lunes, 29 de julio de 2024

Claudia Sheinbaum, cuna roja con línea blanca

El martes 4 de junio estuve en la emisora Actualidad Radio de Miami, conversando con los periodistas Ricardo Brown y Roberto Rodríguez Tejera sobre Claudia Sheinbaum, la recién elegida presidenta de México.

El programa se dividió en dos secciones, una en la que conversé sobre la cuna roja de la camarada Sheinbaum, y otra sección en la que la escritora y periodista de investigación mexicana Anabel Hernández conversó sobre los fuertes vínculos de la Sheinbaum —y de su jefe Andrés Manuel López Obrador (AMLO)— con el narcotráfico mexicano.

De más está decir que la sección más importante e interesante del programa fue la de Anabel Hernández. Unos minutos repletos de informaciones sobre los orígenes de esa famosa frase con la que Obrador pidió que al Narco mexicano se le dieran “abrazos y no balazos”.

Del tiro, ya me compré el libro de Anabel Hernández, ya lo estoy leyendo y ya les puedo decir que no dejen de comprarlo y leerlo si quieren saber por qué no hay nada de casual en la famosa frase de AMLO, o en su decisión de liberar al hijo del Chapo Guzmán.

Aquí pueden escuchar la conversación de Ricardo y Roberto con Anabel Hernández. Y aquí pueden escuchar lo que dije sobre la nueva presidenta de México.

Todo encaja. La cuna roja de la Sheinbaum pueden comprobarla en el libro América Latina en la Internacional Comunista, un texto que yo cito mucho en “El Sóviet Caribeño”.

Si bajan ese libro, y buscan el apellido Sheinbaum, podrán ver que tanto el abuelo de Claudia, Jonas Sheinbaum, como su tío-abuelo, Salomón Sheinbaum, llegaron a Cuba en 1923, fueron fundadores del Partido Comunista cubano en 1925, y terminaron siendo expulsados hacia México en 1928.

En tierra azteca los Sheinbaum siguieron militando en el Partido Comunista Mexicano y se convirtieron, como otros comunistas de origen judío que pasaron por Cuba, en contactos de confianza de Fabio Grobart. Tanto Grobart como Jonas Sheinbaum fueron Secretarios de Organización del Comité Central de sus respectivos partidos latinoamericanos, una secretaría que siempre estuvo a cargo de coordinar el trabajo de Inteligencia dentro de esas organizaciones.

El padre de Claudia, Carlos Sheinbaum, también fue un militante comunista que entre 1952 y 1957 fungió, para más coincidencias, como Secretario de Organización de la Juventud Comunista Mexicana. En ese cargo Carlos tiene que haber trabajado en estrecha relación con Isidoro Malmierca, el comunista cubano que llegó a ser el Jefe Nacional de la Juventudes Masónicas en Cuba —infiltrado por el PCC.

En sus memorias, Malmierca reconoce que entre 1953 y 1959 él fue unos de los encargados de darles control y ayuda, de parte de los soviéticos, a los jóvenes comunistas mexicanos, una labor en la que necesariamente tiene que haber trabajado estrechamente con Carlos Sheinbaum.

Malmierca, como otros tantos comunistas cubanos que trabajaron para el aparato de Inteligencia del PCC, fue fundador de la Inteligencia castrista y transfirió al castrismo no solo sus experiencias como agente del partido, sino también sus conexiones y relaciones personales.

Si la Inteligencia castrista no usó esa larga historia de relaciones de los Sheinbaum con la Inteligencia del PCC, para reclutar a Claudia, entonces podemos decir que estaban hurgándose en las narices, y eso es algo por lo que ellos no se caracterizan.

Todo encaja. La droga también encaja.

El concepto de “drogas para las revoluciones” también tiene su origen en los comunistas cubanos.

La primera familia campesina que se sumó a la guerrillita de Fidel Castro, en la Sierra Maestra, fue la familia del patriarca Crescencio Pérez, el hombre que controlaba la producción y el contrabando de marihuana en esa región y que además fungía como guardaespaldas del líder comunista Romárico Cordero. Como consecuencia de eso, durante la lucha contra Batista los castristas no sólo dejaron tranquilo el tráfico de marihuana, sino que lo utilizaron para financiarse.

