lunes, 26 de abril de 2021

The New York Times: el antihéroe del régimen cubano



La prensa oficial cubana celebró por todo lo alto un texto de The New York Times sobre el candidato vacunal Soberana 02. Desde Prensa Latina hasta Cubadebate, pasando por los medios provinciales, todos festejaron la noticia de haber sido noticia, tal y como les hubiera gustado, en uno de los diarios más prestigiosos del mundo. Incluso, el espacio de la Mesa Redonda le dedicó el honorífico título de "la noticia del día". The New York Times, al menos por estos días, es un influyente amigo en las entrañas del imperio.

Claro, a la prensa oficial le hubiese gustado editar un poco el texto de The New York Times antes de su publicación. Quitar por ejemplo, esos detalles que aluden a las colas y la escasez de pan desde el mismo epígrafe del artículo, y tal vez poner alguna frase sobre la autoría de Fidel Castro de la vacuna. Pero tampoco es algo que les preocupe. Ya se encargaron ellos de extirpar los fragmentos desagradables del texto y poner aquello que le faltaba, el "toque revolucionario".

Toda esta alegría, por supuesto, tiene fecha de caducidad. Para el Partido Comunista de Cuba, The New York Times será un "reconocido medio" hasta tanto no vuelva a publicar algo sobre la escasez en la Isla o la represión contra artistas, activistas, periodistas y disidentes en general. El PCC, de hecho, sueña con que el diario estadounidense se mantenga en esta línea, que tanto les recuerda los edioriales del periodista Ernesto Londoño () que sirvieron de entrada al deshielo de Obama. Ahora, con Biden en la Casa Blanca, le convendría mucho al régimen que este medio recuperara su aura de oráculo.

La postura actual de los medios oficiales cubanos respecto a The New York Times parece revelar una suerte de Alzheimer como síntoma de la avanzada edad del régimen. Pero no se trata de nada parecido. El gobierno de la Isla, una vez más, alaba y difama a conveniencia, una técnica que hasta el momento le ha funcionado a la perfección, quizás por la mala memoria del cubano de a pie.

En marzo de 2019, el vocero del régimen Lázaro Manuel Alonso, dijo en el Noticiero Nacional de Televisión que las páginas de The New York Times estaban "sucias de mentiras envueltas en papel de celofán" por haber demostrado que los médicos cubanos le servían a Nicolás Maduro para ejercer presiones a su favor en las elecciones. Alonso catalogó al artículo de "raro", quizás porque no está adaptado al periodismo real, que se aleja de la propaganda para investigar a fondo, con diversas fuentes, aquellas verdades que intencionalmente se ocultan.

Sabiendo que los cubanos no gastarían los carísimos datos de internet en sus celulares para contrastar sus palabras, Alonso dijo que el texto del diario estadounidense era a todas luces falso porque no mencionaba los nombres y apellidos de los dieciséis médicos que sirvieron de fuente. Sin embargo, el texto referido lo encabeza una foto de Yansnier Arias, uno de los médicos que dio su testimonio.

El más reciente de estos ataques surgió a raíz de la huelga de hambre y sed realizada por varios artistas y activistas en la sede del Movimiento San Isidro, en noviembre de 2020. La presencia en aquel lugar del periodista cubano Carlos Manuel Álvarez, director de la revista El Estornudo, sirvió entonces de pretexto para arremeter nuevamente contra The New York Times, donde es colaborador.

The New York Times ha vuelto a ser del agrado del régimen, que le ha perdonado los desvaríos del pasado, incluidos los del pasado reciente. Mientras tanto, Lázaro Manuel Alonso quizás cruce los dedos para que el indulto se mantenga, y así no verse obligado a mentir otra vez ante las cámaras.

Texto y fotocopia: Diario de Cuba, 18 de febrero de 2021.

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