lunes, 1 de mayo de 2023

La sanidad cubana antes de 1959


El sistema de salud en Cuba, antes de la llegada del castrismo al poder, era único en comparación con el resto de los países del continente. Predominaban los servicios prestados por instituciones no lucrativas que daban servicios médicos con cuotas muy modestas. Por ejemplo, una clínica como Católicas Cubanas, Hijas de Galicia, El Sagrado Corazón cobraban cifras tan bajas como 3.50 pesos. Una cantidad de dinero que podían pagar en la isla la inmensa mayoría de los cubanos.

El castrismo, en más de 60 años, no ha podido superar la calidad de los servicios médicos que había en Cuba antes de 1959. Sobre todo, si valoramos que la época republicana arrancó prácticamente de una etapa colonial, con una isla devastada por la guerra y las enfermedades, mientras que el castrismo llegó al poder y encontró toda una extraordinaria red de hospitales, clínicas, seguros médicos, y casas de socorro.

El sistema de salud cubano era una combinación de servicios gratuitos de salud pública financiados por el gobierno, y servicios privados. El gobierno administraba y financiaba los servicios públicos, a través del Ministerio de Salubridad y Asistencia Social. Cuba fue el primer país del mundo en crear en 1909 un ministerio para atender exclusivamente los asuntos relacionados a la salud. Cuando el comunismo tomó el poder en Cuba destruyó toda la red de servicios privados, y convirtió todo el sistema en servicios financiados y administrados por el gobierno, con la intención de manipular políticamente los servicios de salud e imponer una narrativa que borraba la historia del desarrollo médico en Cuba antes de 1959.

Antes del castrismo, todas las ciudades importantes de la isla tenían hospitales generales con servicios médicos de altísima calidad, que era hospitales públicos financiados por el gobierno, además, la red de hospitales públicos en el país tenía hospitales especializados en el cuidado de la lepra, enfermedades mentales, cáncer, poliomielitis, oftalmología, ortopedia, tuberculosis, pediatría, enfermedades contagiosas y cardiología. Si bien la mayoría de estos hospitales especializados estaban en La Habana, tenían consultas externas en otras provincias para quienes no necesitaban hospitalización.

Además, por toda la isla estaban otros servicios médicos. Estaban los llamados dispensarios, que se dedicaban a trabajar con tratamientos especializados en enfermedades como lepra, tuberculosis o la pediatría. Eras servicios centrados en el diagnóstico y la prevención. Esto desmiente la narrativa comunista que ha dicho que ellos crearon la atención médica preventiva con los llamados Médicos de la Familia. Un programa que ha demostrado su ineficacia y hoy en completa decadencia. Los servicios médicos de los hospitales generales y los dispensarios eran completamente gratuitos para todas las personas.

A diferencia del sistema de salud castrista, el sistema de salud de la Cuba republicana era muy variado y completamente descentralizado. Y consistía en:

Servicios Médicos Públicos:

  1. Servicios financiados y administrados por el gobierno central a través del Ministerio de Salubridad y Asistencia Social
  2. Servicios financiados y administrados por gobiernos locales y regionales.
  3. Servicios gestionados por instituciones autónomas de carácter público: seguros sociales (en Cuba hubo seguro social primero que en Estados Unidos), hospitales de beneficencia, hospitales de escuelas de medicina oficiales.

Servicios Médicos Privados:

  1. Servicios financiados por los no beneficiarios: instituciones de caridad, hospitales de escuelas de medicina privadas, servicios médicos pagados por los empleadores.
  2. Servicios financiados por beneficiarios en forma de grupos que se dividían en: Instituciones no lucrativas (asociaciones mutualistas, como el Centro Gallego y el Centro Asturiano, y empresas de seguros no lucrativas) e instituciones lucrativas (servicios prestados en instituciones propias y compañías de seguro)
  3. Servicios financiados por los beneficiarios (hospitales privados, consultas médicas privadas, y la medicina no científica -curanderos)

Las fuerzas armadas y la policía nacional tenías sus propios hospitales completamente gratuitos para ellos y sus familiares.

Los centros penitenciarios, los centros de reeducación juvenil y las escuelas técnicas con alumnos internos, tenían sus propios servicios de atención médica.