Ese fue el origen del concepto “drogas para las revoluciones”. Un concepto al que también pueden encontrarle un origen más profundo en el relativismo moral de los comunistas, o en esa idea marxista de que la ética y la moral son construcciones sociales que siempre responden a los intereses de una clase dominante.

Para los comunistas no hay principios morales ancestrales y universales, para ellos todo es relativo y ese relativismo es usado para justificar sus atrocidades, y para atraer a sus filas a sociópatas como el Che Guevara o Barack Obama, y a psicópatas como Fidel Castro o Josef Stalin.

Una galería en la que El Chapo Guzmán es un bebé.

César Reynel Aguilera
Aguilera blog, 5 de junio de 2024.

lunes, 22 de julio de 2024

Recordando a Nancy Pérez Crespo

En Cubanet leo: "En la década de 1990, fundó en Miami la agencia Nueva Prensa Cubana (NPC), que en 2006 contaba con 21 periodistas dentro de la Isla, según contó entonces en una entrevista con el medio estadounidense The New York Times". Desconozco por qué Nancy en NYT no mencionó lo que en mi opinión fue su mayor logro dentro del periodismo independiente cubano: haber logrado que Cuba Press, con el poeta y periodista Raúl Rivero desde La Habana y ella desde Miami, consiguieran convertir a Cuba Press es la más profesional de las agencias de prensa independientes surgidas en la Isla a inicios y mediados de los 90.

Cuando el 23 de septiembre de 1995 se funda Cuba Press en la casa de Blanca Reyes y Raúl Rivero, en el apartamento 9, en el 3er. piso del edificio situado en Peñalver 466 entre Francos y Oquendo, Centro Habana, durante los primeros meses leíamos por teléfono los trabajos (conservo el número: 879-5578, también el de Angela, 879-4235, vecina del 2do. piso, que nos dejaba llamar cuando el G-2 interrumpía el teléfono de Raúl y Blanca) a Rosa Berre o a su esposo Carlos Quintela, que ya en 1994 habían creado CubaNet. No puedo precisar la fecha exacta, pero fue en 1996 cuando Nancy Pérez Crespo se puso al frente de Cuba Press. Con ella estuvimos trabajando hasta 1998.

Es una lástima que Raúl Rivero ya no está para preguntarle las causas de la ruptura con Nancy. Los más de 30 periodistas que entonces tenía Cuba Press en la capital y otras provincias, pasamos a dictarle por teléfono los textos a Bernardo Marqués Ravelo, que laboraba con Nancy y al igual que Raúl y nosotros, los periodistas, pasamos a depender de Juan Granados, quien abrió una plataforma a la que le puso Cuba Free Press, porque Nancy registró el nombre de Cuba Press y se consideraba su dueña. Ella nunca más mencionó a Cuba Press, tampoco publicó en internet los cientos de trabajos que entre 1996-1998 casi a diario le enviábamos desde la Isla. Ojalá no los hayan destruido y se puedan recuperar, sobre todo los redactados por Raúl Rivero, crónicas que eran joyas periodísticas.

En 1998, después de la ruptura, es que ella crea la agencia Nueva Prensa Cubana. La primera vez que me detuvo la Seguridad del Estado, en enero de 1997, yo había ido con Ñico a la Embajada de Checoslovaquia, a recoger un paquete y 2 mil dólares que Nancy nos enviaba con un diplomático checo. Lo ocurido ese día lo conté en 2012. En la segunda parte, el acto de repudio. Cinco años después, en 2017, al principio cuento de nuevo la detención y después el interrogatorio.

Hace diez años, en junio de 2014, leí un artículo suyo y le envié un email con saludos míos y de Iván. Copio su respuesta:

Hola, Tania: Recibí tu mensaje y les agradezco la nota. Hoy estoy muy triste porque se nos fue otro héroe de la República: Alfredo Izaguirre Rivas. El viernes viene a cenar a casa Alberto Reyes (Nanín), el hermano de Blanquita. Él está de visita aquí, en Miami. Ya estamos en contacto. Nuestro teléfono es 305-909-2478. Un abrazo para los dos, Nancy.

Tania Quintero

lunes, 15 de julio de 2024

Excarcelan a un periodista, pero siguen oprimiendo a la prensa independiente

En las últimas horas conocimos la noticia del arribo a Miami, directamente desde una prisión castrocomunista, del periodista independiente Lázaro Yuri Valle Roca. Según informan los medios de prensa independientes, el destacado comunicador, encarcelado de modo arbitrario por el solo “delito” de informar a la opinión pública de la Isla, llegó a la “segunda ciudad más poblada por cubanos” tras ser desterrado de su Patria.

