Un gobierno acobardado por una canción, concluyen cancillerías y academias culturales, ante la desproporcionada reacción de la dictadura más antigua de Occidente frente a Patria y Vida, ordenando a la EGREM y a la prensa estatal que financia, eliminar la canción de la lista de nominados cubanos a los premios Grammy Latino 2021, haciéndola brillar por su ausencia.
El periódico Granma censurando y agrediendo a cubanos nominados a los Grammy, porque "aquí todo el mundo censura", como alardeó el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, cuando hace un tiempo anunció el cierre del sitio digital OnCuba que, afortunadamente, nunca materializó, y mantener en la cárcel a Maykel Osorbo, uno de sus autores.
Si el gobierno no hubiera reaccionado cual Capuletos ante Montescos, Patria y Vida no habría alcanzado la dimensión mundial que ahora tiene, como símbolo de libertad y desgaste del poder sexagenario, pero Díaz-Canel y su combo ya tocan a ritmo de Kid Gavilán y disparan a todo lo que se mueve para aliviar el miedo político con que viven.
Que Patria y Vida esté entre los nominados a los Grammy Latino, cuya ceremonia de premiación tendrá lugar el jueves 18 de noviembre en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, responde a la libre elección de discográficas. Pero que haya sido borrada en el listado de la EGREM sobre el más importante premio musical del mundo y la renovada comunicación social financiada por el partido comunista haya hecho mutis por el foro, es responsabilidad de Díaz-Canel, máximo dirigente político de Cuba.
Las piruetas en política salen caras, especialmente cuando los protagonistas fingen. Y los cubanos ya no saben si creerse al mandatario que asistió al concierto de Gente de Zona en La Habana o al que acusó de mal gusto musical al presidente uruguayo Luis Alberto Lacalle, en la reciente cumbre de CELAC. Un presidente que -actuando delicitivamente- llamó a la guerra civil el 11 de julio y que mantiene en su nómina a un Ministro de Cultura que golpeó a un periodista para romperle su teléfono móvil y evitar que filmara su reacción ante la protesta del 27N, solo es un rehén de su guapería chabacana e inútil.
Díaz-Canel tiene la rara virtud de meterse solito en las patas de los caballos, cuando reacciona emocionalmente ante desafíos, y los retos del 11J y de la convocatoria a una marcha cívica el 20N, parecen haber bloqueado la capacidad de pensar en el Palacio de la Revolución, donde quizá nadie se atreve a parar la sinrazón e imponer una mirada serena que reconozca la crisis sistémica terminal y su evolución hacia la democracia, la creación de riqueza con justicia social y la libertad, incluida la cultural.
Pero tampoco hay que extrañarse excesivamente por los ataques y omisiones del tardocastrismo hacia Patria y Vida: forma parte del sexagenario gris contra la cultura cubana, silenciando a Félix B. Caignet, Ernesto Duarte, Bebo Valdés, Rolando Laserie, Celia Cruz, Meme Solís, Ela O'Farrill y un largo etcétera, hasta el extremo de cerrar cabarets durante la Zafra de los Diez millones y destruir el Teatro Musical, de viva tradición.
Los crímenes silenciadores contra artistas y músicos forman parte del catálogo totalitario ahora aplicado contra Luis Manuel Otero Alcántara, Mykel Osorbo, Yunior García Aguilera, Tania Bruguera, Hamlet Lavastida, Katherine Bisquet, Yotuel Romero y Gente de Zona.
La diferencia es que antes no habían redes sociales, la mayoría de los cubanos apoyaba a la revolución, despreciando a gusanos y desviados, y el mundo democrático alababa las genialidades de Fidel Castro, cual David contra Goliath, y era cómplice del silencio en torno a la brutalidad en Cuba, salvo honrosas excepciones como Plinio Apuleyo Mendoza, Mario Vargas Llosa y Jorge Edwards.
A Díaz-Canel le tocó bailar con una terrible herencia en todos los ámbitos, incluido el quiero y no puedo reformista de Raúl Castro. Y cuando se pone solemne, suelta obviedades como "hay una obra hecha"; desconociendo que el problema no es constructivo ni histórico, sino de libertad y democracia, de asumir en el ámbito oficial la pluralidad natural de millones de cubanos, que son fraternos, respetuosos y solidarios por encima de militancias políticas.
Débil, muy débil debe sentirse el tardocastrismo, cuando embiste a una canción y el presidente abandona momentáneamente su responsabilidad institucional para devaluarse en crítico musical sectario y violento, desconociendo la máxima martiana de la justicia antes que el arte. Pero Díaz-Canel debe haber leído tan mal a José Martí, que apela al Apóstol como si fuera militante de un núcleo del PCC y no aquel avisador de que la Patria es ara y no pedestal.
Carlos Cabrera
CiberCuba, 1 de octubre de 2021.
CiberCuba, 1 de octubre de 2021.
Correo enviado desde Miami por el compositor Jorge Luis Piloto: "Es muy importante la nominación de Patria y Vida, es un golpe muy fuerte a la dictadura. También he sido nominado al Latín Grammy 2021, en la categoría Canción Tropical del Año, por Un sueño increíble, homenaje a Jairo Varela. Varela fue el fundador y creador del grupo Niche de Colombia, el número lo canta Charlie Cardona, una de las voces insignes de ese grupo, y la orquesta es la del trompetista cubano Dayhan Díaz, radicado en Colombia hace más de veinte años. Dayhan vivía en Infanta y Cruz del Padre, Cerro. Su padre, Domingo Díaz, gran amigo mío, tocó el bajo en la orquesta del cabaret Tropicana por muchos años con su hermano Yuyo, que es guitarrista".
Leer también: Patria y Vida con dos nominaciones a los Latin Grammy, Cubanos fustigan a la EGREM, "Al pueblo de Cuba que añora su libertad" y La iniciativa de Yotuel.
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