Además, en Cuba existían, en 1958, unas 200 casas de socorro, que se dedicaban a prestar servicios de emergencia y que también ofrecían las vacunas que ofrecía el gobierno. Porque, contrario a lo que ha vendido el gobierno comunista, la vacunación en Cuba no comenzó con el castrismo, los niños, para asistir a la escuela, recibían vacunación contra enfermedades como el tétanos y la poliomielitis.

Los centrales azucareros, que se encontraban lejos de los grandes centros urbanos, tenían pequeños hospitales para prestarle servicio a sus trabajadores, que eran financiados por los empleadores.

Cuba fue uno de los primeros países latinoamericanos en contar con seguro social, y tenía uno de los porcentajes más altos de población cubiertos por el seguro social. En el caso de la atención médica, estaban cubiertos por el seguro social tres áreas: los accidentes de trabajo, las enfermedades derivadas de las profesiones que se ejercían y la maternidad. Sí, parir en Cuba no era un problema de salud. Las mujeres trabajadoras estaban protegidas por el seguro social. Y las esposas de los trabajadores también, tanto durante el embarazo como en el parto. Los empleadores tenían la obligación de asegurar a sus empleados. Y el trabajador escogía el médico y el hospital. Con el dinero de este seguro de maternidad se construyeron varios hospitales de maternidad en Cuba, y las mujeres que no tenían acceso a los hospitales, el seguro les pagaba los servicios del médico y la comadrona que atendía el parto.

La Liga contra el Cáncer y La Liga contra la Ceguera, eran instituciones autónomas que se financiaban con dinero del público a través de campañas, y también con dinero del gobierno central.

Los hogares de ancianos y los orfelinatos, manejados por religiosos, tenían sus propios servicios médicos de atención primaria.

Es importante destacar, que las instituciones mutualistas cubrían a todos los miembros de una unidad familiar, y brindaban amplios servicios médicos: visitas médicas a la casa (a diferencia de la era castrista, donde usted tenía que ir a un policlínico o al médico de la familia para recibir una atención médica limitadísima), suministro de medicinas, tratamiento de enfermedades mentales y de larga duración, atrayendo a personas en toda la nación, lo que llevó a la creación de delegaciones de estas mutualistas en los pueblos importantes del país. Y si el paciente necesitaba hospitalización, se llevaba a La Habana o algunas sedes en capitales de provincia.

Después de la creación del Colegio Médico Nacional, en 1945, muchos médicos crearon las cooperativas médicas, para competir con las mutualistas, y a precios muy bajos, porque las mutualistas ofrecían más y mejores servicios.

Contrario a lo que el castrismo ha publicitado, los hospitales privados dedicados a prestar servicios médicos individuales, al estilo de Estados Unidos, eran muy pocos.

Hay que destacar, sin embargo, que muchos de los más renombrados y prestigiosos médicos cubanos trabajaban en las instituciones médicas gratuitas, como era, por ejemplo, el hospital Calixto García, donde ejercían la inmensa mayoría de los mejores médicos de Cuba, y al mismo tiempo mantenían sus consultorios privados.

En 1958, la tasa de mortalidad en Cuba era de apenas 4,93 muertes por cada mil personas. Y la tasa de mortalidad infantil era de 33.7 muertes por cada mil nacidos.

Cuba era el país con la tasa de mortalidad más baja de toda América:

Cuba……......   4.93
Uruguay……   7.6
Canadá……..   7.9
Argentina…..   8.1
Nicaragua…..   8.4
Dominicana..    8.4
Bolivia……      8.6
Panamá……     8.8
Costa Rica…    9.0
Venezuela….    9.4
EEUU...........    9.5

En cuanto a la mortalidad infantil, se ubicaba en el tercer puesto, con 33,7, sólo superado por Estados Unidos con 26.9 y Canadá con 30.2. Para tener una idea de lo bien posicionada que estaba Cuba, el país que se ubicaba en 4 lugar era Panamá, con una tasa de mortalidad infantil de 57,2.

