viernes, 22 de marzo de 2013

El sitio donde peor he comido en mi vida



¿Cual es el país del mundo (de los que están en los circuitos turísticos) en el que peor he comido en mi vida? No tengo ninguna duda: en Cuba.

Que perdonen los cubanos; su isla es maravillosa y tiene muchos encantos. Pero la cocina no es uno de ellos. En Cuba la comida no se prepara… se perpetra. A excepción de algunos buenos 'paladares' (negocios privados aceptados por el régimen), donde procuran dar un servicio y una calidad aceptables a pesar de las limitaciones, el resto es tierra quemada.

Y lo malo de la isla no es que solo haya arroz, frijoles y carne de cerdo. Y unos camarones pequeños y congelados que no saben a nada. Siempre lo mismo: arroz, frijoles, cerdo y camarones. (Imagino que el desabastecimiento será una perversa combinación entre el embargo norteamericano y la ineptitud de un régimen para producir otras cosas en una entorno climático y una tierra en donde con un poco de buena planificación crecería de todo).

Lo peor de la cocina cubana es la desidia de los restaurantes estatales, que son la mayoría. A veces no sabes si los cocineros trabajan “para” o “contra” el cliente y las carnes suelen rivalizar en lozanía con la momia de Tutankamón. No he visto en ningún lugar del mundo tanta desgana, tanta apatía y tan poco cuidado con el producto que elaboran como en estos locales estatales de Cuba. Son mejores los músicos que amenizan la estancia que los que están a cargo del fogón o el servicio de mesas.

Recuerdo un viaje de dos semanas en coche por toda la isla. De vuelta a La Habana y harto de arroz, frijoles, cerdo y camarones, descubrí en una calle del centro un restaurante chino. “¡Estupendo!, exclamé. Me voy a dar el placer de cenar sabores diferentes”.

Mi decepción fue mayúscula al comprobar que todo, desde los rollitos primavera hasta el pato laqueado, ¡estaba hecho con arroz, frijoles, cerdo y camarones!

Paco Nadal

Versión de trabajo publicado en el Blog de Paco Nadal, El País, 17 de octubre de 2012

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