Las imágenes tomadas en el gran aeropuerto de la urbe floridana y que han sido colgadas en las redes resultan sobrecogedoras. En ellas aparece el rostro famélico de un señor que no guarda semejanza alguna con el que conocemos del combativo informador. Los tres años pasados en las prisiones del castrismo, el hambre y la brutalidad padecidos en ellas, lo han deteriorado como si hubiese pasado varios lustros cautivo en un país normal.

Sucederá con Valle Roca lo mismo que, hace años, dije de otro preso político liberado: bastarán tres fotos (una antes de su encarcelamiento, esta de su arribo a Miami directamente desde la prisión, y una tercera tomada dentro de algunas semanas) para que hasta el izquierdista más desinformado y tonto comprenda a cabalidad la clase de porquería que es y toda la monstruosidad que encierra el llamado “socialismo del siglo XXI”.

El caso del colega Yuri, que felizmente ha salido ya de las tenebrosas islas del “Archipiélago DGP” (Dirección General de Prisiones del castrismo), nos obliga a recordar a los más de mil hermanos nuestros que permanecen privados de libertad sin haber cometido delito alguno. Pienso ante todo en los que han pasado más tiempo presos: José Daniel Ferrer y Félix Navarro. Pero también en los restantes. ¡Todos merecen salir en libertad ya!

La excarcelación del colega Lázaro Yuri nos conduce de lleno a otro tema de actualidad que también está relacionado con el periodismo: me refiero a la reciente promulgación de la Ley de Comunicación Social y su Reglamento, que acaban de ser publicados en la Gaceta Oficial de la República. A este tema ha sido consagrada la “Mesa Redonda” de este jueves.

La caracterización de los nuevos cuerpos legales, hecha desde el oficialismo, está signada por el inevitable blablablá comunista. Una versión sucinta de esta realidad es la que, según Juventud Rebelde, ofreció quien preside la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales, Rosa María Pérez, una de las participantes en el aludido programa televisivo: la Ley, dice la burócrata, “impulsa el desarrollo de la mercadotecnia, la publicidad y la propaganda con una visión científica, e incentiva la educación y la instrucción en estos temas”. La Mesa Redonda de este jueves estuvo dedicada, en esencia, a glosar lugares comunes como ese.

Al que lea pasajes con semejante contenido sin tomar las debidas precauciones, es probable que sienta deseos de aplaudir la nueva iniciativa comunista y expresar respaldo a la flamante Ley. Pero claro que una conducta de ese tipo estaría totalmente desencaminada. Lo que en realidad han dispuesto las autoridades de “la Continuidad” es la intensificación, bajo nuevas modalidades, de la represión que caracteriza el régimen inviable que ellas mismas han impuesto y mantenido a ultranza. Su aspiración es aherrojar aún más a la prensa.

Es esto lo que, de manera certera, han reflejado los órganos de la prensa independiente de la Isla. El diario 14yMedio, por ejemplo, esclarece el verdadero sentido de la nueva Ley. En una nota redactada en La Habana, el diario deja claro el sentido profundo de la nueva normativa, y lo hace citando su artículo 5: “El Sistema de Comunicación Social actúa conforme al Estado socialista de derecho y justicia social, democrático, independiente y soberano, expresión del pensamiento y el ejemplo de Martí y Fidel y las ideas de emancipación social de Marx, Engels y Lenin”.

Esa mezcla tan típicamente castrocomunista de conceptos, de palabrería insulsa y mendaz con frases que reflejan la indeclinable vocación totalitaria del régimen, permite entrever cuáles son las verdaderas esencias de la nueva legislación. Es lo mismo que se trasparenta de otra cita sobre los objetivos perseguidos: “estimular el uso inclusivo, ético, responsable y seguro de internet, como vía para la defensa y consolidación de la sociedad socialista”.

Quisiera terminar este artículo refiriéndome a un aspecto de la nueva normativa al cual -hasta donde sé- no se le ha prestado atención en otros órganos informativos. Me refiero a que en la Ley de Comunicación Social (y también en su Reglamento) se ha manifestado, con absoluta desfachatez, una de las manías de las que los comunistas dan sobradas muestras en el terreno lingüístico. Me refiero a la tremenda vocación que esos señores sienten por el empleo de eufemismos. Esta realidad la conocemos bien los cubanos desde antiguo.

