadores de cricket de renombre en el Caribe como Curtly Ambrose y Andy Roberts trabajaban conmigo en el Ministerio de Deporte. En ese momento ellos comienzan a desarrollar en Antigua un sistema competitivo a nivel del Caribe, que es lo que se está haciendo hoy en la India, la Liga Premier, donde se juega el 20-20, una de las modalidades del cricket.
-Ellos al ver mis resultados en atletismo solicitan mi servicio para trabajar con el director del equipo que necesitaba un ayudante, un preparador físico y yo en aquel momento, sin conocer nada de cricket digo está bien, estoy de acuerdo. Solo con mis conocimientos de atletismo y béisbol que es lo que había hecho en Cuba.
Del atletismo al cricket es un salto gigantesco. ¿Fue muy difícil el inicio?
-Me costó trabajo, tuve que estudiar, prepararme, revisar, buscar ideas. Horas de sacrificio practicando yo solo habilidades que pudiera mezclar en el desarrollo, tratando de hacerlo lo más específico posible al cricket, porque como yo les digo siempre, ellos son jugadores de un deporte con pelota y si yo trato de incursionar con lo que yo domino de atletismo se aburrirían de mí porque no les va gustar correr, no les va a gustar saltar.
-Pero básicamente en el cricket, independientemente de las habilidades con pelota se necesita un alto nivel de preparación física, mucho más que la preparación física que lleva un jugador de béisbol porque el gasto energético de los muchachos de cricket es extremadamente alto.
Es muy largo el juego ¿no?
-Hay tres modalidades. Una modalidad puede durar hasta tres horas, la otra dura casi ocho horas y la otra modalidad puede durar hasta cinco días de juego, pero esos cinco días no son cinco días constantemente jugando. Se juega, se hacen pausas, se almuerza, se descansa...
-El objetivo es que el equipo ganador le coja 20 y tener más carreras. Todo el mundo tiene la opción de batear dos veces, eso es lo que demora porque quizás el equipo no trate de hacer esa abundancia de carreras, solamente prolongar el tiempo sin que le cojan al equipo diez outs en el primer inning porque mientras más acumulen tiempo bateando, el equipo contrario tiene menos opciones de avanzar. O sea, yo consumo más tiempo y te limito tu tiempo.
¿Cómo logró colocar los conocimientos del atletismo, y me imagino que del béisbol, en función del cricket? ¿Qué tuvo que cambiar? ¿Cómo se adaptó?
-Lo que sí puedo decirle es que la base metodológica que aprendí en Cuba y que había venido aplicando en el atletismo, me ha servido mucho. Siempre basándome en actividades coordinativas, desarrollo de rapidez, potencia, y ya le decía la coordinación.
-Ésos son los aspectos fundamentales en los que me baso. Lógico, luego dirigir un buen calentamiento, motivarlos, algunos ejercicios de tiro. Así mezclando los conocimientos que ya tenía con los que he ido adquiriendo.
-Es bien difícil, partiendo de que hablo una lengua diferente, la idiosincrasia diferente también es diferente. Tenía que ser capaz de insertarme entre ellos, progresar y sobrevivir. Me costó trabajo. Hoy me siento con más confianza, más práctica.
¿Cuándo comenzó en el cricket?
-Comencé en un juego en el 2009, el juego más pagado, que fue en el que le ganamos a Inglaterra. Estuvimos seis semanas de preparación, yo dirigí la preparación física, pero fue un trabajo muy integral donde todos los miembros del staff tuvimos una participación muy positiva: director, asistente del director, asistente de fildeo y el fisioterapeuta, que era cubano también. Entre todos logramos el resultado. Desde 2009 hasta la fecha he estado en el cricket.
Ése fue su debut…
-Exactamente. Fue mi estreno, me probaron, me dieron la posibilidad y después la federación de cricket del Caribe, la West Indies Cricket Board me llamó para entrevistarse conmigo y me dieron la posibilidad de trabajar con el equipo. Comencé a trabajar con el equipo masculino el 22 de junio de 2010.
¿Qué resultados obtuvo con ellos?
-Cuando comencé con el equipo estaba en una etapa de altas y bajas. De las tres modalidades del cricket, el equipo tiene una muy fuerte que es 20-20. El caribeño es muy explosivo, potente, de habilidades rápidas y eso se aplica muy bien a los jugadores nuestros.
-En estos momentos los jugadores del Caribe juegan en casi todas las ligas del mundo, porque tienen una calidad magnífica. En 2012 logramos ganar el 20-20 mundial que se realizó en Sri Lanka, le ganamos a Sri Lanka en su terreno.
-Desde hace aproximadamente tres meses estoy trabajando con el equipo femenino de cricket.
¿Ha encontrado resistencia o asombro, por ser un cubano trabajando como preparador físico en el cricket?
-Me dicen: Cubano, ¡pero si en Cuba no se practica cricket! Eso me ha pasado varias veces, sobre todo con los conocedores del cricket y mi respuesta siempre ha sido: Yo lo que tengo es que tener las habilidades pedagógicas para desarrollar en los jugadores las habilidades a que sean buenos jugadores de cricket. Y en eso me baso. Tenerlos preparados para que resistan las demandas del juego.
Y se ha hecho un conocedor...
-Por supuesto, ya puedo decir que al cricket le tengo más afinidad que al béisbol, que es nuestro deporte nacional, pero por la cantidad de trabajo, por el gasto energético, es más competitivo. Pero el juego de cricket es más motivador. Cuando conoces el cricket lo encuentras mucho más interesante que el béisbol.
¿Cree que el cricket pueda prender en Cuba?
-En estos momentos se están dando pasos por parte del INDER. Yo estaría en la disposición de ayudar, de apoyar, como también compañeros míos de alto nivel en este deporte, tienen la intención de ayudar a Cuba en el desarrollo del cricket. Embajadas como las de India, Reino Unido, Sri Lanka, han estado apoyando para que se practique el cricket en Cuba.
-Pienso que el cubano puede, y puede garantizarlo al seguro porque viendo la manera en que se desarrolla un atleta nuestro, pienso que el cubano puede jugar cricket incluso al más alto nivel.
¿Cuáles son las similitudes y las diferencias entre el cricket y el referente más cercano que tenemos, el béisbol?
-Como similitud es un juego de pelota y bate, el cubano está acostumbrado a fildear. Es a mano limpia, no tiene guante, pero con un poco de práctica el cubano puede realizarlo, porque sabe colocarse debajo de la pelota para recibirla, sabe poner el cuerpo delante para fildearla tanto en el terreno como en el aire.
-Lo más difícil sería el bateo, por la reacción que debe tener el bateador como individuo porque cuando te pica la pelota delante de ti, viene para arriba de ti, un poco que te impresiona, tienes que adaptarte a esa acción.
Ahora suena como un apasionado…
-Sí me gusta, estoy muy apasionado con él y conozco de cerca el calor que se siente en un juego de cricket.
Texto y foto: Leslie Salgado Arzuaga
On Cuba Magazine, 24 de abril de 2016.