El régimen castrista perpetró un monumental fraude en el referendo para la aprobación del proyecto de una nueva Constitución, celebrado el domingo 24 de febrero de 2019. Son las conclusiones a las que ha llegado el grupo opositor Socialismo Participativo Democrático (SPD) a partir de los informes recibidos por personas integradas al sistema que por razones obvias no desean que se divulguen sus identidades.
La Comisión Electoral Nacional (CEN), organismo electoral gubernamental, una vez finalizada las votaciones, habría agregado casi tres millones y medio de votos por el Sí -a favor del proyecto constitucional- según el análisis de 516 colegios electorales en 12 provincias, resultados que pueden considerarse representativos de todo el país. De acuerdo con los datos obtenidos, para encubrir este fraude, la CEN habría agregado 700 mil nuevos votantes al padrón electoral, alcanzando la cifra de 9.298.227.
Si damos crédito al parte oficial, el Sí ganó con 6.816.169 votos, lo cual representa el 73,3 por ciento de los votantes inscritos, pero la verdadera cifra, según los datos recibidos por el SPD, habrían sido, originalmente, 3.468.789, lo que equivale solamente al 36 por ciento de todos los inscritos para votar, muy por debajo de lo que necesitaban para que el proyecto resultara aprobado. Lo que significa que no pudo alcanzar el 50 por ciento más uno requerido por la ley. Los votos por el No, alcanzaron el 28 por ciento, pero la abstención fue del 30, y los votos anulados, el 6 por ciento, por lo que el 64 por ciento, de una forma u otra, se negaron a aprobar la nueva Constitución.
Ello explica la demora del oficialismo para dar los resultados finales, ya que todos los colegios electorales tuvieron suficiente tiempo para reportar sus resultados el mismo día de la votación. El hecho de la CEN esperara un día entero para dar a conocer los resultados, no tiene justificación alguna. Ahora se entiende. Tenían que buscar, no sólo cómo completar los votos que faltaban para sobrepasar el 50 por ciento, porque no podían dar una cifra donde quedara en evidencia que, aún ganando el Sí, casi la mitad del pueblo no apoyaba el proyecto constitucional.
Pero esto no sólo habría significado la derrota del proyecto y del referendo, si no también la del propio régimen frente a la oposición, lo cual demuestra el grado de descontento en la población, sin contar todas las irregularidades cometidas, entre ellas que el Partido-Estado cuenta con todos los medios de comunicación con los cuales mañana, tarde y noche bombardeaba con propaganda a favor del Sí, mientras que se ejerció la represión contra todos los que intentaban hacer campaña a favor del No o de la Abstención.
También se ejerció la intimidación para que muchas personas, sobre todo ancianos incapacitados, votaran por el Sí. La oposición estuvo en total desventaja frente a la élite del poder, lo que supone imaginar qué habría pasado en unas elecciones con observadores internacionales y permitiendo a la oposición hacer campaña en las calles, aunque no contara con medios de divulgación. El oficialismo habría recibido una 'paliza' memorable.
Así y todo, no pudieron evitar que dos millones y medio, entre abstencionistas, votantes por el No, boletas en blanco y anuladas, se revelara una cifra que indica claramente que el régimen ya no tiene el apoyo del pueblo como décadas atrás. Y que al menos cerca de la tercera parte de la población, decidió ya no seguir bailando al ritmo de la música que sigue tocando una orquesta octogenaria.
Ariel Hidalgo
Cubaencuentro, 5 de marzo de 2019.Foto: El presidente Miguel Díaz-Canel votando el 24 de febrero. Tomada de Cubaencuentro.
Leer también: Casi dos millones y medio de cubanos no votaron Sí, El mapa de una Cuba posible, Una nueva Constitución que nació vieja, Cuba post-referendo, Militantes comunistas se quejan del referendo, Las leyes que vienen y Un abogado independiente opina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios en este blog están supervisados. No por censura, sino para impedir ofensas e insultos, que lamentablemente muchas personas se consideran con "derecho" a proferir a partir de un concepto equivocado de "libertad de expresión". También para eliminar publicidad no relacionada con los artículos del blog. Por ello los comentarios pueden demorar algunas horas en aparecer en el blog.