Es en base a esa obsesión que los rojos llaman “interruptos” a los simples “desempleados”; “prensa” a lo que en realidad es “agitación y propaganda”; o “deambulantes” a los “mendigos y pordioseros”. Pero creo que, en la nueva Ley, los comunistas han logrado superarse a sí mismos. Reproduzco el apartado primero de su artículo 28: “Los medios fundamentales de comunicación social son las organizaciones mediáticas que tienen un carácter estratégico en la construcción del consenso, cumplen funciones de servicio público y constituyen mediadores políticos, ideológicos y socioculturales”.

Para quienes se han librado de tener que sufrir en carne propia las calamidades generadas por el castrocomunismo, paso a recordar algunas de las realidades que, a lo largo de más de seis décadas, ha padecido el cubano de a pie, que quedan adecuadamente enmascaradas en el precepto legal que cité en el párrafo precedente. Desde su misma trepa al poder, el fundador de la actual dinastía se consagró a controlar todos los medios de difusión masiva, objetivo que alcanzó en menos de un par de años.

A partir de ese momento, lo que ha habido es una constante andanada de propaganda y agitación comunista, unida a la persecución despiadada de cualquier opinión discrepante o simplemente alternativa, lo cual ha incluido hasta la prisión de los heterodoxos. Pues bien, ahora ese proceso de constante conculcación de las libertades internacionalmente reconocidas, ha pasado a ser llamada, en la neolengua castrocomunista, como “construcción del consenso”. ¡Qué desparpajo!

René Gómez Manzano
Cubanet, 7 de junio de 2024.
Foto: Tomada de Martí Noticias.

lunes, 8 de julio de 2024

Sobrevivir en La Habana del "socialismo o muerte"

El portero de El Floridita, bar situado en la esquina de Obispo y Monserrate, Habana Vieja, intenta guarecerse del sol debajo de una marquesina desteñida. Bosteza, mira el reloj y luego se arregla la pajarita negra de su uniforme gastronómico.

Cuando por la calle Monserrate descubre a un grupo de turistas rusos, camina hacia ellos con el menú entre las manos y le dice en un inglés decente: “Pasen, por favor, este es el bar más famoso de La Habana, donde Ernest Hemingway tomaba mojitos”, y les muestra una estatua del escritor sentado en una banqueta del Floridita.

Los viajeros hacen una mueca cuando ven los precios de infarto. Ellos quieren beber cerveza barata. Tampoco les gusta el ambiente de un bar desierto, sin música y con el cantinero que bosteza mientras mira indiferente un partido de fútbol de la Champion League.

Cuando los turistas rusos por la calle Obispo se dirigen rumbo a la Avenida del Puerto, varios niños les piden chiclets, confituras y dinero. Las cartománticas con sus coloridos atuendos quieren leerles con urgencia el futuro, una escultura humana embadurnada de betún negro estira su sombrero de copa para que le depositen dólares, euros o pesos, mientras insistentes merolicos les proponen CD piratas de Pablo Milanés, Los Van-Van y Compay Segundo.

Cada vez que pasa un turista por las estrechas callejuelas de la zona antigua de la ciudad, espontáneamente se activa una tropa de vendedores ambulantes que ofrecen desde una caja de tabacos Cohíba, una réplica de la boina del siniestro Ernesto Guevara hasta participar en una orgia lésbica por 40 dólares.

A esas personas que de manera informal, un día sí y el otro también, salen a la calle a buscar dinero en el argot habanero se les denomina 'luchadores' y 'metedores de cuerpo'. Camilo, un tipo que viste con ropa deportiva, tres veces a la semana trabaja como custodio en un bodegón privado, da clase de karate por 1,500 pesos mensuales y dos veces al día recoge las apuestas de la popular e ilegal lotería cubana conocida como la bolita.