Cuba, en 1958, ocupaba el quinto lugar en cuanto al número de habitantes por médico. Había un médico por cada 998 habitantes, solo superaban a Cuba, Argentina, con 764, Estados Unidos, con 805, Uruguay, con 860 y Canadá, con 953.

Las estadísticas son demoledoras, en 1958 en Cuba existían 87 hospitales públicos y 250 privados, para un total de 347, además de 200 casas de socorro para primeros auxilios y consulta externa. La inmensa mayoría de esos hospitales se mantienen hoy en día en pie, a pesar del deterioro en que los tiene el castrismo, y algunos que el comunismo cubano sencillamente no pudo sostener en pie, como el magnifico Hospital Infantil del Vedado, que era, por demás, un espléndido edificio de arquitectura Art Deco.

Había en Cuba, en 1958, entre la salud pública y privada, una cama por cada 174 habitantes. Sólo en los hospitales públicos era de una cama por cada 294 habitantes. Los hospitales públicos tenían 21,141 camas y los privados otras 15,000 para un total de 36,141.

Una de las críticas del castrismo siempre ha estado basada en que la mayoría de los servicios médicos estaban concentrados en la capital, que por demás era el mayor núcleo urbano del país, pero lo que no dicen, es que el servicio de transporte en la isla era fabuloso por aire, por mar y por tierra, y los pacientes que necesitaban servicios especializados que no hallaban en sus ciudades capitales, eran trasladados con facilidad a La Habana.

Ciertamente, el sistema de salud de Cuba en 1958 estaba lejos de ser perfecto, afectado por la concentración de los servicios en los grandes centros urbanos, y porque estos servicios no alcanzaban a las zonas montañosas y remotas de la isla. Pero la salud en Cuba está muy lejos del estado calamitoso que vendió la propaganda castrista después de 1959.

La falacia de que los servicios médicos “fundamentalmente eran privados en Cuba”, se ha repetido hasta la saciedad, como propaganda que buscaba exaltar las bondades de la medicina castrista con relación al sistema de salud de la era republicana. Sin embargo, el resultado final, tras el demagógico discurso político, es un sistema de salud disfuncional y en ruinas, que se sostenía con los subsidios de la Unión Soviética. Una vez que se cayó el comunismo en Europa del Este, el sistema de salud cubano se derrumbó, porque era una estructura política y de propaganda, no una verdadera estructura médica sostenible, y que además, era, y es, gestionada con una gran ineficacia desde el estado autocrático.

La mayoría de los hospitales que hay hoy en día en Cuba, ya existían antes de 1959. En la actualidad, según el ministerio de Salud Pública, en Cuba existen 152 hospitales con 36 mil 718 camas, apenas 577 camas más que las 36,141, que existían en 1958. Si consideramos que la población de Cuba en 2021 era de 11 millones 260 mil habitantes, hay una cama por cada 306.6 habitantes. Comparada con la de una cama por cada 174 habitantes de 1958.

El sistema médico cubano ha estado enfocado en la masificación, en la graduación de médicos, con el propósito de usarlos como mano de obra esclava, exportándolos hacia otros países. Y para darles empleo en el país creó los ineficaces médicos de la familia: 11 mil 550. Estos servicios médicos eran mucho más eficaces antes de 1959, pues los servicios médicos cubanos ofrecían atención médica a domicilio.

Pero sin duda, lo que más afecta al sistema de salud cubano es la pésima calidad de las instalaciones, su equipamiento tecnológico atrasado, la falta de medicamentos, y el deterioro de la atención de especialistas y médicos en general.

ADN América
30 de marzo de 2023.
Foto: Hospital General Calixto García, Vedado, La Habana. Tomada de ADN América.

1 comentario:

  1. Mis hermanos ...mi prima y yo nacimos en el Sagrado Corazón de Línea y L . Nuestras familias eran modestas y trabajadoras. Gracias

    ResponderEliminar

Los comentarios en este blog están supervisados. No por censura, sino para impedir ofensas e insultos, que lamentablemente muchas personas se consideran con "derecho" a proferir a partir de un concepto equivocado de "libertad de expresión". También para eliminar publicidad no relacionada con los artículos del blog. Por ello los comentarios pueden demorar algunas horas en aparecer en el blog.