lunes, 10 de diciembre de 2012

Ay, mamá Inés, ¿hasta cuándo sin café?



Al cumplir 7 años, después de darle un beso y un regalito, la mamá le dijo al niño que tenía dos noticias, una buena y otra mala. El pequeño, ya acostumbrado a afrontar los avatares de la satrapía, le pidió que le diera la mala noticia primero. La mala, le dijo, es que a partir de hoy te quitan el litro diario de leche asignado (30 litros al mes), y la buena es que te van a dar 115 gramos mensuales de café mezclado, que contiene 57,5 gramos de sucedáneos (chícharos )y 57,5 gramos de café Robusta (variedad de inferior calidad, la de mejor calidad es la Arábica, con mayor sabor y aroma).

El régimen informó que a partir de mayo de 2011, la cuota mensual de café que se distribuía en los primeros días del mes, se cambiará por café Robusta mezclado con chícharos. Como se excluyeron de la cuota los niños de 0 a 6 años -unos 852,800 según estadísticas oficiales de 2009- entonces, de los 11 millones 241,161 habitantes del país al cierre de 2010, el paquetico mensual de 115 gramos lo recibirán unas 10 millones 388,400 personas, que hacen un total de 14,336 toneladas de café mezclado.

En la nota oficial se indica que aún con el ahorro que significa cambiar una parte del café por chícharos, permanecería un subsidio de 190 millones de pesos (equivalentes a 7,6 millones de dólares), que sumados al pago de 4 pesos en moneda nacional por cada paquete mensual de 115 gramos para esos 10 millones 388,400 consumidores que lo recibirían, totalizaría un equivalente de 27 millones 545,700 dólares, que al precio informado por el régimen de 390 dólares la tonelada de chícharos y 2,904 dólares la de café, significaría una importación para ese fin de 5,603 toneladas de chícharos y 8,733 toneladas de café Robusta, lo cual implicaría que la mezcla a ofrecer estaría compuesta de un 39,08% de chícharos y 60,92% de café.

Sin embargo, en el paquete de 115 gramos que ya se comenzó a entregar se indica que contiene un 50% de sucedáneos (chícharos), por lo cual para cubrir la cuota de 14,336 toneladas de café mezclado habría que importar 7,168 toneladas de café Robusta e igual cantidad de toneladas de chícharos, lo que totalizaría, a los precios ya expresados, 23 millones 611,392 dólares, que comparado con el gasto de la población para comprarlo, de 27 millones 545,700 dólares, significaría que el subsidio sólo sería de 3 millones 934,308 dólares, equivalentes a 98,4 millones de pesos y no 190, como dice la nota oficial.

El sobre contiene indicaciones acerca de cómo manipular la cafetera al colar el engendro, quizás en previsión de roturas y hasta explosiones masivas de éstas, las cuales no están diseñadas para un producto de esa naturaleza. Es interesante resaltar, que mientras el chícharo se vende en forma liberada a la población a un precio de 3,50 pesos la libra, el contenido en el café mezclado lo adquirirá a 16 pesos la libra, equivalente a 1,391 dólares la tonelada, tres veces y media superior al precio del mercado mundial.

Se había informado que Cuba en 2011 importaría 17 mil toneladas de café por 45 millones de dólares, por lo que el precio previsto era de unos 2,647 dólares por tonelada y no 1,740 dólares por tonelada como se sobreentiende de la información del régimen, lo que implicaría que para cubrir el incremento de precios de la cuota de 11 millones 241,161 habitantes, y que ascendía a unas 15,513 toneladas, solo se requerían 13,6 millones de dólares adicionales y no 27 millones como se desprendería de esa nota.

Aunque solamente en 2011 se importaran las 7,168 toneladas de café necesarias para mezclar la cuota de la población, todavía estarían disponibles para otros fines unas 6 mil o 7 mil toneladas de producción nacional, de las que una parte se destina para su venta en divisas en paquetes de diversos tamaños, de los cuales la población compra preferentemente el de 250 gramos a un precio de 3,40 CUC, que equivale a 0,0136 dólares por gramo (13,600 dólares por tonelada), por lo que bastaría que el 64% de las 3,5 millones de familias cubanas comprara un paquetico de 250 gramos al año -en total 2 millones 235,294 sobrecitos- para cubrir los 190 millones de pesos (7,6 millones de dólares) que el Estado alega tiene que subsidiar. Pero para compensar los 98,4 millones de pesos (3,9 millones de dólares) a los que realmente asciende el llamado subsidio bastaría con que esa compra la hiciera solamente el 59% de los hogares.

No caben dudas, por tanto, de que la población está subsidiando a ese subsidio, ya que las compras por divisas son mucho mayores, pues el sobre de 115 gramos que recibe una persona al mes alcanza sólo para colar 3 o 4 veces en una cafetera de 6 tazas, y únicamente alcanzaría para tomar una taza diaria durante 18 ó 24 días como máximo.

La información aquí ofrecida no es exacta, pero sí lo suficientemente documentada para caracterizar los resultados de esta medida, que se suman a la ya amplia sucesión de decisiones impopulares dictadas en los últimos tiempos en la isla.

El buchito tradicional de café es una costumbre ancestral en Cuba y en tiempos de penurias, como ahora, su carácter estimulante ayuda a paliar las deficiencias alimentarias. De ahí que esta medida haya traído entre la población mucha más inconformidad y comentarios que las otras malas noticias que llueven últimamente.

Además, no es posible engañar a nadie tratando de sugerir que hubo una rebaja de precios al venderse el mezclado a 4 pesos en lugar de 5, que se pagaba por el no mezclado, porque hasta 2005 ese sobre de café mezclado se vendía a 24 centavos.

Por cierto, hay que aclarar que el café que se estaba vendiendo como puro era una mezcla de 30% de café Arábica y 70% de café Robusta. Cuando Bola de Nieve cantaba "ay mamá Inés, todos los negros tomamos café", además no estar mezclado el café, era Caracolillo, una variedad de sabor más intenso y de la cual hoy sólo puede disfrutar una minoría en Cuba.

Arnaldo Ramos Lauzurique
Martha Beatriz Roque Info, mayo de 2011.
Foto: Mamá Inés, cuadro de Ubaldo Arias.

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