En 2021, después de la pandemia, Camilo llegó en tren a la capital desde un poblado recóndito de Santiago de Cuba, provincia cubana a más de mil kilómetros al este de La Habana. “Nagüe, a mí no me asusta el fuego (la calle). La caliente viene pa’rriba de mí y yo voy pa’rriba de la caliente. Llegué solo hace tres años, pero ya traje a mi esposa y a mis dos hijos. Allá en Oriente la cosa está que arde. Apagones de ocho horas todos los días y la gente comiéndose a 'Nicolás por una pata' (pasando hambre). Aquí apenas hay apagones y si tienes voluntad, sales a la calle y te buscas cuatro pesos. Este gobierno es una calamidad, pero no me estoy quejando constantemente ni esperando con la boca abierta que estos canallas me den por la libreta un panecito de mierda y un muslo de pollo.

“A diferencia de otros, me voy pal’ fuego y sin robar ni joder a nadie me busco honradamente el dinero. Lo mismo pedaleo doce horas diarias en un bicitaxi, que vendo pan con picadillo o ropa traída de afuera. Los lechones no se me mueren en la barriga. Cuando llegué a La Habana vivía en un bajareque improvisado cerca de la Autopista Nacional. Ya pude comprar mi cuartico en un solar y aunque no tengo FE (familia en el extranjero), si Dios quiere,dentro de dos años estoy montando en el 'tubo' (avión)”, confiesa Camilo, quien solo duerme cuatro o cinco horas por los empleos que ha tenido y sigue teniendo.

"Soy electricista, pero hago de todo, un hombre orquesta. He trabajado en Antillana de Acero, he sido estibador del puerto, ayudante de la construcción y sepulturero. A La Habana Vieja vengo a vender tumbadoras y artesanías. Cuando la cosa está mala, porque hay pocos turistas y los que vienen no quieren gastar su plata, me busco otra pincha. Dentro de un rato unos socios me recogen para que toque los tambores en una fiesta de santo. Siempre llego a la casa con dinero, mis negritos no pueden morirse de hambre", dice y se sonríe.

En los barrios marginales y mayoritariamente negros y mestizos de Jesús María, Belén, Colón, Cayo Hueso y San Leopoldo, en edificaciones ruinosas, bajareques en peligro de derrumbe y cuarterías superpobladas, residen cientos de miles de personas que han emigrado de otras provincias. Suelen pensar y hablar más rápido que el resto de los cubanos. Se caracterizan por su capacidad de resistencia y la creatividad para burlar las leyes dictadas por las autoridades.

Cuando en la Isla una mayoría apoyaba, o simulaba respaldar a la dictadura verde olivo, en los barrios de la Cuba profunda florecía el mercado negro. Se vendía pan con bistec, cerveza de lata, marihuana y melca (cocaína). Circulaba el dólar, entonces prohibido, y los vecinos sabían quién ofertaba jeans Levi’s o calzado deportivo Nike comprado en un centro comercial de Miami o la zona franca de Colón en Panamá. Existían -y existen- casinos ilegales llamados burles y con el auge del turismo surgieron las jineteras, matadoras de jugadas y pingueros.

Les presento a Dinorah. Nombre ficticio, desde luego. La única vez que vio a su padre, recuerda, fue una tarde al salir de la secundaria donde cursaba octavo grado. La invitó a comer helado en Coppelia, en La Rampa. Treinta y nueve años después no ha sabido más de él.

“Mi abuela y mi mamá, ya fallecidas, fueron madres y padres al unísono. Tuvieron que criar a mis seis hermanos en un país que cuando no faltaba el pan faltaba la guayaba. La gente se queja que ahora estamos mal, pero es que nunca estuvimos bien. Mi madre tuvo que salir a jinetear para mantenernos. No sé si tuvo otras opciones. No la juzgo. Cuando crecí le seguí sus pasos. Y ahora mi hija de 23 años también jinetea. Es un karma que persigue a varias mujeres de mi familia. Algunas han podido largarse de esta locura. Otras, como hija, sueña con ligar un yuma y emigrar”, comenta y asegura:

"Que la prostitución en Cuba ha tenido tiempos buenos, regulares y malos. Depende del turismo o que los tipos con un baro largo quieran gastarlo en vacilar con mujeres. La pandemia fue horrible. Todo el dinero que teníamos guardado se gastó en comida. Los más jóvenes inventaron el sexo virtual por internet. No me gusta esa fantasía, pero algo de dinero se gana. Con la inflación, los hombres no quieren gastar dinero en juergas ni en queridas. La crisis es tan grande que faltan hasta los condones”. Para llegar a fin de mes, vende muestras de perfumes, arregla uñas y hace desriz en el pelo. “Así y todo, el dinero no alcanza”, afirma Dinorah.

Cae la noche en la zona colonial de La Habana. En los bares de la calle Obispo las prostitutas esperan que alguien les pague un trago. Una pareja de travestis en tacones merodean por las inmediaciones del Paseo del Prado a la caza de clientes. Al costado del hotel Sevilla, tres tipos beben alcohol casero de cuarta categoría. Se pasan en silencio la caneta plástica entre ellos. No tienen nada que hablar.

Camilo apura el paso mientras se come una pizza que compró antes de hacer la guardia nocturna en un bodegón privado. Opina que los héroes nacionales no son no José Martí ni Antonio Maceo. “Los timbalúos de verdad somos los cubanos que llevamos 65 años aguantando esta dictadura. Nos debieran hacer un monumento”.

Iván García
Foto: Vendedor de periódicos en La Habana, realizada por Juan Antonio Madrazo y tomada de Diario de Cuba.

lunes, 1 de julio de 2024

Premiado el periodista independiente Iván García

El Instituto Interamericano para la Democracia (IID) otorgó al periodista independiente Iván García Quintero, corresponsal de Diario Las Américas en Cuba, el Premio Horacio Aguirre a la Libertad de Prensa. La ceremonia tuvo lugar en el Museo de la Diáspora de Miami el miércoles 22 de mayo, en el marco del foro "¿Qué podemos hacer por el pueblo de Cuba?".

Durante su intervención, García recordó a activistas por la democracia en la isla como Ricardo Bofill, Roberto Luque Escalona, Martha Frayde y Rolando Cartaya, entre otros que "apostaron firmemente por la democracia", mientras sufrieron "represión, linchamientos verbales y cárcel". Y contextualizó que entonces muchos cubanos, "al ver a una multitud o fuerzas de la policía golpear a disidentes indefensos, como a la poetisa María Elena Cruz Varela y posteriormente a las Damas de Blanco, viraban la cara hacia otro lado, por miedo".

Sin embargo, explicó, "la creciente participación ciudadana ha modificado el panorama político en Cuba", lo que ha conducido a que "un amplio sector de cubanos critica abiertamente al gobierno", porque "en Cuba se vive una auténtica revolución ciudadana".

Respondiendo a la pregunta que le dio título al foro, García hizo un llamado a "apoyar, concertar y buscar canales de diálogo con aquellos adversarios que reconocen en privado que el 'manicomio ideológico' está llegando a su fin". Y planteó "dejar a un lado los egos superfluos" y sugirió que "desde una estrategia colectiva, que sume, no que reste, debemos avanzar por el camino al que aspira la mayoría de los cubanos: reformas auténticas, elecciones libres y libertad de expresión".

En el acto participaron desde Cuba el activista Manuel Cuesta Morúa, la periodista Camila Acosta y el productor audiovisual Rolando Rodríguez Lobaina, quienes se unieron por videollamada o video pregrabado a otros invitados presentes en la sede del IID en Miami, entre ellos, Iliana Lavastida, directora de Diario Las Américas, quien propuso "aprovechar cada tribuna, como la ofrecida por el IID, para denunciar las acciones del régimen de La Habana y la labor de inteligencia que sus agentes realizan en todas partes".

El sacerdote católico Juan Lázaro Vélez González recalcó que "la Iglesia tiene mucho que aportar desde su doctrina social y levantar más la voz", a lo que agregó que "la intercesión por la libertad en Cuba no debe quedarse en el maquillaje". Para el periodista y expreso político Pedro Corzo, que intervino a través de videollamada, la "mejor contribución" al pueblo cubano "es incrementar los esfuerzos para que la institucionalidad republicana regrese a la isla". Apuntilló que "el régimen no tiene futuro, pero el pueblo de Cuba sí".

La directora de Juventudes de la Asamblea de la Resistencia Cubana, Kiele Cabrera, enfatizó que los jóvenes cubanos "todavía necesitan más educación para una transición a la libertad". Por su parte, Carlos Sánchez Berzaín y Tomás Relagado, director y presidente del IID, respectivamente, cuestionaron al régimen imperante en la nación insular.

Daniel Castropé
Texto y fotos: Diario Las Américas, 22 de mayo de 2024.

Video de la premiación de Iván García en el marco del foro ¿Qué podemos hacer por el pueblo de Cuba?